Borrell: un ataque nuclear en Ucrania provocaría que el ejército ruso fuera "aniquilado"

"Un ataque nuclear tendrá respuesta. No una respuesta nuclear, pero una respuesta tan potente militarmente que el Ejército ruso sería aniquilado", ha asegurado Josep Borrell, alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, durante un discurso de apertura de la Academia Diplomática Europea en la ciudad belga de Brujas. El jefe de la diplomacia europea responde así a la escalada verbal de Moscú que, desde hace semanas, amenaza con la posibilidad del uso de armas nucleares.

“Putin dice que no va de farol. No puede permitirse ir de farol. Y tiene que estar claro que los que apoyamos a Ucrania, la UE, los Estados miembros, Estados Unidos y la OTAN, tampoco vamos de farol”, ha explicado Borrell durante el segundo discurso con alta repercusión que ha ofrecido en los últimos días. El primero, el pasado lunes, cuando el alto representante abroncó a sus embajadores por informarle peor que la prensa y realizó una fuerte autocrítica sobre cómo la UE reaccionó ante las advertencias estadounidenses de una invasión rusa.

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Nacho Alarcón. Bruselas

Borrell pidió a los socios europeos que se tomaran en serio las amenazas de Putin cuando el presidente ruso anunció la movilización parcial tras la contraofensiva ucraniana. “Cuando la gente dice que no es un farol, hay que tomárselo en serio”, aseguró el jefe de la diplomacia europea en septiembre. El catalán indicó que actualmente vivimos un momento “peligroso” porque “el ejército ruso ha sido arrinconado”.

El asunto del riesgo nuclear está también muy presente en la reunión ministerial de la OTAN, que se está celebrando en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas. Jens Stoltenberg, secretario general de la organización, ha avisado en los últimos días que no se ha identificado un cambio en la posición rusa respecto al arsenal nuclear en las últimas semanas, pero ha avisado de que la Alianza se mantendrá “vigilante”. La semana que viene, la OTAN celebra unas maniobras militares de disuasión nuclear que ya estaban previstas antes de que Putin escalara el conflicto en Ucrania. “Si los cancelamos, estaríamos enviando la señal equivocada a Moscú”, explicó Stoltenberg.

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El jefe de la diplomacia europea no cierra la puerta al diálogo con Moscú, aunque cree que en estos momentos no es posible. “Debemos seguir apoyando a Ucrania y buscando soluciones diplomáticas cuando sea posible. Ahora mismo no lo es. Pero un día u otro tendrá que serlo. Y tenemos que estar dispuestos a seguir haciendo lo que hacemos hoy apoyando a Ucrania en las negociaciones de paz, porque el mundo necesita que esta guerra termine”, ha explicado en Brujas.

En los últimos días, la posibilidad de que el conflicto escale fuera de las fronteras ucranianas ha aumentado ante el uso de la narrativa nuclear. Joe Biden, el presidente estadounidense, habló de un “armagedón” nuclear si Moscú decidía usar estas armas, algo que la Casa Blanca ha intentado matizar después. Emmanuel Macron, el líder francés, ha pedido al Kremlin que se retire del territorio ucraniano y ha expresado que Occidente no tiene ninguna voluntad de un choque directo con Rusia: “No queremos una guerra mundial”, ha escrito de forma escueta en redes sociales.