Manifestantes asaltan la embajada de Suecia en Bagdad en protesta por la quema de coranes

Decenas de personas asaltaron brevemente el edificio de la embajada de Suecia en Bagdad este jueves, en protesta por la organización de una manifestación de extrema derecha en la que se quemó un Corán delante de una mezquita en Estocolmo.

"Decenas de manifestantes furiosos irrumpieron esta tarde en el edificio de la embajada de Suecia en Bagdad después de que asaltaran la puerta exterior de la embajada y entraran al edificio, pero hace pocos minutos los manifestantes se retiraron del edificio sin que se produzca ningún daño", ha señalado una fuente de la Comandancia de las Operaciones de Bagdad a la Agencia Efe. Los manifestantes respondían al llamamiento del poderoso clérigo chií iraquí Moqtada Al Sadr.

Medios locales difundieron las imágenes de los manifestantes escalando el murete exterior y las puertas, entrando después en el edificio de la misión diplomática. De acuerdo a la agencia oficial de noticias iraquí, INA, "los manifestantes levantaron ejemplares del Corán para confirmar el orgullo de los musulmanes por el sagrado libro y el rechazo del vergonzoso acto que tuvo lugar en la capital sueca después de que el gobierno permitiera una manifestación cuyo convocante confirmó que quemaría una copia del Corán sin ser disuadido por las autoridades".

Este episodio es solo uno más de la tensión religiosa y política que rodea el proceso de adhesión de Suecia a la OTAN, rechazado por Turquía. Pese a las presiones del resto de los aliados, el no de Turquía (y el retraso en la ratificación de Hungría) ha impedido que Suecia pudiera finalmente convertirse en el nuevo socio de la Alianza Atlántica a tiempo para la cumbre interanual de la Alianza en Vilna, que se celebra el próximo julio.

La aquiescencia de las autoridades de seguridad suecas frente a la quema del Corán ha generado quejas oficiales del Gobierno turco. El ministro de Justicia, Yilmaz Tunc, consideró el hecho "escandaloso" y denunció que "ninguna decisión judicial puede legitimar este insulto, esta situación [contra la libertad de religión] no puede ampararse en ningún Estado democrático de derecho". "Especialmente antes de la cumbre de la OTAN, las autoridades de Suecia, que quiere ser aliadas de Turquía, deberían poner fin a la ilegalidad y las provocaciones que se suceden en su país bajo la apariencia de libertad, y tomar las medidas necesarias", ha añadido.

Precisamente, se había programado una reunión entre Turquía, Finlandia y Suecia, prevista para el próximo 7 de julio, y en la que se pretendía intentar desbloquear el acceso de Estocolmo a la OTAN. Este nuevo "insulto", como lo ha catalogado Turquía, no facilitará las negociaciones.

Varios países árabes, entre ellos Irak, han condenado en los términos más enérgicos este acto e incluso, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, responsabilizó a Suecia por permitir la quema del libro sagrado y le avisó de los "resultados y consecuencias de este atroz incidente".