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Guatemala, al límite: el país vive sus elecciones más calientes en cuatro décadas
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Comicios clave en Centroamérica

Guatemala, al límite: el país vive sus elecciones más calientes en cuatro décadas

El país celebra este domingo la segunda vuelta de unos comicios presidenciales planteados como un referéndum sobre la democracia

Foto: Bernardo Arévalo, candidato a la presidencia de Guatemala. (EFE/Esteban Biba)
Bernardo Arévalo, candidato a la presidencia de Guatemala. (EFE/Esteban Biba)

Guatemala llega a la segunda vuelta electoral con un clima político enrarecido, la revisión de actas tras la primera vuelta y una investigación abierta por posibles irregularidades en la inscripción del candidato del movimiento Semilla han sembrado la polémica previa a la votación. En las urnas se enfrentan la ex primera dama Sandra Torres, considerada por numerosos analistas como la abanderada de ese establishment, y el socialdemócrata Bernardo Arévalo, del movimiento Semilla, que dio la sorpresa en la primera vuelta del pasado 25 de junio y se coló en el balotaje con un discurso anticorrupción y contrario a la élite tradicional.

El país centroamericano camina sobre arenas movedizas. El actual proceso electoral está profundamente marcado por la inhabilitación en primera vuelta de tres candidatos punteros de distinta ideología —izquierda, derecha, y derecha populista— pero con un discurso común antiestablishment. Ese voto antisistema, huérfano de candidato, acabó cristalizando en la primera vuelta en un número récord de votos nulos —esa opción ganó las elecciones recabando un 17,4% de los apoyos— y con el pase a segunda vuelta de Arévalo, que escaló sorpresivamente desde la séptima posición en las encuestas al segundo lugar, registrando el 12% de votos, frente al 16% recibido por Torres, tras hacerse con parte del voto protesta.

Foto: Estudiantes de guatemala protestan contra intervención del proceso electoral. (EFE/Esteban Biba)

Fue entonces cuando entró en el radar de la fracción de la Justicia, considerada como corrupta por EEUU y diversas organizaciones no gubernamentales, el Movimiento Semilla de Arévalo, creado en 2015 durante las manifestaciones en contra del expresidente Otto Pérez Molina, que dimitió tras ser acusado de corrupción. Primero, la Corte Constitucional ordenó arbitrariamente una revisión de las actas electorales al Tribunal Supremo Electoral. Tras semanas de pesquisas, las autoridades electorales no encontraron mayores inconsistencias y confirmaron la segunda vuelta electoral entre Torres y Arévalo el pasado 14 de julio.

Al mismo tiempo, sin embargo, la muy polémica sección contra la Impunidad del Ministerio Público (la Fiscalía), cuyo titular es incluido en la lista de elementos corruptos del departamento de Estado de EEUU, reclamó la inhabilitación del Movimiento Semilla debido a un supuesto caso de firmas falsas en el momento de la constitución del partido. La orden de inhabilitación fue firmada por otro juez también señalado por corrupción por EEUU, y unas horas después se produjo un inédito allanamiento de elementos de la Fiscalía al Tribunal Supremo Electoral. Llegaron con pasamontañas, como en las operaciones relacionadas con el narcotráfico y las pandillas, a retirar documentos relacionados con Semilla.

Contra la élite corrupta

Un fallo expedito de la Corte Constitucional anuló la decisión de la fiscalía y del juzgado, pero la concatenación de hechos dejó al país extremadamente tensionado. En las semanas posteriores, la candidatura de Arévalo subió como la espuma en las encuestas —las últimas le dan al candidato alternativo entre un 60% y un 70% de intención de voto— entre nuevas acusaciones de la fiscalía.

El candidato socialdemócrata asegura que luchará contra la impunidad del establishment guatemalteco, que el politólogo guatemalteco, Renzo Rosal, define como "una mezcla donde es fácilmente reconocible la presencia de representantes de los capitales tradicionales; varios empresarios emergentes, cuyos capitales son producto de hacer negocios con el Estado; diversas expresiones del crimen organizado; militares de alto rango y altos mandos en situación de retiro; organizaciones de excombatientes de la guerra civil; dirigentes y bases de los sindicatos públicos de Salud y Educación, con el involucramiento clave de la Fiscal General, la complicidad de la Corte Suprema, la Constitucional, el procurador de DD. HH. y el Contralor General de cuentas".

"No están dispuestas a perder los enormes beneficios y los espacios de poder, ni a que descubran los muertos por sus fechorías"

Esa élite está, según parte importante de los analistas, detrás de las recurrentes corruptelas del país centroamericano. "Son beneficiarios de la corrupción y la impunidad en general, no están dispuestas a perder los enormes beneficios y los espacios de poder, y menos aún a ceder espacios para que la oposición abra los cajones y descubra los muertos por sus fechorías", considera Rosal.

La candidata del 'establishment'

En ese orden de cosas, Sandra Torres, que aspira por cuarta vez a la presidencia, es vista por muchos como la candidata del establishment. "El suyo es un partido del sistema, aunque la élite económica tradicional, y las élites militares, no se habían decidido a apoyarla hasta ahora, porque compite con Arévalo. Sin embargo, esas élites siempre han dependido de su partido, Unidad Nacional para la Esperanza, para gobernar. De hecho, en esta legislatura, el partido de Gobierno, Vamos, necesitó de la UNE para llevar a cabo todos sus proyectos. Siempre ha sido el comodín que facilita que el partido en el poder gobierne. Nunca ha sido oposición después de que dejase el poder el exmarido de Torres, el expresidente Álvaro Colom", considera el analista político Luis Guillermo Velásquez, de la Universidad San Carlos.

"Ha dado un giro conservador, hablando de los valores tradicionales, de la familia y con discursos contra la población LGTBI"

La candidata era considerada también socialdemócrata, pero hace unos años comenzó a cambiar sus inclinaciones políticas. "Ha dado un giro conservador, hablando de los valores tradicionales, de la familia y con discursos contra la población LGTBI", recalca Velásquez. Torres propone crear programas sociales "sin quitarle dinero a nadie". Son muy recordados, sobre todo en el ámbito rural, las ayudas que, desde su puesto como primera dama, consiguió para campesinos e indígenas. La candidata se ha mostrado contraria al aborto y al matrimonio igualitario, y en los últimos días ha denunciado un intento de fraude electoral.

Arévalo, por su parte, centra su discurso en la lucha contra la corrupción, evitando los debates sobre el aborto y los derechos LGTBI en un país muy conservador. El candidato centroizquierdista asegura que con él volverán al país los periodistas, activistas, jueces y fiscales que han dejado el país en los últimos años denunciando persecución estatal por denunciar la corrupción de las élites guatemaltecas.

Dejar el pasado atrás

El Gobierno de Pérez Molina cayó en 2015 debido a las acusaciones de corrupción en su contra vertidas por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, auspiciada por Naciones Unidas y creada nueve años antes. El expresidente Jimmy Morales decidió no extender su presencia en el país en 2019 y, desde entonces, juristas que colaboraron con ese organismo han denunciado persecución.

Foto: Un agente de policía registra a una persona para acceder a un mitin en Guayaquil. (Reuters/Santiago Arcos)

"Hay, por lo menos, unas 100 personas, entre periodistas, jueces, fiscales y líderes sociales, que han salido al exilio, a México y a EEUU, a raíz de la persecución, que no es más que una revancha del sistema después de haber sido escudriñado e investigado entre 2015 y 2019, cuando se estaba desarrollando la lucha contra la corrupción, apoyada por Naciones Unidas y, de forma secundaria, por EEUU", expone el politólogo Rosal. "Después se han llevado a cabo una serie de medidas regresivas, no solamente en el campo de desmantelar la lucha anticorrupción, sino que han llevado, inclusive, a la reducción del espacio democrático. Eso se vio en la primera vuelta, con esa actitud de sacar a tres candidatos de la carrera por no ser del petit comité del establishment", añade.

El 56% de los guatemaltecos se mostraban dispuestos a salir a protestar si se hubiese cancelado la segunda vuelta. La situación podría volver a incendiarse tras el recuento. Este mismo viernes, la Fiscalía Especial contra la Impunidad, señalada por corrupción por EEUU, volvió a advertir que podría ordenar nuevas detenciones de miembros de Semilla en los próximos días. "No descartamos allanamientos, no descartamos órdenes de detención, tampoco descartamos solicitudes de antejuicio después del 20 de agosto", apuntó el cuestionado fiscal Rafael Curruchinche a los medios guatemaltecos.

"Estimo que después del 20 de agosto tendrán que registrar en el sistema la suspensión del partido político", añadió el fiscal en relación con Semilla, encendiendo todas las alarmas en el país centroamericano. "Es muy probable que traten de desconocer o invalidar los resultados electorales, buscando manipular al sistema de justicia y la misma legislación electoral", advierte el politólogo Ricardo Sáenz de Tejada, en un país que culminará este domingo las elecciones más calientes desde la vuelta de la democracia, hace 37 años.

Guatemala llega a la segunda vuelta electoral con un clima político enrarecido, la revisión de actas tras la primera vuelta y una investigación abierta por posibles irregularidades en la inscripción del candidato del movimiento Semilla han sembrado la polémica previa a la votación. En las urnas se enfrentan la ex primera dama Sandra Torres, considerada por numerosos analistas como la abanderada de ese establishment, y el socialdemócrata Bernardo Arévalo, del movimiento Semilla, que dio la sorpresa en la primera vuelta del pasado 25 de junio y se coló en el balotaje con un discurso anticorrupción y contrario a la élite tradicional.

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