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Sale de una iglesia en Estados Unidos después de casi 4 años escondido de Trump
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LE OFRECIERON "SANTUARIO"

Sale de una iglesia en Estados Unidos después de casi 4 años escondido de Trump

Un hondureño casado con una estadounidense y con cinco hijos tuvo que refugiarse en una iglesia para evitar ser deportado

Foto: Alex García ha estado 1.252 días separado de su familia (Alabama Baptist)
Alex García ha estado 1.252 días separado de su familia (Alabama Baptist)

Alex García es un hombre hondureño que llegó a Estados Unidos en 2004 huyendo de la violencia y la pobreza. Lo hizo de forma ilegal, cruzando la frontera mexicana y subiéndose a un tren que pensaba que le llevaría hacia el norte del país. Sin embargo, terminó en Poplar Bluff, una localidad de apenas 17.000 habitantes en el estado de Missouri, donde decidió comenzar su nueva vida.

Allí conoció a su esposa Carly, una ciudadana norteamericana con la que vivió felizmente durante más de una década y con la que ha tenido cinco hijos. Sin embargo, en el año 2015 quisieron pedir los papeles para que Alex residiera en Estados Unidos de forma legal y se los negaron. Eso sí, le concedieron dos prórrogas de un año para que pudiera regularizar su situación.

El problema llegó con la victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre de 2016. Su llegada a la Casa Blanca marcó un antes y un después en materia de inmigración: lo que con Barack Obama habían sido facilidades, con el nuevo presidente iba a ser una pesadilla. Y Alex García iba a sufrir esas nuevas políticas en sus propias carnes.

Tres años y medio encerrado

Una de las primeras decisiones de Trump tras su llegada al poder fue la de deportar a los inmigrantes ilegales. El nombre de Alex apareció en las listas y tuvo que enfrentarse a una situación que estaban viviendo otros miles de personas en todo el país. Volver a Honduras y renunciar para siempre a su familia, a su trabajo y a su vida, o luchar con todas sus fuerzas.

Ha pasado 1.252 días refugiado en una iglesia y separado de su mujer y sus 5 hijos

Alex García tomó esta segunda opción, aunque para ello tuviera que decir adiós temporalmente a su familia. Una iglesia cristiana de Maplewood, un suburbio de la ciudad de San Luis, le ofreció santuario. Como él, cientos de inmigrantes "decidieron acogerse a sagrado", es decir, buscar refugio en la iglesia ya que, en Estados Unidos, se sigue manteniendo esta práctica en determinados casos y que denominan "ofrecer santuario".

En esa iglesia, Alex García ha pasado 1252 días hasta que, por fin, ha decidido abandonarla. Tal y como recoge The Guardian, el inmigrante quiso dar las gracias a las más de 100 personas que se habían reunido para darle la bienvenida: "Gracias a todos por mostrarme apoyo a mí y a mi familia. Hoy es el día en el que voy a salir del santuario después de tres años y medio. Aún no hemos terminado, aún queda mucho trabajo por hacer por una protección permanente".

Alex García es un hombre hondureño que llegó a Estados Unidos en 2004 huyendo de la violencia y la pobreza. Lo hizo de forma ilegal, cruzando la frontera mexicana y subiéndose a un tren que pensaba que le llevaría hacia el norte del país. Sin embargo, terminó en Poplar Bluff, una localidad de apenas 17.000 habitantes en el estado de Missouri, donde decidió comenzar su nueva vida.

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