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Este es el círculo más próximo a Merkel... y no son sus ministros
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el desconocido equipo de la canciller

Este es el círculo más próximo a Merkel... y no son sus ministros

El núcleo decisorio de la Cancillería alemana está formado por un trío de incondicionales a Merkel que, en su mayoría, son totalmente desconocidos por la opinión pública

Foto: Angela Merkel junto a su asesora Beate Baumann (derecha) y su portavoz Eva Christiansen (izquierda), en 2005. (Reuters)
Angela Merkel junto a su asesora Beate Baumann (derecha) y su portavoz Eva Christiansen (izquierda), en 2005. (Reuters)

Los años pasan. También por la Cancillería alemana. Y la mayoría de figuras políticas que se percibían como imprescindibles en 2005, cuando Angela Merkel accedió al poder, han caído hace ya tiempo en el olvido. Sólo un estrecho trío de incondicionales de la líder conservadora se mantiene en el núcleo del poder de la primera potencia europea. Ellas -dos de tres son mujeres- son quienes aconsejan a la canciller. Quienes le ayudan a perfilar sus políticas y su discurso. Y son prácticamente invisibles.

Descrita como el sismógrafo de Merkel, Beate Baumann es la más estrecha asesora y consejera de la canciller. Inteligente, directa, discreta y austera. Satisfecha de estar en la sombra y, aparentemente, sin más ambiciones políticas que seguir siendo la sombra de la mujer más poderosa de Europa. Esta filóloga católica de 54 años nacida en Osnabrück es oficialmente su jefa de gabinete, pero su papel va mucho más allá. Ayuda a definir las principales posiciones políticas, perfila discursos clave y dirige la política de personal de Cancillería. Además, ejerce de filtro para Merkel a la vez que le transmite lo que preocupa y ocupa al alemán de a pie. "Baumann es sin duda una de las personas menos conocidas y a la vez de las más importantes del panorama berlinés", aseguró a Bloomberg el fundador del instituto demoscópico alemán Infratest dimap, Richard Hilmer.

Foto: El primer ministro australiano Malcolm Turnbull habla con Angela Merkel durante su visita oficial a Berlín, el 23 de abril de 2018. (Reuters)

Frente a lo que sucedía con los dos cancilleres previos, el socialdemócrata Gerhard Schröder y el cristianodemócrata Helmut Kohl, la oficina de Baumann no está una planta más abajo y a unos dos minutos andando de la de su jefe. No. Sus despachos están en la misma planta, la séptima, separados tan sólo por tres pequeñas estancias: las de sendas secretarias y la del adjunto a la jefa de gabinete. Incluso cuando Merkel está de viaje oficial ambas telefonean con frecuencia, incluso a diario. Eso da la idea de su relevancia y peso específico en la era Merkel.

Su relación se remonta más allá de un cuarto de siglo. El expresidente Christian Wulff las presentó en 1992 y desde entonces Baumann ha sido la fiel escudera de Merkel a lo largo de su carrera política. En los Ministerios de Mujer y Juventud y de Medio Ambiente, primero, y luego en la dirección del partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), durante los años de oposición a Gerhard Schröder. Y desde 2005, en la Cancillería. Su relación es muy estrecha y directa, aunque según los escasos perfiles de Baumann, ambas siguen tratándose de usted y no mantienen una relación de amistad.

placeholder Beate Baumann conversa con Merkel antes del Consejo de Ministros celebrado en el Palacio Meseberg en Gransee, el 11 de abril de 2018. (EFE)
Beate Baumann conversa con Merkel antes del Consejo de Ministros celebrado en el Palacio Meseberg en Gransee, el 11 de abril de 2018. (EFE)

Las cosas claras y a la cara

Baumann es percibida como la única persona que se permite decirle a la canciller las cosas claras. Sin paños calientes. El semanario Der Spiegel relató hace años una escena, acaecida en 2009, en la que Baumann se encaró a Merkel tras una comparecencia pública y le soltó: "¿Cómo se le ocurre decir algo así?". La canciller no le replicó. Pero su jefa de gabinete sabe también callar, como atestiguan quienes se han reunido con ambas y han descubierto que Baumann no abre la boca en público.

Otra escena que da cuenta de la relación entre ambas tuvo lugar en 1995, según el biógrafo de Merkel Gerd Langguth. Fue durante la Cumbre del Clima de Berlín, cuando tras una infructuosa noche de negociaciones la entonces ministra alemana de Medio Ambiente rompió a llorar delante de su asesora. "Recompóngase ahora mismo", le espetó entonces Baumann. Merkel volvió poco después al plenario e instó a las partes en un improvisado discurso a buscar compromisos. La cita se cerró con éxito.

Foto: El presidente estadounidense, Donald J. Trump (dcha), y la canciller alemana, Angela Merkel (izda), el pasado 27 de abril en Washington. (EFE)

Baumann está presente en muchas citas clave, así como en las reuniones matinales de Cancillería a la que sólo asisten un puñado de confidentes de Merkel. Pero rara vez le acompaña en actos públicos y nunca ha concedido una entrevista. Este estricto anonimato que mantiene la jefa de gabinete tiene una gran ventaja para la canciller. Porque le ayuda a mantener un contacto bastante fidedigno con la calle pese a vivir desde hace más de una década dentro de la burbuja del poder. Baumann le transmite el pulso de la calle. De ahí lo de sismógrafo. "El hecho de que Bauman sea prácticamente invisible como asesora tiene con seguridad ciertas ventajas para la canciller", valoró Hilmer.

Algunos observadores han destacado ciertas semejanzas entre Merkel y Baumann. Como su edad, su decisión de no tener hijos, su escasa atención a la apariencia externa (algo que la canciller ha ido puliendo con los años) y, sobre todo, proceder de hogares en los que la política y la religión eran temas clave. Pero también hay diferencias evidentes. La canciller llegó a la política relativamente tarde, para experimentar un ascenso meteórico. Bauman militó desde joven en la CDU y su federación local influyó de forma determinante en su pensamiento político. Además, Merkel aborda los problemas desde la cautela analítica propia de su formación científica. Su asesora, filóloga, se centra en los aspectos comunicativos, en las palabras y en el tono. Es más rápida en la toma de decisiones y firme en mantener la coherencia.

placeholder El portavoz del Gobierno alemán Steffen Seibert durante una rueda de prensa en Berlín, en 2016. (Reuters)
El portavoz del Gobierno alemán Steffen Seibert durante una rueda de prensa en Berlín, en 2016. (Reuters)

Articular el discurso

Baumann no esta sola en esta tarea. Otras dos personas asiduas a las reuniones matinales en Cancillería trabajan desde hace años en contornear y articular el discurso público de la canciller. Son los otros dos miembros del núcleo más íntimo del poder que rodea a Merkel: Eva Christiansen y Steffen Seibert.

Christiansen, licenciada en empresariales de 47 años, dirige el departamento de Planificación Política, Cuestiones Fundamentales y Tareas Especiales de Cancillería desde 2010. Pero es además la redactora de los discursos de Merkel y su asesora de Comunicación. Ella sí que mantiene contacto con los medios alemanes, a diferencia de Baumann, pero para transmitir las posiciones de la canciller. No concede entrevistas, pero sí que da pistas sobre lo que se está cociendo en el Gobierno alemán.

Christiansen entró en la CDU en 1997 tras picotear como recién licenciada unos años en el sector privado. Un año después el entonces secretario general del partido, Peter Hintze, la eligió como segunda portavoz y dos años más tarde ya era la portavoz principal de los conservadores. En 2002, cuando Merkel se convirtió en jefa del grupo parlamentario de la CDU, Christiansen pasó a ser su voz y, con el salto a la Cancillería en 2005, esta joven de Colonia se convirtió en asesora de Comunicación. Tanto algunas frases míticas de Merkel como su estética llevan el sello de Christiansen.

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Seibert es el más mediático del círculo más íntimo de la canciller. Su portavoz, con rango de secretario de Estado, es un rostro habitual en los informativos. Los medios alemanes dan por supuesto que cuando Seibert habla es Merkel quien apunta sus palabras. Literalmente. Este periodista muniqués de 57 años es quien transmite los mensajes que la canciller quiere difundir. Con las palabras muy bien elegidas. Casi siempre las justas. Y también es quien para los golpes dialécticos contra ella y quien responde a las preguntas más incómodas. A diferencia de Baumann y Christiansen, Seibert acompaña a Merkel en todos sus actos públicos, de Berlín a Bruselas, habitualmente en el propio coche oficial de la canciller. Como una sombra que todo lo oye.

El portavoz de la canciller proviene de la televisión pública. Trabajó en el segundo canal, la ZDF, como corresponsal extranjero y presentador. Su nombre empezó a resonar en los hogares alemanes cuando en 2003 asumió el informativo "Heute-Journal", de referencia en el país. En 2010, cuando la canciller necesitaba un nuevo portavoz, recibió la llamada de Merkel. Y dijo que sí.

Los años pasan. También por la Cancillería alemana. Y la mayoría de figuras políticas que se percibían como imprescindibles en 2005, cuando Angela Merkel accedió al poder, han caído hace ya tiempo en el olvido. Sólo un estrecho trío de incondicionales de la líder conservadora se mantiene en el núcleo del poder de la primera potencia europea. Ellas -dos de tres son mujeres- son quienes aconsejan a la canciller. Quienes le ayudan a perfilar sus políticas y su discurso. Y son prácticamente invisibles.

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