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El coronavirus golpea a Trump en los sondeos: un 65% cree que era evitable
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¿súpercontagiador en jefe?

El coronavirus golpea a Trump en los sondeos: un 65% cree que era evitable

Por el momento, el coronavirus no ha favorecido a Trump en los sondeos. Pero un retorno triunfal, podría dar un impulso a su campaña a menos de un mes de las elecciones

Foto: Donald Trump en el coche presidencial saliendo del hospital para saludar a sus seguidores. (Reuters)
Donald Trump en el coche presidencial saliendo del hospital para saludar a sus seguidores. (Reuters)
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Y Donald Trump salió del hospital. Al menos por un momento. A las cinco y media de la tarde del domingo, hora local, Trump tuiteó un vídeo en el que aparentaba buen semblante y una actitud saludable, lleno de agradecimiento y orgulloso de haber “aprendido mucho del covid” yendo a la “verdadera escuela”. El presidente anunció que iba a “dar una pequeña sorpresa a algunos de los grandes patriotas que tenemos en la calle”. Minutos después, saludaba a sus seguidores desde el coche presidencial, fuera del hospital Walter Reed en el que fue ingresado el viernes tras dar positivo por coronavirus.

La noticia se produjo en medio de la confusión. Desde la Casa Blanca emanan versiones diferentes del grado de covid-19 que tiene el republicano. Su equipo médico aseguró que Trump podría ser dado de alta tan pronto como este lunes. Al mismo tiempo, reconoció que el oxígeno en sangre del presidente había descendido en dos ocasiones y que le habían dado esteroides, lo cual, según el testimonio a USA Today del doctor Russell Buhr, pulmonólogo de la Universidad de California, se suele aplicar a los pacientes que están “extremadamente enfermos”.

Foto: Jeremy Konyndyk. (Centre for Global Development)

La comparecencia de los médicos del presidente ya estaba empañada de antemano por lo que sucedió el sábado. Minutos después de que los médicos diesen una visión tan optimista como imprecisa de la salud del mandatario, el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, compartió con la prensa una evaluación más sombría. Se acercó a los periodistas y les dijo que el estado de Trump era “muy preocupante”. ¿Por qué salió Medows a dar una versión completamente contradictoria a la de los médicos?

El retorno del líder

Según el periodista Tim Alberta, de Politico, puede haber dos explicaciones. La primera, que Meadows solo quería dar a los periodistas una versión más realista de lo que sucedía. La segunda, que Meadows, en realidad, trataba de sembrar un poco de drama. Hacernos pensar que el presidente no estaba bien, para luego hacer que su retorno fuese aún más épico: el líder que sobrevive a un cara a cara con la muerte. El retorno triunfal de Donald Trump, justo a tiempo de las elecciones.

El presidente, a menos de un mes de unas elecciones que lo significan todo, podría verse tentado a jugar con las expectativas sobre su salud

Las dos vertientes, la puramente médica y la puramente política, en la que el presidente podría verse tentado a jugar con las expectativas sobre su salud a un mes de las elecciones en las que se lo juega todo, se mezclan hasta no distinguirse. El sábado, en otro vídeo, Trump dijo que podía haberse encerrado en la Casa Blanca para protegerse del virus, pero que los líderes no hacen eso. “Tuve que afrontar [el virus] para que el pueblo americano dejase de tenerle miedo”, declaró.

El contagio de Trump plantea varias cuestiones cruciales para la campaña. La primera es la propia salud presidencial; los médicos coinciden en que el covid-19 puede afectar de muchas maneras y a ritmos distintos: desde los casos de enfermos asintomáticos a los casos de personas que se ponen graves y fallecen en unos días, pasando por todo tipo de gradaciones, crisis, secuelas y afecciones. El diagnóstico de Trump es reciente y, como él mismo ha reconocido, los próximos días serán “la verdadera prueba”.

La segunda gran incógnita es el efecto que su enfermedad puede tener en las elecciones y en sus propias expectativas como candidato, en caso de que Trump llegue sano y salvo al 3 de noviembre. La comunicación desordenada por parte de la Casa Blanca y el clima político que vive el país, saturado de desconfianza y resquemor, han hecho que germine un sinnúmero de teorías conspirativas: que si el presidente está fingiendo, que si se ha infectado a propósito para ser un mártir, que si está bien, que si está gravísimo, que si nos distrae para llevar a cabo planes oscuros.

placeholder Joe Biden y Donald Trump en el debate presidencial el pasado martes. (EFE)
Joe Biden y Donald Trump en el debate presidencial el pasado martes. (EFE)

Las encuestas que se han publicado este fin de semana, por ahora, dicen que Trump se está desinflando. Según un sondeo de Ipsos y la agencia Reuters, el candidato demócrata, Joe Biden, ha ampliado su ventaja nacional a 10 puntos, el margen más amplio desde hace varias semanas. Además, el 65% de los estadounidenses, incluidos la mitad de los votantes republicanos, piensa que Donald Trump pudo evitar contagiarse. Otra encuesta, de Ipsos y ABC News, ofrece lecturas similares.

Los líderes demócratas, tras desear al comandante en jefe y a su mujer una pronta recuperación, están tratando de aprovechar la coyuntura. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha criticado a la Casa Blanca por la falta de claridad en la comunicación. “Necesitamos tener confianza en que lo que nos dicen sobre la condición del presidente es real”, dijo Pelosi al canal CBS. Le preocupa que la información médica que se hace pública deba de ser aprobada por el propio presidente, que, según Pelosi, “no es muy científico”.

Foto: Donald Trump. (Reuters)

Donald Trump, además, no es el único republicano enfermo. Junto a él hay una decena de colaboradores y políticos cercanos: asesores, portavoces, un exgobernador, la presidenta del Comité Nacional Republicano y tres senadores del partido. El hecho de que estos tres congresistas tengan que estar en cuarentena puede retrasar el voto de confirmación de la jueza Amy Coney Barrett al Tribunal Supremo. Técnicamente aún tendrían hasta enero para completar el proceso, pero los plazos de audiencias, debates y el voto físico ya son bastante ajustados. Y no está descartado que el virus siga propagándose por la cúpula republicana.

Un súpercontagiador

En estos últimos días han surgido vídeos y fotografías de varios actos celebrados en la Casa Blanca, sobre todo el de nominación de la jueza Barrett. Actos en los que no se respetaba la distancia social, nadie llevaba mascarilla y los invitados se saludaban con besos y abrazos. La última semana ha dejado mucho trabajo para los rastreadores, tanto de los medios de comunicación como del Gobierno.

Las autoridades de Nueva Jersey han contactado a las más de 200 personas que estuvieron con Donald Trump el jueves

Las autoridades de Nueva Jersey han contactado a las más de 200 personas que estuvieron con Donald Trump el jueves, en su club de golf de Bedminster. A aquellos que estuvieron en contacto directo con él o con su gabinete, según la agencia a AP, se les ha pedido que pasen 14 días en cuarentena. El rastro llega hasta Cleveland, donde al menos 23 personas implicadas en la organización del debate presidencial del pasado martes han dado positivo de covid-19.

La infección del presidente ha hecho que muchos norteamericanos sean aún más conscientes de la gravedad de la pandemia. La encuesta de Ipsos y ABC News dice que, en una semana, el número de personas preocupadas de contagiarse o de que se contagie alguien cercano ha subido del 72% al 81%. Los que están “muy preocupados” han pasado del 29% al 37%.

La salida rápida de Trump, en coche, a la gente que lo animaba desde fuera, debió de sentar bien a sus seguidores. El que no parecía contento era el ejecutivo del condado de Montgomery, donde está situado el hospital. El demócrata Marc Elrich pidió a Trump que fuera responsable y no saliese a pasear. “Por favor, piense en aquellos que le cuidan y quédese en el hospital hasta que pueda volver a la Casa Blanca".

Y Donald Trump salió del hospital. Al menos por un momento. A las cinco y media de la tarde del domingo, hora local, Trump tuiteó un vídeo en el que aparentaba buen semblante y una actitud saludable, lleno de agradecimiento y orgulloso de haber “aprendido mucho del covid” yendo a la “verdadera escuela”. El presidente anunció que iba a “dar una pequeña sorpresa a algunos de los grandes patriotas que tenemos en la calle”. Minutos después, saludaba a sus seguidores desde el coche presidencial, fuera del hospital Walter Reed en el que fue ingresado el viernes tras dar positivo por coronavirus.

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