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Los australianos podrían convertirse en los próximos refugiados climáticos
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EL CAMBIO CLIMÁTICO, DETRÁS DE TODO

Los australianos podrían convertirse en los próximos refugiados climáticos

Un país que actualmente envía a los solicitantes de asilo a centros de detención en el extranjero podría sufrir esa situación, en un futuro próximo, en sus propias carnes

Foto: Miles de personas se han visto forzadas a abandonar sus casas ante la llegada del fuego
Miles de personas se han visto forzadas a abandonar sus casas ante la llegada del fuego

Australia está viviendo una auténtica tragedia nacional: la ola de incendios que arrasa el país no tiene precedentes y las consecuencias no dejan de crecer. Han muerto más de 25 personas y más de mil millones de animales, además de que el fuego ha calcinado centenares de viviendas y destruido todo lo que ha encontrado a su paso: se ha quemado una cantidad de terreno equivalente a toda Portugal.

Pero Australia se encuentra en pleno verano, las temperaturas siguen siendo extremas y no se ve una solución a corto plazo. De hecho, algunos incendios se retroalimentan: las nubes de humo crean sus propias tormentas internas, provocando rayos y tornados de fuego que vuelven a quemar campos y bosques. Y no hay lluvia a la vista.

Foto: Lanzamiento de zanahorias  para los animales en Australia. Foto: Twitter

El doctor Mann, director del Centro de Ciencias del Sistema Terrestre de la Universidad Estatal de Pensilvania, explica a 7 News que "es posible que gran parte de Australia, simplemente, se vuelva demasiado calurosa y seca para ser habitada por humanos. En ese caso, sí, desafortunadamente, podríamos ver a los australianos convertirse en refugiados climáticos". Es decir, personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a cambios en los patrones climáticos o bien a eventos climáticos extremos.

Hay una huella humana

Según el doctor Mann, que ha ganado el Premio Tyler a los logros ambientales, los cielos llenos de humo y ceniza que no permiten ver la luz del Sol en Sídney y otras ciudades australianas son producto del cambio climático provocado por el hombre y cuyas consecuencias más inmediatas son los récords de temperatura y las sequías sin precedentes. Melbourne, por ejemplo, es hoy en día la ciudad del mundo con peor calidad del aire.

Ya se ha quemado una cantidad de terreno equivalente a toda Portugal, los incendios no se detienen y las temperaturas no descienden

El cambio climático ha multiplicado los episodios extremos con incendios, inundaciones, etc. El primer ministro australiano, Scott Morrison, se ha comprometido a "cumplir y superar" el objetivo global que se acordó en la cumbre climática de París, donde se habló de reducir las emisiones en un 26 por ciento. Y Mann cree que es algo posible si Australia apuesta por las energías renovables, algo que está a su alcance por las particularidades de su territorio.

Pero los grandes damnificados de esta situación serán los ciudadanos, que podrían tener que buscar refugio en otras partes del mundo. Australia, hoy en día, no deja entrar al país a los solicitantes de asilo y los envía a centros de detención que se encuentran en países limítrofes, lo que ha provocado multitud de problemas. En un futuro próximo, los solicitantes pueden ser ellos.

Australia está viviendo una auténtica tragedia nacional: la ola de incendios que arrasa el país no tiene precedentes y las consecuencias no dejan de crecer. Han muerto más de 25 personas y más de mil millones de animales, además de que el fuego ha calcinado centenares de viviendas y destruido todo lo que ha encontrado a su paso: se ha quemado una cantidad de terreno equivalente a toda Portugal.

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