La policía de Bruselas cierra una 'cumbre' de la extrema derecha europea

Vetados del Sofitel, un lujoso hotel en el corazón del barrio europeo, y después también del Concert Noble, un recinto de eventos también a pocos metros del Parlamento Europeo, los organizadores de la Conferencia Nacional Conservadora, un foro que reúne a los principales líderes de la extrema derecha y los ultraconservadores europeos, esperaban poder celebrar su reunión en el espacio Claridge, en el bruselense barrio de Saint-Josse-ten-Noode. Pero poco después de que comenzara el programa, que abría Nigel Farage, líder del UKIP y uno de los grandes promotores del Brexit, la policía de Bruselas se ha presentado en el local para explicar que el evento no se puede realizar.

El origen de la prohibición del evento llega de Emir Kir, buromaestre (alcalde) del barrio de Saint-Josse-ten-Noode y político del Partido Socialista. “Emití una orden para prohibir el evento de la ‘Conferencia Nacional Conservadora’ para garantizar la seguridad pública. En Etterbeek (el barrio donde se encontraba otro de los lugares en los que se ha intentado organizar el evento), Bruselas y Saint-Josse, la extrema derecha no es bienvenida”, ha escrito Kir en redes sociales, explicando a un medio local que conoció anoche que se organizaría finalmente el encuentro en el barrio que gobierna.

Horas después el liberal Alexander de Croo, primer ministro belga, ha condenado la acción de Kir, considerándola "inaceptable". "Lo que pasó hoy en el Claridge es inaceptable. La autonomía municipal es una piedra angular de nuestra democracia, pero nunca puede anular la constitución belga que garantiza la libertad de expresión y de reunión pacífica desde 1830. Prohibir las reuniones políticas es inconstitucional. Punto final", ha escrito De Croo, que había hablado antes por teléfono con Giorgia Meloni, primer ministra italiana y presidenta del grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR), el grupo de ultraconservadores de la Eurocámara que también participaba en el programa.

"Lo que está sucediendo en Bruselas nos deja incrédulos y consternados. El alcalde de un municipio de la capital belga ha prohibido una conferencia a la que debían asistir jefes de gobierno y parlamentarios nacionales y europeos. Tras la orden, la policía impidió físicamente invitados y oradores entren a la conferencia", señala un comunicado de Meloni emitido por ECR.

“Las autoridades han decidido clausurar el evento”, le ha explicado un policía a uno de los organizadores, señalando que se habían desplazado hasta el local para hacer cumplir la decisión emitida por el burgomaestre, entregando documentación para que los organizadores pudieran estudiarla y firmarla, algo para lo que la policía les ha dado unos 15 minutos. La Conferencia sigue por el momento celebrándose, pero las fuerzas de seguridad ya no permiten la entrada de nadie más.

Además de Farage, otra de las principales figuras que iban a participar en la Conferencia era Viktor Orbán, el autoritario primer ministro de Hungría, que visita Bruselas para participar en el Consejo Europeo de esta semana, y también Eric Zemmour, líder de Reconquête, una formación a la derecha del partido de Marine Le Pen, o Mateusz Morawiecki, hasta hace poco el primer ministro de Polonia del partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS). Uno de los principales organizadores es el Mathias Corvinus Collegium (MCC), una universidad privada húngara que hace pocos años pasó a estar controlada por el Gobierno húngaro a través de Balazs Orbán, una persona de máxima confianza del primer ministro.

Opinión

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Poco después de la llegada de la policía a la conferencia, Orbán ha publicado un mensaje en redes sociales condenando lo sucedido: "Supongo que ya no podían soportar más la libertad de expresión. La última vez que quisieron silenciarme con la policía fue cuando los comunistas me atacaron en el 88'. ¡No nos rendimos entonces y tampoco nos rendiremos esta vez!", escribió en X.

"Estamos impugnando legalmente la orden de cierre de la Conferencia en la nueva y tercera sede. No hay disturbios públicos ni motivos para clausurar una reunión de políticos, intelectuales, periodistas, estudiantes, líderes cívicos y ciudadanos preocupados", han señalado los organizadores en un comunicado, minutos después de que la policía entrara en local mientras Farage se encontraba en el escenario. “La policía entró en el lugar por invitación nuestra, vio el proceso y la prensa y se retiró rápidamente. ¿Es posible que hayan sido testigos de lo pacífico que es el evento?”, añaden.

“Solamente han enviado a tres policías, así que cuando han entrado y han visto las cámaras se han asustado y han vuelto fuera”, ha explicado entre aplausos desde el escenario Yoram Hazony, un filósofo americano-israelí y uno de los promotores del evento. “La policía está diciendo que el evento está creando disturbios públicos y que debemos clausurarlo gradualmente, así que por el momento os podéis quedar aquí el tiempo que queráis, pero si salís del edificio no os van a permitir volver a entrar”, ha subrayado Hazony, que ha adelantado que la Conferencia buscará otro emplazamiento para la segunda jornada de reuniones y discursos, prevista para este miércoles.