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El secuestro de dos pesqueros italianos en Libia complica los planes de Salvini
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DURA REACCIÓN DE LA OPOSICIÓN DE IZQUIERDAS

El secuestro de dos pesqueros italianos en Libia complica los planes de Salvini

Las fuerzas del general rebelde Jalifa Haftar retienen desde anoche a 14 tripulantes, lo que pone en peligro la conferencia internacional promovida por el primer ministro como freno a la inmigración

Foto: Un miembro de las fuerzas leales al general Jalifa Haftar monta guardia frente a una terminal petrolífera en Zueitina, al oeste de Bengasi. (Reuters)
Un miembro de las fuerzas leales al general Jalifa Haftar monta guardia frente a una terminal petrolífera en Zueitina, al oeste de Bengasi. (Reuters)

Dos barcos pesqueros italianos fueron interceptados anoche y permanecen desde entonces retenidos —junto con toda su tripulación— por las fuerzas navales libias que obedecen al general rebelde Jalifa Haftar, un personaje de creciente influencia en el tablero libio que se encuentra en abierta desobediencia del Gobierno central respaldado por la ONU. La captura, de consecuencias imprevisibles para las relaciones entre Libia e Italia —y para los planes migratorios del nuevo Gobierno italiano— fue confirmada primero por Nicola Cristaldi, alcalde de la ciudad siciliana de Mazzara del Vallo, y posteriormente también por las tropas de Haftar.

La noticia se produce a poco más de un mes de la Reunión Internacional sobre Libia que el Gobierno italiano pretende organizar, a mediados de noviembre, en Palermo (Sicilia). Una cita clave para Italia en la que el nuevo Gobierno de este país, capitaneado por la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), espera poder encontrar una solución para clausurar definitivamente la ruta migratoria marina que sale del país norteafricano hacia Italia. Algo que promueve sobre todo Matteo Salvini, el jefe de la Liga y ministro de Interior italiano que defiende la ‘mano dura’ contra la inmigración.

De ahí que la información, desde muy temprano, suscitara también una dura reacción de la oposición de izquierda, la cual —tal y como han hecho numerosas organizaciones internacionales—insiste en que los hostigamiento que sufren los inmigrantes subsaharianos y de Medio Oriente allí demuestran que Libia no es “un país seguro”. “¿Y ahora el ministro de Interior qué hará? ¿Les agradecerá a las autoridades libias por haber disparado contra dos pesqueros italianos y haberlos secuestrado sin razón alguna? En julio pasado, [Salvini] decía que él se fía de los libios”, ha denunciado Erasmo Palazzotto, diputado de Izquierda y Libertad (LeU, por sus siglas en italiano).

Foto: Inmigrantes en una patrullera de la Guardia Costera libia, en Trípoli, en mayo de 2017. (Reuters)

En la misma línea, el presidente de la región autonómica de Sicilia, Nello Musumeci, ha evocado directamente la reunión que se debería llevar a cabo en noviembre en la isla italiana (si los últimos eventos no la echan directamente por tierra). “En la próxima conferencia, además de inmigración, otro tema que debe ser afrontado de manera muy seria es la seguridad de nuestros pesqueros. Se trata de una historia vieja, que se repite puntualmente”, ha dicho Musumeci.

De acuerdo con la información disponible este miércoles, los dos barcos fueron interceptaron en torno a las ocho de la noche de ayer a 29 millas de distancia de las costas de la ciudad costera de Derna, ubicada en la provincia libia de Cirenaica, y fueron apresados bajo la acusación de estar pescando en aguas libias y no internacionales (como sostienen los italianos). Bajo esta premisa, los catorce integrantes de la tripulación de los pequeros Matteo Mazzarino y del Afrondite Pesca, ambos procedentes de la ciudad italiana de Mazzara del Vallo, fueron apresados y obligados a seguir a las tropas de Haftar hacia una localidad de la costa libia.

placeholder El general Jalifa Haftar durante una reunión de seguridad en Bengasi, en octubre de 2017. (Reuters)
El general Jalifa Haftar durante una reunión de seguridad en Bengasi, en octubre de 2017. (Reuters)

El 'hombre fuerte' de Libia

La ciudad de Derna, caída en manos del Estado Islámico en 2014, fue posteriormente recuperada por las autoridades libias en 2016. Pese a ello, todavía en la actualidad Derna se encuentra afectada por una alta presencia de milicias yihadistas que dictan su ley en sus territorios y los alrededores. “Los tripulantes están bien pese a que ha habido disparos de aviso", afirmó en declaraciones a la prensa italiana Cristaldi, el alcalde de Mazzara del Vallo, una ciudad multiétnica en la que el los 80 hubo una masiva inmigración (hoy integrada) de tunecinos.

De acuerdo con Cristaldi, la tripulación de los dos pesqueros fue forzada a desembarcar anoche en el puerto libio de Ras Al Hilal, “después de que los militares libios, llegados en dos barcos, amenazaran a la tribulación de los dos barcos”. Sin embargo, Haftar ha llegado incluso a emitir un comunicado para insistir en que los dos pequeros se encontraban en “en aguas territoriales libias”. Algo que, según algunos observadores en Italia, remite a que Haftar quiere dejar claro que él es el hombre fuerte de Libia y que ninguna negociación puede llevarse adelante sin él. Los analistas consideran que el incidente podría convertirse en un “caso político”, sobre todo si el secuestro perdura.

Foto: Inmigrantes interceptados en el Mediterráneo son llevados a una base de los guardacostas libios en Trípoli, en noviembre de 2017. (Reuters)

En este escenario, según ha informado la prensa italiana, el ministerio de Relaciones Exteriores ha puesto en marcha rápidamente a su diplomacia, para que esta “crisis se resuelva rápido y de la mejor manera posible”, razón por la que ya fue alertada la embajada italiana en Trípoli, según ha escrito la prensa italiana.

Sin embargo, contactado por este diario, un portavoz del ministerio de Relaciones de Exteriores italiano no quiso hacer declaraciones de manera inmediata acerca de las gestiones que se están haciendo para la liberación de los pescadores y si se prevé una solución en tiempos breves. Quizá también porque la capital,. Trípoli, en realidad se encuentra bajo la autoridad del primer ministro libio Faiez Serraj, cuya hegemonía no es reconocida por el general Haftar.

Por su parte, Lorenzo Viviani, de la Liga, junto con Paolo Formentini y Eugenio Zoffili, miembros del comité de Exteriores del Parlamento italiano, han presentado también una solicitud informativa para conocer qué sabe el Gobierno italiano sobre el secuestro.

Dos barcos pesqueros italianos fueron interceptados anoche y permanecen desde entonces retenidos —junto con toda su tripulación— por las fuerzas navales libias que obedecen al general rebelde Jalifa Haftar, un personaje de creciente influencia en el tablero libio que se encuentra en abierta desobediencia del Gobierno central respaldado por la ONU. La captura, de consecuencias imprevisibles para las relaciones entre Libia e Italia —y para los planes migratorios del nuevo Gobierno italiano— fue confirmada primero por Nicola Cristaldi, alcalde de la ciudad siciliana de Mazzara del Vallo, y posteriormente también por las tropas de Haftar.

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