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La nube asesina de Camerún: el verdugo silencioso que mató a 1.746 personas
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OCURRIÓ EN EL LAGO NYOS

La nube asesina de Camerún: el verdugo silencioso que mató a 1.746 personas

Ocurrió hace más de tres décadas y, a día de hoy, sigue sin haber explicación de qué es lo que causó el fallecimiento de casi dos millares de personas y más de 6.000 animales

Foto: El lago Nyos en Camerún. (Reuters)
El lago Nyos en Camerún. (Reuters)

El 21 de agosto de 1986 parecía un día normal, pero algo inesperado cambió para siempre la historia Nyos, un pequeño pueblo de Camerún. ¿Qué había ocurrido en plena noche para que 1.746 personas y 6.000 cabezas de ganado perdieran la vida en cuestión de media hora? A la mañana siguiente, cuando los escasos supervivientes de la localidad descubrieron lo que había pasado, no daban crédito: todo un pueblo había perdido la vida... sin saber por qué.

Se trataba de un verano más en Nyos, una localidad bañada por un gran lago del mismo nombre. Después de un duro día de sol, trabajando en la ganadería y en la agricultura como de manera habitual, con la caída de sol llegó el momento de cenar. Por aquel entonces, la luz eléctrica en una zona tan humilde era inexistente, lo que provocaba que la gente adecuara sus biorritmos a los que marcaba la luz natural. Poco después de las 21:00 horas, pocos habitantes quedaban despiertos en la zona.

Foto: El lago Nyos en Camerún

Fue precisamente entonces cuando algo extraño sucedió: algo parecido al ruido de una explosión ahogada y, después, el silencio. Casi todo el poblado dormía ya en ese momento y no fue hasta la mañana siguiente cuando se vieron las consecuencias de lo ocurrido. Solo cuatro personas de las más de 1.300 personas que vivían en la localidad sobrevivieron y otras 500 más, además de miles de animales, aparecieron muertos sin ningún signo de violencia.

¿Qué había ocurrido? La monumental tragedia que tuvo lugar en unos 23 kilómetros a la redonda del lago Nyos provocó que científicos de todos los lugares se acercaran a la zona para analizar y estudiar qué había acabado con tanta gente en cuestión de segundos sin que nadie opusiera resistencia. Después de varios análisis y estudios pormenorizados de la situación, la conclusión fue clara: la causa de la masacre había sido una erupción límnica.

Al parecer, el lago Nyos se encuentra situado en un cráter volcánico, en uno de los flancos de un volcán inactivo. Sus más de 200 metros de profundidad nunca habían sido analizados hasta la fecha y se desconocía que bajo el agua del lago se estaba acumulando grandes cantidades de Co2 procedentes del propio volcán: un simple cambio en la presión del lago dio lugar a que naciera de él una nube tóxica que liberó más de 80 millones de metros cúbicos de Co2.

¿Qué pasó realmente?

Desplazándose a casi 50 km/h, la nube tóxica fue capaz de moverse por una zona de una extensión cercana a los 23 kilómetros a la redonda, acabando con la vida de 1.746 personas y de 6.000 cabezas de ganado. Las investigaciones confirmaron que los gases que salieron del lago fueron los responsables de la masacre en Camerún, en lo que era la segunda vez en la historia en la que se producía este extraño fenómeno. Pero quedaba ver por qué había ocurrido.

Los expertos no han podido llegar a un acuerdo al respecto, pues son varias las causas que pudieron provocar que se liberaran estos gases. La que mejor encajaría al respecto es que se hubiera producido una erupción volcánica, pero eso nunca pasó, por lo que se ha abierto el abanico a otras posibles situaciones: un derrumbe, un pequeño terremoto o un aluvión pudieron ser los responsables de que se liberara esta nube tóxica en Camerún.

Incluso algunos habitantes del lago Nyos creen en teorías más conspiranoicas y consideran que pdrían haber sido víctimas de algún experimento secreto, de la prueba de algún tipo de bomba nunca antes utilizada. Sea como fuere, 1.746 personas y 6.000 animales perdieron la vida esa trágica noche de agosto de 1986. Ahora, un complicado sistema de tuberías descansa en el fondo de lago con la intención de que nunca más se vuelva a producir una nube tóxica como aquella.

El 21 de agosto de 1986 parecía un día normal, pero algo inesperado cambió para siempre la historia Nyos, un pequeño pueblo de Camerún. ¿Qué había ocurrido en plena noche para que 1.746 personas y 6.000 cabezas de ganado perdieran la vida en cuestión de media hora? A la mañana siguiente, cuando los escasos supervivientes de la localidad descubrieron lo que había pasado, no daban crédito: todo un pueblo había perdido la vida... sin saber por qué.

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