Una mujer con problemas mentales decapita a su madre tras una discusión

“Necesito ayuda. Llama a la policía o a una ambulancia. Tuve una pelea con mi madre, maté a mi madre”. Son las palabras que dijo Jessica Camilleri a su vecina minutos después de que hubiera asesinado a su madre en su casa, y después de presentarse ante su puerta completamente bañada en sangre.

La escabrosa escena no termina ahí. La cabeza de la madre estaba a solo unos metros de la puerta de sus vecinos: la había decapitado. La policía australiana asegura que se habían escuchado gritos de auxilio procedentes de la casa, pero no se esperaban lo que se encontraron al llegar. Según el detective Brett McFadden era "una de las escenas más horribles a las que me he tenido que enfrentar en mi carrera".

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Efe

El suceso sucedieron el pasado fin de semana cerca de Sídney y Jessica Camilleri fue detenida a las puertas de su casa, acusada del asesinato de su madre, Rita, de 57 años. Fue ingresada en la prisión de Amber Laurel, en el sureste de Australia, y en la vista previa del caso su abogado ha explicado al juez que su cliente sufre "graves problemas de salud mental".

Apoyo psicológico

Brett McFadden explicó que madre e hija mantuvieron "una discusión que se volvió violenta. Pero no hay que alejarse del hecho de que fue un ataque horrible y significativo, y que las lesiones que sufrió la víctima fueron enormes". Según el detective, se utilizaron varios cuchillos en el ataque, alguno de grandes dimensiones.

Es una de las escenas más horribles a las que me he tenido que enfrentar en mi carrera

En declaraciones que recoge The Sydney Morning Herald, McFadden explicó que los vecinos proporcionaron información específica de lo sucedido: “Estamos trabajando con la información disponible y en contacto con la familia para establecer exactamente lo que ha sucedido, pero esto no es nada previsible".

Jessica Camilleri no pidió quedar en libertad bajo fianza y fue trasladada al Nepean Hospital para recibir tratamiento médico y ser evaluada de su salud mental. Mientras, la crueldad de los hechos ha provocado que los policías y el personal sanitario que intervinieron en la detención tengan que recibir apoyo psicológico.