El CEO de Rio Tinto dimite por el escándalo de la voladura de cuevas aborígenes

Jean-Sébastien Jacques, director general de la minera Rio Tinto, ha dimitido por el escándalo de la voladura, en mayo pasado, de dos cuevas aborígenes de 46.000 años de antigüedad para expandir las operaciones de extracción de hierro de la compañía.

Según la compañía, Jacques abandonará su puesto una vez que se haya designado a su sucesor o a finales de marzo próximo, lo que ocurra primero.

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EFE

Junto a él, otros dos altos ejecutivos de la compañía también abandonan la misma. Se trata de Chris Salisbury, jefe del negocio del mineral de hierro, y Simone Niven, ejecutiva del grupo de relaciones corporativas, que dejarán Rio Tinto a finales de año.

"Estuvo mal"

La decisión se produce tras la publicación, hace unas semanas, de un informe interno de Rio Tinto sobre la destrucción de unas cuevas sagradas para pueblo aborigen Puutu Kunti Kurrama (PKK) al noroeste de Australia. En él, la empresa desveló que la destrucción de estas cuevas no cumplía con algunas de sus propias normas "en relación con la gestión responsable y la protección del patrimonio cultural".

"Estamos decididos a garantizar que la destrucción de un sitio patrimonial de tan excepcional importancia arqueológica y cultural no vuelva a ocurrir"

"Lo que pasó en Juukan estuvo mal", explica el presidente de Rio Tinto, Simon Thompson, en declaraciones recogidas por CNN. "Estamos decididos a garantizar que la destrucción de un sitio patrimonial de tan excepcional importancia arqueológica y cultural no vuelva a ocurrir nunca más en una operación de Rio Tinto".

Rio Tinto había obtenido permisos para estas detonaciones en 2013, pero un año después se encontraron importantes restos arqueológicos en las cuevas, que mostraron que las cuevas habían sido ocupadas por humanos desde la Edad de Hielo.

La destrucción de las cuevas del desfiladero de Juukan se llevó a cabo el 24 de mayo a pesar de una batalla legal de siete años por parte de los custodios locales de la tierra, los pueblos Puutu Kunti Kurrama y Pinikura, para proteger el lugar.

Las explosiones de mayo fueron legales bajo la ley regional, pero Río Tinto ha sido acusada de no actuar en base a la información que recibió sobre el patrimonio amenazado. La compañía se disculpó en junio.

Buscando responsabilidades

El hecho de que no se buscasen responsabilidades y que no se despidiese a ningún ejecutivo por ello (solo se les recortó su bono de beneficios), provocó las críticas de sus grupos de inversores y de organizaciones aborígenes.

Estos acusaron a la empresa de no asumir toda la responsabilidad por la demolición de las cuevas, que tenían un valor arqueológico significativo y un profundo significado cultural para los aborígenes, y presionaron para que tomara medidas disciplinarias, algo que han hecho con el despido del director general y dos altos ejecutivos.