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Algodón 'made in ISIS': el Estado Islámico se abre camino en el sector textil
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TRAS consolidar EL MONOPOLIO DEL crudo EN SIRIA

Algodón 'made in ISIS': el Estado Islámico se abre camino en el sector textil

Tres cuartas partes de la producción de algodón de Siria, un gran exportador antes de la guerra, está en manos de los yihadistas. Puede llegar a los mercados internacionales a través de mayoristas turcos

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Imaginen que, al comprar ropa de saldo, en el reverso de la prenda encontrasen una etiqueta en la que pusiera: "made in ISIS". Aunque el autodenominado Estado Islámico está aún muy lejos de competir con las grandes compañías textiles, tres cuartas partes de la producción de algodón de Siria, del que el país era un gran exportador antes de la guerra civil, están en manos de los yihadistas.

A raíz del conflicto, la producción se redujo de 600.000 toneladas anuales hasta entre 70.000 y 100.000 en la actualidad, de las cuales solo 3.000 se dedican a la exportación... oficialmente. Se desconoce el destino del resto. Por ello, los fabricantes textiles tienen motivos suficientes para preocuparse por la reciente adquisición del ISIS. Y, en el peor de los casos, el control sobre la producción de algodón de Siria que ha caído en manos de los combatientes del Estado Islámico podría significar que, de forma involuntaria, la industria textil acabe financiando a la organización terrorista.

El algodón producido en territorio del ISIS puede llegar a los mercados internacionales a través de mayoristas turcos, advierte el presidente del Sindicato de Fabricantes Textiles Libaneses

El Estado Islámico “vende el algodón en bruto a intermediarios, que lo transportan a los centros de procesamiento ubicados en zonas bajo el control del régimen de Bachar al Asad”, explica a El Confidencial Sleiman Jatar, presidente del Sindicato de Fabricantes Textiles Libaneses. “Esto significa que existe el riesgo de que la producción de algodón crudo del ISIS haya terminado en la industria algodonera estatal para la exportación”, advierte.

“El peligro es que el algodón producido en territorio del Estado Islámico podría llegar a los mercados internacionales a través de mayoristas turcos, que lo compran a precios reducidos al ISIS”, señala el empresario libanés. Según explica Jatar, Turquía es “el número dos de proveedores de telas mundiales y el tercero para la ropa destinada a la Unión Europea”. El país euroasiático también distribuye al mercado de Estados Unidos, Uzbekistán, Egipto e históricamente Siria”, agrega Jatar.

Debido a cuatro años de conflicto "la situación en Siria es muy farragosa y es difícil tener una idea precisa de lo que realmente está ocurriendo sobre el terreno", insiste el empresario textil.

La yihad y el monopolio del petróleo

Además del cultivo de algodón, el ISIS controla el 30% de la producción de trigo en las regiones del norte de Siria, Al Raqqa y Deir el Zor, y el 40% en las provincias iraquíes de Nívive y Saladino. Los yihadistas también se han hecho con el monopolio del petróleo de Siria, después de conquistar el último pozo que quedaba bajo control del régimen sirio. Aunque se trata de un campo de crudo de tamaño mediano, el yacimiento de Yezl, ubicado al noroeste de Palmira (provincia de Homs), era el único que abastecía a Damasco.

El grupo yihadista se define como “un estado” y como tal “busca organizarse política y económicamente”, explica a El Confidencial Amal Saad, economista de la Universidad Americana de Beirut (AUB). El negocio del petróleo era hasta ahora “el más seguro y próspero” para el ISIS, indica Saad. Sin embargo, la campaña de bombardeos liderada por Estado Unidos ha dañado seriamente su mayor fuente de ingresos. Cuando el grupo yihadista comenzó a expandirse en el verano de 2014 y conquistó un número importante de campos de petróleo y refinerías, se estimaba que sus ganancias “podían llegar a tres millones de dólares al día. Ahora la cantidad no asciende a más de un millón de dólares diarios”, asegura la economista libanesa.

El ISIS se ha convertido en el mayor proveedor de petróleo y productos agrícolas de Siria. Turquía es 'el mayor benefactor', señala el coronel Abdelkader

El petróleo que vende el ISIS tiene uno de los precios más bajos del mercado, alrededor de 40 dólares por barril, pero aun así -insiste Saad- “sigue obteniendo beneficios con la venta en el mercado negro de crudo a Turquía, Irak y Jordania”. Los ingresos obtenidos por la venta ilegal de crudo sirven para financiar la guerra, pero no para mantener contenta a la población civil que vive en el autoproclamado “Califato Islámico”.

“Dos millones de sirios viven en el territorio del ISIS, y para ganarse a la población deben mantener sus necesidades básicas cubiertas. Tener agua, electricidad y trigo, ya que el pan constituye la base de la alimentación en Siria e Irak”, sostiene el coronel retirado Nizar Abdelkader. Según explica, tras la ofensiva en Mosul en junio de 2014, el Estado Islámico se hizo con los silos para el almacenamiento de grano de la provincia de Nínive. “Sin perder la ocasión, transportaron en camiones grandes cantidades de trigo de Irak a Siria para fabricar harina y venderla, sobre todo, a través de la frontera turca", indica Abdelkader. Con la venta de la harina, los yihadistas sacan un beneficio de “unos 200 millones de dólares anuales”, indica el analista, antes de agregar que el trigo también sirve para ganarse la simpatía de la población: "Distribuyen pan gratuitamente o a precios muy bajos”.

El Estado Islámico se ha convertido en el mayor proveedor de petróleo y productos agrícolas, como cereales y algodón, de Siria. Turquía es “el mayor benefactor”, señala el coronel Nizar Abdelkader. “El ISIS envía crudo a través de la frontera turca, y Turquía, después, le vende diésel y gasolina. Todo el proceso se hace a través de intermediarios. Lo mismo sucede con la harina y el algodón. Como no hay industria en Raqqa y Deir el Zor, se lleva el trigo a fábricas en Homs y Hama y después se distribuye a vendedores turcos”, señala Abdelkader.

Según productores sirios contactados por la agencia AFP, el Estado Islámico enviaba hasta hace muy poco tiempo a Turquía algodón bruto cultivado. Pero en los últimos meses, el Gobierno de Ankara rehusó oficialmente recibir ese algodón por “razones no conocidas”.

Imaginen que, al comprar ropa de saldo, en el reverso de la prenda encontrasen una etiqueta en la que pusiera: "made in ISIS". Aunque el autodenominado Estado Islámico está aún muy lejos de competir con las grandes compañías textiles, tres cuartas partes de la producción de algodón de Siria, del que el país era un gran exportador antes de la guerra civil, están en manos de los yihadistas.

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