Robles elige la misión de la ONU en Líbano para su primera visita a las tropas

La ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha desplazado a Líbano para efectuar su primera visita a las tropas españolas desplegadas en el exterior, en concreto a la misión que la ONU mantiene en la frontera de Israel para evitar enfrentamientos y ayudar al Ejército regular libanés. La nueva titular del departamento ha elegido para estrenarse en los desplazamientos al extranjero la operación inaugurada en tiempos del anterior gobierno socialista, el de José Luis Rodríguez Zapatero (en 2006) en la que han perdido la vida un total de 14 militares españoles.

Robles fue recibida en el aeropuerto Rafiq Hariri de Beirut por el embajador de España, José María Ferré De la Peña, y se desplazó después al ministerio de Defensa de la República libanesa para entrevistarse con su titular, Yacoub Sarrat, antes de dirigirse a la base Miguel de Cervantes, cerca de los altos del Golán.

Robles se saltó la tradición

En el acuartelamiento, la ministra trasladó el apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez a los militares españoles desplegados en la zona en una cena a la que asistieron los soldados y oficiales libres de servicio. En contra de lo habitual en este tipo de visitas al exterior, Robles se dirigió a los reunidos pero no terminó sus palabras con los tradicionales vivas a España y al Rey ni transmitió el saludo “del primer soldado de España”.

La titular de Defensa todavía intenta que un militar español asuma el mando de la misión internacional pese a que desde mayo esa responsabilidad está adjudicada a Italia. Como aún no se ha hecho efectivo el nombramiento, Robles presiona para ver si Naciones Unidas rectifica y tiene en cuenta la aportación de nuestras tropas.

La operación más antigua de la ONU

La ministra ha preferido empezar por UNIFIL, la única operación de la ONU en la que participa España, su gira por las misiones que en los próximos meses le llevará también a las de la OTAN, la Unión Europea y la coalición internacional contra el Daesh repartidas por Asia, África, el Índico o los países Bálticos en Europa. Antes de ir a Irak o Malí, Robles visita la más antigua de las operaciones de Naciones Unidas, la que arrancó en 1978 para confirmar la retirada de las tropas israelíes de Líbano.

Después del último choque armado en la zona, en 2006, el Gobierno español decidió encabezar junto con Francia e Italia el esfuerzo de la ONU para pacificar la frontera con el despliegue de más ‘cascos azules’ y aportó un contingente de 1.100 militares. Desde 2012 se ha reducido esa primera aportación hasta los 610 hombres y mujeres. La brigada Aragón I al mando del general José Luis Sánchez Martínez-Falero compone el actual despliegue en la base Miguel de Cervantes, cerca de Marjayoun.

Desactivadas casi 4.500 minas

En los últimos 12 años han pasado por la misión de El Líbano 23.553 militares españoles, entre cuyos principales logros está el dato de haber desactivado 4.424 minas y otros tipos de artefactos explosivos hasta dejar limpio casi medio millón de metros cuadrados de suelo libanés. Las Fuerzas Armadas ha tenido en esa tiempo un total de 14 bajas mortales. Seis soldados murieron en un ataque con coche bomba en 2007, mientras que el cabo Francisco Soria perdió la vida por fuego de la artillería israelí en la línea azul en 2015. El resto de las bajas se deben a accidentes o causas naturales.