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El bombero vasco que plantó cara a Arabia Saudí... y ganó la batalla
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"LO QUE ME HICIERON FUE UN AVISO A NAVEGANTES"

El bombero vasco que plantó cara a Arabia Saudí... y ganó la batalla

Ignacio Robles se negó a colaborar en un envío de armas a Arabia Saudí y 'pagó' por ello. Su caso fue "un aviso a navegantes". Una advertencia a cualquiera que trabaja alrededor de estos cargamentos

Foto: Protesta de Greenpeace en el puerto de Bilbao por la exportación de armas a Arabia Saudí, el 16 de febrero de 2018. (EFE)
Protesta de Greenpeace en el puerto de Bilbao por la exportación de armas a Arabia Saudí, el 16 de febrero de 2018. (EFE)

Ignacio Robles siempre ha sostenido que su caso fue "un aviso a navegantes". Una advertencia a cualquiera que trabaja alrededor de los envíos de armamento a Arabia Saudí. Este cabo de bomberos se negó a dirigir en marzo de 2017 un retén de seguridad durante el embarque en el puerto de Bilbao de un cargamento con "bombas y proyectiles de mortero" con destino al país árabe. Alegó objeción de conciencia, al entender que aquellas 720 toneladas de armas podían ser utilizadas en la guerra de Yemen, donde Arabia Saudí lidera desde 2015 una intervención militar e impone un bloqueo que ha acabado creando la peor catástrofe humanitaria de la actualidad.

La acción de Robles provocó un retraso de 14 minutos en el embarque de aquellas bombas y un expediente disciplinario por falta muy grave que pudo costarle entre dos y cuatro años de empleo y sueldo. Al expediente, abierto por la Diputación de Vizcaya, se añadieron después nuevas acusaciones, como "poner en peligro a la población", lo que suponía entre tres y seis años sin trabajo ni salario. Ningún jefe del servicio de bomberos se comunicó con Robles, quien conoció las acusaciones por la prensa.

"Hubo presiones, llamadas del puerto al Servicio de Bomberos para forzar la situación. Para el puerto de Bilbao, la naviera Bahri [la naviera nacional de Arabia Saudí] es un cliente muy bueno y no querían perderlo", asegura Robles a El Confidencial. Precisamente con Bahri se han producido "faltas muy graves de ordenación marítima", sostiene el cabo de bomberos.

"Con los envíos a Arabia Saudí se han falseado los registros, se han cambiado banderas [en los buques mercantes] o los cargueros han entrado en el puerto sin localizador", denuncia este bombero de Vizcaya. Consultadas por este diario, fuentes de la Autoridad Portuaria del Puerto de Bilbao aseguran que "todo buque y mercancía se gestionan cumpliendo la legalidad vigente" y añaden que "el buque (de la naviera Bahri) no atraca ya en Bilbao. Hace escala en Santander".

Tras mucho dinero invertido en abogados y muchas noches sin dormir, Robles 'ganó' la batalla legal: su caso se resolvió en febrero de 2018 y el expediente se quedó en una falta leve. "He gastado demasiado, por eso decidí no recurrir", dice.

placeholder Funeral de víctimas, entre ellas muchos niños, de un bombardeo saudí contra un autobús en el norte de Yemen, en Saada. (Reuters)
Funeral de víctimas, entre ellas muchos niños, de un bombardeo saudí contra un autobús en el norte de Yemen, en Saada. (Reuters)

La catástrofe que Robles intentó evitar

Debido a su cercanía a algunas de las mayores fábricas de armamento de España, el puerto de Bilbao es el principal punto de salida de armas para la exportación. Una actividad que el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul ha puesto de nuevo sobre la mesa al activar un debate que reaparece, como un alma en pena, cada cierto tiempo.

Tras más de 57.000 muertos, según cifras de Acled (Armed Conflict Location and Event Data), dos millones de desplazados y una epidemia de cólera sin precedentes, la situación en Yemen empeora. En una guerra que se ceba con los civiles —casi un tercio de los ataques aéreos realizados desde marzo de 2015 no iba dirigido contra emplazamientos militares—, las ONG advierten del grave deterioro de las condiciones de vida de la población. Y una de las causas del agravamiento de la situación es la ofensiva de las fuerzas gubernamentales —respaldadas por Arabia Saudí— en la región de Al Hudeida, un puerto clave para la entrada de alimentos y otros productos básicos.

La tropas yemeníes apoyadas por milicias aliadas relanzaron la semana pasada la ofensiva sobre Al Hudeida, que había sido suspendida en junio para intentar entablar consultas de paz entre los bandos con mediación de la ONU, negociaciones que finalmente no se produjeron. El Gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, apoyado por la coalición árabe, intenta recuperar el control de esta urbe estratégica, dominada por los hutíes desde finales de 2014 y punto de entrada del 70% de los suministros básicos y la ayuda humanitaria.

Foto: Un hombre ayuda a una niña herida en un bombardeo de la coalición árabe contra Saná, capital de Yemen. (Reuters)

La que ya es la peor catástrofe humanitaria de la actualidad se enfrenta ahora a una “enorme hambruna inminente”, según la ONU. Hasta 14 millones de personas, la mitad de la población de Yemen, pronto dependerán por completo de la ayuda humanitaria para sobrevivir, advierte el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que asegura que dicha hambruna será mucho más grave de lo que ninguna ONG "haya visto nunca". Unicef cifra en 400.000 los niños yemeníes que ya sufren de malnutrición severa aguda.

No obstante, Médicos Sin Fronteras (MSF), que alerta del grave deterioro de las condiciones de vida de la población después de años de guerra, asegura que los datos recopilados en los centros de salud que apoya en las gobernaciones de Hajja, Ibb, Taiz, Amran y Saada “no indican focos de hambruna ni una hambruna inminente”. Eso no quiere decir que las tasas de desnutrición aguda severa no estén aumentando. Muchas áreas del país son inaccesibles por los ataques aéreos y los combates, por ello, MSF sostiene que no hay datos creíbles para declarar que la hambruna es inminente, al igual que tampoco se conoce el número real de víctimas mortales.

Ignacio Robles siempre ha sostenido que su caso fue "un aviso a navegantes". Una advertencia a cualquiera que trabaja alrededor de los envíos de armamento a Arabia Saudí. Este cabo de bomberos se negó a dirigir en marzo de 2017 un retén de seguridad durante el embarque en el puerto de Bilbao de un cargamento con "bombas y proyectiles de mortero" con destino al país árabe. Alegó objeción de conciencia, al entender que aquellas 720 toneladas de armas podían ser utilizadas en la guerra de Yemen, donde Arabia Saudí lidera desde 2015 una intervención militar e impone un bloqueo que ha acabado creando la peor catástrofe humanitaria de la actualidad.

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