Meloni recoge cable: cómo el impuestazo a los bancos ha sacudido al Gobierno italiano

La pesadilla de una noche de verano. Así se podría definir la secuela de la decisión tomada por el Gobierno de Italia de tasar los beneficios extraordinarios de los bancos, que este miércoles ha sido suavizada tras el castigo bursátil de 10.000 millones que supuso el anuncio para el sector bancario. La medida tiene una razón clara: las ganancias se destinarán a medidas para ayudar a los italianos.

Según el vicepresidente, Matteo Salvini, el impuesto extraordinario servirá para “confirmar los aumentos de salarios y pensiones cara al próximo año”. El razonamiento del Gobierno encabezado por Giorgia Meloni, de hecho, fue el de que las mayores ganancias serán utilizadas para mantener a las familias del país. Es decir, de la tributación de las ganancias extra de los bancos vendrán los beneficios en partidas sociales para los italianos. Lo que, como explica Salvini, se traduce en una serie de subidas que son de todo menos baladíes: "Está claro que si tienes una subida de 70-80 euros hasta 106 euros, te echan una mano".

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"Estamos registrando ganancias récord y hemos decidido intervenir introduciendo un impuesto del 40% sobre la diferencia injusta en el margen de interés. Una tributación que no es un impuesto sobre un margen legítimo, sino un impuesto sobre un margen injusto", señaló la primera ministra. Sin embargo, cuando llegaron los primeros indicios del derrumbe de las acciones en Piazza Affari (la bolsa italiana), los nervios comenzaron a adueñarse de los miembros del Gobierno. Piazza Affari, como se temía, respondió al gravamen a los bancos de manera negativa, y habló de un efecto sorpresa. Pero ¿cómo fue acogida la medida en el seno del gabinete?

Giorgia Meloni, al observar las señales de los mercados, evitó exponerse con declaraciones públicas y dio órdenes de seguir adelante. Para subrayar la importancia de la medida, el subsecretario a cargo de la implementación del programa, Giovanbattista Fazzolari, declaró: "Este es el único Gobierno que tiene la fuerza para gravar a los bancos, porque es el único que no tiene relaciones privilegiadas con el sistema bancario. Gravar las ganancias adicionales es una medida de sentido común que no pondrá en problemas a los bancos, los inversores pueden estar tranquilos. La medida parte de la necesidad de equilibrar el sistema crediticio".

"Gravar las ganancias adicionales es una medida de sentido común que no pondrá en problemas a la banca, los inversores pueden estar tranquilos"

Matteo Salvini, que contaba con el escenario propicio para anunciar el impuesto "más popular de la historia", cuenta con un ministro de Finanzas, Giancarlo Giorgetti, que no comparte el eslogan del Gobierno de "quitar a los ricos para dar a los pobres". La que se aprobó este lunes representa así una medida explosiva que hizo saltar por los aires todos los esquemas. Mientras la izquierda está decidida, en el centro derecha se registraron tensiones en la casa de la Liga. El ministro de Economía, Giorgetti, primero desapareció de la rueda de prensa después del Consejo de Ministros y posteriormente avivó el fuego descafeinando la medida que la primera ministra había presentado por la mañana: "La medida propuesta por el MEF [Ministerio de Economía y Finanzas], compartida y aprobada por el Consejo de Ministros, nació a raíz de normas ya existentes en Europa.

Al mismo tiempo, la medida, a los efectos de salvaguardar la estabilidad de las entidades bancarias, prevé también un tope máximo para la aportación que no puede superar el 0,1% del activo total. Las instituciones bancarias que ya han ajustado las tasas de financiación [como se recomendó el 15 de febrero con una nota específica del Banco de Italia, que fue recordada posteriormente por el ministro Giorgetti con motivo de la asamblea de la ABI, Asociación Banco de Italia, el 5 de julio] no tendrán impactos significativos", explica el ministro de Finanzas en una nota.

Forza Italia muestra dudas

Si la introducción del impuesto sobre los beneficios extraordinarios fortaleció el eje entre Matteo Salvini y Giorgia Meloni, hay todavía una gran confusión en la coalición. Forza Italia ve rastros populistas en la disposición, y el secretario y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, confía en "cambios en la tramitación parlamentaria de la ley". La ira de los de Silvio Berlusconi se explica por razones de posicionamiento, de lazos históricos (con los principales bancos del país, por ejemplo), pero también por la sensación de haber sido embaucados.

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Tajani, que resumió la posición de Forza Italia al diario ilGiornale, explicó: "En el Parlamento, pediremos que la recaudación del impuesto sobre las ganancias extraordinarias se vincule a la rebaja de las tasas hipotecarias para las familias y al aumento de los salarios de los trabajadores". Las incertidumbres sobre la medida también explican la cautela del partido fundado por Silvio Berlusconi. Tajani también agregó: "La tasa es válida solo por un año y puede ser fiscalizada durante el examen de las Cámaras".

"Ahora, el Gobierno debe asegurarse de que la recaudación de la tributación de las ganancias extra de los bancos se destine a cortar la brecha fiscal, a la exención fiscal de las pagas de décimo tercer mes y de las horas extraordinarias a favor de los trabajadores de menores ingresos", afirmó, por su parte, el líder del grupo en la Cámara, Paolo Barelli. Sin embargo, temiendo una revuelta del ala liberal, abrió la hipótesis de una corrección.

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La derecha política italiana se encuentra en un frenesí. En la Liga, el caso Giorgetti terminó en una noche movida, el líder Matteo Salvini reunió a los grandes nombres del partido con Giorgetti para cerrar líneas. "En la Liga hay una convicción que se filtra por la reunión, que la tasa sobre los márgenes de los bancos, que han ganado decenas de miles de millones en este periodo, es el camino correcto".

De la misma opinión es el senador del partido, Claudio Borghi, para quien es una medida correcta: “Hay quienes hablan de una medida dirigista, pero también en Estados Unidos, patria del liberalismo, los impuestos sobre las ganancias inesperadas o sobre las ganancias no derivadas del mérito, sino de circunstancias afortunadas, son bien conocidos en la teoría económica y perfectamente aceptados”, dijo el senador a ilGiornale. El verdadero bloqueo se enciende en el medio campo de las oposiciones, que rechazan la medida, mientras el líder del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, la apoya: "Mejor tarde que nunca".