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De la 'guerra de las salchichas' a la 'guerra de las vieiras': ¿qué pasa en el Canal de la Mancha?
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Rifirrafe París-UK por la pesca

De la 'guerra de las salchichas' a la 'guerra de las vieiras': ¿qué pasa en el Canal de la Mancha?

La disputa pesquera entre Londres y París amenaza con interrumpir la relación comercial en el Canal de la Mancha, con consecuencias directas para todas las embarcaciones comunitarias

Foto: Uno de los barcos pesqueros británicos detenidos en Francia (EFE)
Uno de los barcos pesqueros británicos detenidos en Francia (EFE)

La industria pesquera representa tan solo el 0,1% del PIB británico y aproximadamente el 0,6% del PIB francés. Desde el punto de vista económico es prácticamente insignificante. Sin embargo, su importancia política es totémica, tanto para Boris Johnson como Emmanuel Macron. De ahí que la disputa que mantienen ahora Londres y París amenace con interrumpir la relación comercial en el Canal de la Mancha en un momento especialmente crítico por la crisis del gas y los problemas de suministro por la falta de mano de obra. Y en última instancia, todos los pescadores comunitarios podrían verse afectados. De los creadores de “la guerra de las salchichas”, llega ahora “la guerra de las vieiras”. Aquí las claves para entender el nuevo capítulo de la telenovela Brexit.

¿Cuál es el origen de la disputa?

Bajo el acuerdo Brexit, a los pescadores comunitarios que tradicionalmente habían pescado entre seis y doce millas de la costa del Reino Unido se les permitiría continuar faenando en estas aguas, siempre que puedan demostrar que lo estaban haciendo ya antes de que los británicos salieran de la UE. En septiembre, Downing Street anunció los criterios para probar este vínculo histórico: tenían que demostrar que pescaron en estas aguas todos los años entre 2012 y 2016, proporcionando datos de posición y desembarque de sus capturas. Casi 1.700 embarcaciones de la UE han recibido ahora licencia para faenar en aguas del Reino Unido, lo que equivale, según Londres, al 98% de las solicitudes que han recibido. Pero la práctica totalidad de las que se han visto rechazadas son francesas. Alrededor de 200 barcos franceses de los 454 que solicitaron licencia se han quedado fuera. Entre otros motivos, muchos alegan que no tienen los equipos técnicos para demostrar los datos que pide ahora el Ejecutivo británico.

Foto: Uno de los dos barcos pesqueros británicos detenidos en Francia. (Reuters)

¿Quién tiene razón?

Londres sostiene que los criterios son coherentes con el acuerdo comercial Brexit. Pero París alega que el hecho de que solo se hayan denegado las licencias a los buques franceses es prueba de malas intenciones. La Comisión Europea, que no es un aliado natural de Londres, no está especialmente contenta con la situación, pero tampoco ha dicho que la interpretación del Reino Unido del acuerdo del Brexit sea incorrecta.

¿Por qué la pesca tiene tanta importancia política?

Recuperar el control de las aguas, siempre fue un eslogan clave para la causa euroescéptica. Y Boris Johnson además tiene que demostrar que, pese a todos los problemas que está causando ahora el Brexit, el Reino Unido ha recuperado su soberanía. Por su parte, Emmanuel Macron -gran defensor de la causa europeísta- hizo de la pesca una gran parte de su campaña presidencial en 2017, y la zona costera de Bretaña le dio en la primera ronda del recuento electoral más apoyo que cualquier otra región. Con las nuevas elecciones presidenciales en Francia el próximo mes de abril, no puede bajar ahora la guardia.

¿Y qué pasa con Jersey?

Es la isla más grande del Canal de la Mancha y depende de la corona británica. El Gobierno —que es autónomo, salvo para Exterior y Defensa, que depende del Reino Unido— ha activado su nuevo régimen de licencias que obliga a los pescadores a demostrar que anteriormente faenaban regularmente en sus aguas. Pero ha dejado fuera las embarcaciones francesas más pequeñas, que carecen de la capacidad electrónica para registrar y mantener ese tipo de datos. En este sentido, París ha llegado a amenazar con cortarle el suministro eléctrico si persisten las restricciones. La dependencia autónoma de la corona británica, que cuenta con 108.000 residentes, recibe el 95% de su electricidad de Francia a través de tres cables submarinos. El 5% restante proviene principalmente de generadores diésel y gas en la isla.

placeholder Escena del puerto de Jersey (Reuters)
Escena del puerto de Jersey (Reuters)

¿Cuáles son las represalias con las que amenaza Francia?

Si finalmente no se resuelve la disputa, París amenaza con limitar las importaciones de pescado británico y prohibir que los pesqueros británicos desembarquen en los puertos franceses. De hecho, ya ha reforzado los controles a los pesqueros británicos que faenan en sus aguas. Eso dio lugar el mes pasado a la interceptación de dos barcos, uno de ellos multado por intentar eludir la inspección de los gendarmes y el otro retenido y conducido al puerto de Le Havre al constatarse varias infracciones. El capitán de ese navío, el 'Cornelis Gert Jan', ha sido convocado el 11 de agosto del año próximo para ser juzgado ante el Tribunal Correccional de Le Havre por haber pescado sin licencia dos toneladas de vieiras. Además de la multa impuesta al armador, el capitán se expone a otra de 75.000 euros y a sanciones administrativas.

¿Cuáles son las represalias con las que amenaza Reino Unido?

Si París impone restricciones, Londres amenaza con la posibilidad de “iniciar el procedimiento de disputas bajo el Acuerdo de Comercio y Cooperación”, así como endurecer los controles y medidas que se aplican a todos los pesqueros europeos en aguas británicas.

¿Se puede arreglar la disputa a corto plazo?

París amenazó con imponer represalias este mismo martes, pero a última hora, las dejó “en suspenso” después de que el Gobierno de Jersey emitiera 49 nuevos permisos de pesca temporales. Este jueves, el ministro para el Brexit, David Frost, y el secretario de Estado galo de Asuntos Europeos, Clement Beaune, mantuvieron una reunión en París que terminó sin avances. Ambas partes han acordado volver a hablar la próxima semana para tratar de acercar posturas.

¿Se vive el peor momento desde la Entente Cordiale de 1904?

Las relaciones diplomáticas entre Londres y París son peores de lo que han sido en décadas. La disputa sobre pesca, se sucede a la “guerra de las salchichas”, los problemas de inmigración ilegal en el Canal de la Mancha y las tensiones creadas tras el acuerdo de defensa entre Australia, Estados Unidos y Reino Unido, que llevó a la cancelación de un contrato millonario de submarinos nucleares que habían firmado previamente París y Canberra. La confianza entre ambas partes está gravemente erosionada hasta el punto de que existe muy poco diálogo privado significativo entre ellas. Es poco probable que la disputa termine pronto. La opinión en Londres es que nada va a mejorar hasta que pasen las elecciones presidenciales francesas. Otros son menos optimistas y creen que las tensiones bilaterales son ahora tan agudas que podrían tardar años en resolverse.

La industria pesquera representa tan solo el 0,1% del PIB británico y aproximadamente el 0,6% del PIB francés. Desde el punto de vista económico es prácticamente insignificante. Sin embargo, su importancia política es totémica, tanto para Boris Johnson como Emmanuel Macron. De ahí que la disputa que mantienen ahora Londres y París amenace con interrumpir la relación comercial en el Canal de la Mancha en un momento especialmente crítico por la crisis del gas y los problemas de suministro por la falta de mano de obra. Y en última instancia, todos los pescadores comunitarios podrían verse afectados. De los creadores de “la guerra de las salchichas”, llega ahora “la guerra de las vieiras”. Aquí las claves para entender el nuevo capítulo de la telenovela Brexit.

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