Navidad adelantada para un niño de 2 años con cáncer que no llegará a diciembre

Brody Allen tiene dos años y un cáncer terminal. Sus padres saben que no llegará siquiera a Navidades. Pero lejos de quedarse encerrados en casa en medio de semejante drama, la familia del pequeño ha decidido darle la última gran alegría de su vida: celebrar la Navidad en pleno mes de septiembre. Esta familia de Cincinnati, en el medio-este de Estados Unidos, está dispuesta a hacer posible lo imposible.

Cuando los padres de Brody llevaron al pequeño al médico hace algunos meses, parecía que todo se iba a quedar en una otitis mal curada. Sin embargo, el doctor remitió a Brody a un hospital infantil para hacerle varias pruebas que descartaran algún problema mayor. Y esas pruebas no sólo no descartaron nada, sino que sentenciaron al niño: sufría un cáncer sin cura.

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El Confidencial

La familia recibió la noticia como un mazazo: le quedaban meses de vida. Su cuerpo se deterioraba rápidamente y a Brody ya le costaba mover la parte izquierda, iba perdiendo fuerzas poco a poco. Pero en sus manos estaba hacerle feliz durante sus últimos días y decidieron organizar una Navidad en septiembre. La hermana de Brody, McKenzie Allen, explica al New York Times que para el pequeño “simplemente es Navidad. Se levantó un día y estaba el árbol puesto. Él no sabe exactamente cuándo es Navidad, sólo lo está disfrutando”.

La solidaridad de los vecinos

En el jardín de Brody se ha instalado la Navidad, pero en el de los vecinos también. La señora Elliot, de 74 años, se puso manos a la obra nada más enterarse de la noticia y pidió a su marido que colocara las luces alrededor de la casa, mientras ella misma sacaba al jardín un muñeco de nieve, inflables de Micky Mouse y Minnie, un Papá Noel e incluso su propio árbol de Navidad. Fueron los primeros, pero no los únicos.

El padre de Brody lanzó una campaña en Facebook para hacerse con decoración navideña, algo difícil en septiembre porque no está a la venta. Le han llegado donaciones de todos los puntos del país y otros vecinos se han volcado en la iniciativa, decorando las casas y llenando el vecindario del espíritu de la Navidad.

Todd Allen asegura que su hijo está “mucho más animado” desde que las casas comenzaron a llenarse de colorido y no se puede creer la respuesta de personas desconocidas: “Ayer llegaron 25 felicitaciones navideñas para Brody”.

La última gran cita será el próximo domingo 23 de septiembre, cuando se ha preparado un gran desfile de Navidad en el que participará el propio Papá Noel subido a un coche de bomberos, superhéroes, animadores y gente normal que quiere decorar su coche y desfilar delante de Brody. “Todo el mundo quiere formar parte de esto”, asegura Shilo, la madre de Brody, que reconoce que “es emocionante, porque sabemos que será su última Navidad, pero adoro ver la alegría en sus ojos. Lo hemos hecho por él”.