Es noticia
Malestar entre los opositores al cuerpo diplomático: "Han elegido al mismo presidente por tercera vez"
  1. Mundo
"Es un escándalo"

Malestar entre los opositores al cuerpo diplomático: "Han elegido al mismo presidente por tercera vez"

Opositores se quejan por la decisión: "Que se haya vuelto a elegir a este señor, pese a todos los problemas, es un escándalo", afirma a El Confidencial un testimonio

Foto: Fachada del Ministerio de Asuntos Exteriores. (Europa Press/Jesús Hellín)
Fachada del Ministerio de Asuntos Exteriores. (Europa Press/Jesús Hellín)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

En España, las oposiciones a la Carrera Diplomática son una de las más exigentes de toda la Administración pública. No es para menos: un país debería asegurarse de que aquellos hombres y mujeres que lo representarán ante el mundo sean los mejores entre los mejores. Por eso mismo, también debe ser un proceso lo más limpio posible, como han argüido siempre los defensores del sistema de oposición —más justa, más ciega— frente a otro tipo de accesos. Sin embargo, no siempre ocurre.

La última queja entre los opositores a la carrera exterior viene por la elección, por tercer año consecutivo, del diplomático Álvaro Kirkpatrick de la Vega como presidente del tribunal calificador. "Que se haya vuelto a elegir a este señor, pese a todos los problemas, es un escándalo", afirma a El Confidencial un opositor afectado.

Este 20 de abril, se celebrará en Madrid el primer ejercicio de los cuatro que componen la oposición a diplomático para la convocatoria de 2023-2024. Con el nombramiento de Kirkpatrick para supervisar la última hornada de 30 futuros diplomáticos que saldrán de los que se presenten al examen del próximo sábado, se producen varias irregularidades, que van desde su mismo reiterado nombramiento al runrún de preferencias entre cierto tipo de candidatos, desnudado luego en las cifras estadísticas de sus aprobados.

Habitualmente y atendiendo a las composiciones del tribunal de calificación de las últimas dos décadas, ningún presidente del mismo —un cargo que en este proceso adquiere especial poder, dado la subjetividad de los ejercicios—, ha repetido dos convocatorias seguidas. También, desde 2014, el cargo iba rotando alternativamente entre un hombre y una mujer, una tendencia rota con la elección y luego reeleción de Kirkpatrick.

Foto: Karima Benyaich, embajadora marroquí en España. (EFE/Mohamed Siali)

Tras el cese de su puesto como director general del Servicio Exterior en el Ministerio, Kirkpatrick fue nombrado presidente por primera vez en la convocatoria de 2021, justo después de un proceso presidido por Pedro Calvo-Sotelo. Repitió en el cargo en el proceso de 2022 y fue finalmente elegido de nuevo para la convocatoria de 2023, cuyos exámenes se celebrarán este 2024.

En una oposición en la que la media de los que aprueban es de mínimo cuatro años de estudio y en la que se queda fuera el 90% de los que se presentan, que un presidente de tribunal no repita es una medida pensada para una mayor equidad en las oportunidades de los candidatos: un aspirante no tendrá que enfrentarse al mismo tribunal que ya lo suspendió en convocatorias anteriores.

Con la reelección de Kirkpatrick por tercera vez, un caso inédito, por sus manos habrán pasado más de 95 nuevos diplomáticos que, en un cuerpo de unos 1.000 miembros, supondrá cerca del 10% del total. Esto ya es, de por sí, motivo de queja para algunos de los candidatos, que han contactado con El Confidencial para exponer el caso. "Además, con los que aprobaron en 2022, los invitó a un viaje particular a su castillo familiar en Escocia", afirma la fuente. "Ha compartido varias fiestas y eventos con ellos", estableciendo, sin duda, relaciones más cercanas que otros presidentes de tribunal calificador.

"Con los que aprobaron en 2022, los invitó a un viaje particular a su castillo familiar en Escocia"

La elección del presidente del tribunal calificador de las oposiciones a diplomático se rige por la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, que establece que, en el caso de la Carrera Diplomática, el titular tiene que ser diplomático, aunque no especifica cuántas veces puede repetir en el cargo, siendo más bien una medida tácita. El nombramiento específico depende de la subsecretaría del Ministerio de Exteriores, en manos de Luis Manuel Cuesta Civis desde 2021, mismo año de la primera convocatoria de Kirkpatrick.

Kirkpatrick es diplomático de carrera desde 1999 y, más allá de una segunda jefatura de la Embajada de España en Accra (Ghana) y cónsul en La Habana en dos ocasiones, ha ejercido sobre todo dentro del Ministerio, en sus servicios centrales. Ha sido jefe de servicio en el Gabinete del Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, jefe de Servicio de Desarme, jefe de Área de Asuntos de Extranjería, subdirector general adjunto de Asuntos de Extranjería (en dos ocasiones) y, finalmente, director General del Servicio Exterior, su último puesto hasta su cese en 2021. Allí, se encargaba de las gestiones de contratación de personal tanto en los servicios centrales del Ministerio como en las Representaciones de España en el Exterior. Desde entonces, está inactivo, según la información disponible en portales de Transparencia del Gobierno.

"Es perfectamente legal que repita", sostienen desde el Ministerio de Exteriores, consultados por este diario. También dejan caer que es normal que los candidatos se quejen. "Después de todo, [un presidente del tribunal calificatorio] suspende a mucha gente". Sostienen que, dentro del cuerpo diplomático, el puesto de presidente del tribunal calificador de la oposición no es especialmente jugoso, "más bien un marrón".

Entre las quejas de los opositores denunciantes hay otras algo más sutiles, como los reproches de una presunta tendencia de género en los procesos selectivos que ha presidido.

El Ministerio de Exteriores, ya desde Arancha González Laya y su "diplomacia feminista", ha dejado claro que pretende renovarse con un mayor equilibrio y perspectiva de género. En la actualidad, las mujeres representan cerca del 30% de la carrera diplomática, aunque de manera todavía muy desigual: entre los embajadores, solo un 10% son mujeres, y el porcentaje se mantiene similar entre las siguientes dos categorías profesionales.

Foto: La reina Letizia en la recepción al cuerpo diplomático de 2023. (LP)

La 74ª promoción de la carrera diplomática (2021-2022), con Kirkpatrick al frente del tribunal de calificación fue la primera en la que el número de mujeres aprobadas superó al de hombres. Algo positivo si no fuera porque la carrera diplomática sigue sin atraer a las mujeres en el punto más bajo de la cadena trófica: que se presenten al examen. Es decir; en 2021, el porcentaje de mujeres / hombres que se presentaron a la oposición fue de 46,72 frente a 53,28. En los aprobados, sin embargo, el ratio mujeres / hombres fue de 60 - 40.

En la convocatoria de 2022 es algo más llamativa la desviación: frente a la relación de 42 - 58 de mujeres versus hombres que se inscriben al proceso, las mujeres supusieron el 57,14% de los aprobados, frente al 42,86 de los hombres.

La desviación al alza de las mujeres no se produce sin embargo en el primer examen, el único que podría considerase más objetivo: un cuestionario tipo test de 100 preguntas sobre un temario que comprende historia de España, derecho internacional e interno, extranjería o cuestiones de política y actualidad internacional. El segundo (idiomas) y tercer ejercicio incluyen mayor discrecionalidad, hasta llegar al cuarto, el "cante", donde se desarrollan en voz alta frente al tribunal cuatro de los más de 200 temas del temario.

Frente a la relación de 42 - 58 de mujeres versus hombres que se inscriben al proceso, las mujeres supusieron el 57,14% de los aprobados

Un análisis de la relación de aprobados de cada ejercicio, que se publica en la web de la Escuela Diplomática, arroja que en la primera convocatoria de Kirkpatrick (2021) las mujeres que superaron el primer ejercicio supusieron un 42,8% de los aprobados. Es decir, para llegar al 60 - 40 que finalmente aprobaron la oposición, la proporción de mujeres tuvo que saltar casi veinte puntos porcentuales frente a los resultados del primer ejercicio, el que podría ser considerado más objetivo. Algo similar sucede en la convocatoria de 2022-2023, cuando las mujeres supusieron apenas un 40,8% de los aprobados del primer ejercicio para luego subir al 57,15% de los aprobados finales.

Esta tendencia es exclusiva de las últimas dos convocatorias. Según un análisis de Asociación de Mujeres Diplomáticas Españolas, en las últimas cinco convocatorias (desde 2016) el porcentaje de mujeres entre los que se presentaban y entre los que finalmente aprobaban era muy similar. En los años anteriores, la tendencia era al contrario y quizá podría apuntar a un sesgo negativo en los tribunales hacia las candidatas, o la bajísima presentación de candidaturas femeninas.

Foto: Imagen: EC Diseño.

"Que no está mal en sí que haya más mujeres en el cuerpo diplomático, pero si va a haber cuotas, debería quedar claro, como por ejemplo sí hay un cupo de discapacidad", se queja el opositor. En el BOE de la convocatoria, se hace hincapié en que "cumplirá el principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres en el acceso al empleo público", pero no hay, como sí ocurre en otros procesos, cuotas específicas.

A los opositores les sorprende que Kirkpatrick repita ya por tercera vez, no sólo por considerar "extraordinariamente gravoso" para los que vuelven a intentar superar los exámenes, sino también porque se le ha reelegido después de otros problemas, incluso organizativos. Entre otras, denuncian que ha desconvocado y vuelto a convocar a candidatos a las sesiones orales de los ejercicios por debajo de las 12 horas de antelación obligatorias —según las bases específicas de la convocatoria— y, además, intentando no dejar rastro público: mediante llamadas al candidato, que en ocasiones tenía que desplazarse desde otros puntos de la geografía española, posponía una sesión y luego sustituía el calendario oficial de convocados, subido en la web de la Escuela Diplomática, por la nueva versión, eliminando el anterior. En otra ocasión, dos candidatos habrían llegado a presentar su ejercicio oral sin presencia del secretario del tribunal, una irregularidad según el reglamento. Todo esto ha podido ser comprobado por El Confidencial, que ha accedido a los documentos que lo acreditan.

Las oposiciones al cuerpo diplomático son un proceso especialmente discrecional. Frente a un primer ejercicio tipo test, más objetivo, en los siguientes hay mucho margen para elegir, finalmente, a quiénes serán el futuro de la diplomacia y la representación en el mundo. Eso ha generado, históricamente, ciertas tensiones con respecto a la endogamia del cuerpo, con repetición de apellidos y familias de diplomáticos.

La carrera diplomática española hace tiempo que no funciona como debería. Lleva años sin reformarse y ha quedado completamente obsoleta para los desafíos de las relaciones exteriores del presente. No es una crítica velada o una opinión minoritaria, sino un sentimiento generalizado en el Ministerio de Asuntos Exteriores, la academia y los ‘think tanks’ españoles. Entre las prioridades de la exministra Arancha González Laya (13 de enero de 2020-12 de julio de 2021) estaba, precisamente, la de una reforma integral del servicio diplomático.

El primer escalón en este ambicioso objetivo era la remodelación de la Escuela Diplomática, cuyo principal cometido es precisamente la formación de los funcionarios diplomáticos españoles y el primer paso tras aprobar la oposición. Sin embargo, con la llegada de José Manuel Albares, el proyecto quedó en un segundo plano.

En España, las oposiciones a la Carrera Diplomática son una de las más exigentes de toda la Administración pública. No es para menos: un país debería asegurarse de que aquellos hombres y mujeres que lo representarán ante el mundo sean los mejores entre los mejores. Por eso mismo, también debe ser un proceso lo más limpio posible, como han argüido siempre los defensores del sistema de oposición —más justa, más ciega— frente a otro tipo de accesos. Sin embargo, no siempre ocurre.

Ministerio de Asuntos Exteriores
El redactor recomienda