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Los cinco cadáveres que no quieren ni España ni Marruecos
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UN SUPERVIVIENTE: 'DISPARARON a LOS FLOTADORES'

Los cinco cadáveres que no quieren ni España ni Marruecos

Después de la tragedia en Ceuta, parece haber aún cinco cuerpos en el agua. Los españoles dicen que del lado marroquí, ellos, que del español

Foto: Vista del lugar donde se produjeron las muertes. (Efe)
Vista del lugar donde se produjeron las muertes. (Efe)

En la tarde de ayer la Guardia Civil rescató el cuerpo de un inmigrante subsahariano que apareció flotando en aguas de Ceuta, perteneciente al grupo de entre 200 y 400 inmigrantes que intentaron llegar a España el jueves pasado a través del paso de El Tarajal, que conduce a la ciudad autónoma. Fuentes de la investigación en España aseguran aEl Confidencialque todavía hay cinco cadáveres en el agua, junto al Espigón, en el lado marroquí y que Marruecos no quiere hacerse cargo de ellos. En la frontera, las fuerzas auxiliares marroquíes en el paso fronterizo aseguran también que hay cinco cadáveres, pero en el lado español.

Los cinco cuerpos fueron avistados en la mañana del viernes y hasta la fecha no han podido ser rescatados, a excepción, quizás, de este último recuperado por los agentes españoles. La Guardia Civil explica que las malas condiciones meteorológicas han arrastrado el último cadáver encontrado desde la zona marroquí hasta la española y que el estado del mar impide de momento la labor de los submarinistas que están trabajando en las tareas de rescate.

La Cruz Roja también está en situación de alerta y esta mañana algunos de sus miembros han pasado por la playa de El Tarajal. En caso de confirmarse que este último inmigrante encontrado por la Guardia Civil forma parte del grupo de los cinco que se han avistado, el balance de víctimas mortales sería de 14 personas.Han sido rescatados diez cadáveres: el hallado ayer por la Guardia Civil más otrosnueve que permanecen en la morgue de dos hospitales marroquíes.

Moussa, tras reconocer en la morgue el cuerpo de un amigo. (Foto: E.G.)Este nuevo episodio de enfrentamiento entre España y Marruecos en torno a la inmigración recuerda a la crisis que protagonizaron los dos países en septiembre de 2012 en Isla de Tierra, cuando Madrid y Rabat se repartieron casi 90 inmigrantes que alcanzaron el islote, de soberanía española, situado junto a Alhucemas, a 50 metros de la costa marroquí, y adonde llegaron a pie.

Según la Ley de Extranjería debían haber sido repatriados a la península, ya que alcanzaron suelo español, por lo que se les debe abrir un expediente, pero los dos países negociaron para llegar a un acuerdo. España trasladó a Melilla a 16 personas, mujeres y menores. Del resto, 73, se hizo cargo Marruecos, que procedió a expulsarlos inmediatamente a la frontera con Argelia. La operación de desalojo del islote se llevó a cabo de madrugada, después de dos días de negociaciones entre los ministerios de Interior y Exteriores de Madrid y Rabat.

Devoluciones ilegales

Estas formas peculiares de devoluciones forman parte también de la polémica por la muerte de los inmigrantes el pasado jueves cuando intentaban entrar en España. Las devoluciones de inmigrantes 'en caliente'a Marruecos son una práctica ilegal pero habitual en la Guardia Civil, según llevan años denunciando denunciado ONGcomo PRODEIN, en Melilla.

Según la Ley de Extranjería, “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado encargados de la custodia de las costas y fronteras que hayan interceptado a los extranjeros que pretendan entrar irregularmente en España, los conducirán a la mayor brevedad posible a la correspondiente comisaría de Cuerpo Nacional de Policía, para que pueda procederse a su identificación y, en su caso, a su devolución”.

El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha defendido en los últimos días la actuación de los agentes españoles, asegurando que ninguno de ellos pisó suelo español.

“Yo estaba en el agua, y cuando salí me encontré en la parte española, en la playa. Llegamos un primer grupo, de unas 15 personas y después otro de 11. Nos pasaron a todos por una puerta en la valla hasta la parte marroquí”, explica Moussa, originario de Níger, de 22 años, aEl Confidencial, en la morgue del hospital Hassan II de Fnideq, adonde ha acudido a buscar a un primo que lleva desaparecido desde la mañana del jueves. “Estaba en el agua, como yo”.

El médico forense es tajante en su declaración: 'Todos los inmigrantes fallecieron ahogados. No hay marcas'. Moussa cuenta su versión: 'Claro, yo llevaba puesto un chaleco salvavidas y si la pelota te da en él, no hay marca'

“¿Tu primo es musulmán o es cristiano?”, pregunta un trabajador del hospital cuando Moussa va a identificar los cuerpos. Si no consiguen establecer la identidad ni la religión del fallecido, le enterrarán en un lugar reservado para estos casos en el cementerio de Tetuán. Para los cristianos, la pequeña morgue del hospital Hassan II de Fnideq (Castillejos en su nombre español) cuenta con tres ataúdes de madera barnizada.

Las autoridades marroquíes han encontrado entre las pertenencias de los nueve cadáveres documentación correspondiente a tres nacionalidades: Guinea Bissau, Camerún y Costa de Marfil. Desde la ONG Caminando Fronteras, Helena Maleno aseguraba a este diario que no es una garantía de identidad porque “los inmigrantes se intercambian los papeles continuamente y pueden comprar un carné en cualquier país africano para ocultar su procedencia”. En los montes cercanos a Ceuta y a Melilla, en las localidades de Ben Younech, es habitual que usen apodos para dirigirse unos a otros. “Nunca usamos nuestro verdadero nombre”, explica Moussa.

Pelotas de goma, botes de humo

El médico forense de la zona finalizó a media tarde de ayer, en una sola jornada, la autopsia a los nueve cuerpos que tienen repartidos en los hospitales de Fnideq (Castillejos) y de Mdiq (Rincón). Es tajante en su declaración: “Le puedo asegurar que todos los inmigrantes fallecieron ahogados. No hay marcas de pelotas de goma, tan solo heridas superficiales”, explica aEl Confidencialel doctor.Moussa cuenta allí mismo su versión: “Claro, yo llevaba puesto un chaleco salvavidas y si la pelota te da en el chaleco, no hay marca”.

El joven ha sido atendido en el hospital por una herida leve en la cabeza poco después de haber reconocido uno de los cuerpos. Finalmente, no era su primo, a quien buscaba, sino uno de sus amigos, un colega de Níger. Sale de la sala apesadumbrado explicando que su amigo muerto tiene una herida en la boca. “Han lanzado gases lacrimógenos a las piedras junto a la playa y han disparado contra los flotadores, desde las lanchas de la Guardia Civil”, continúa en su relato.

Concentracion por las víctimas. (Efe)Se justifica cuando se le pregunta por las afirmaciones de la Delegación del Gobierno en Ceuta, y las fuerzas de seguridad españolas, acusándoles de emplear la violencia contra los agentes: “Cuando sacaron a seis personas muertas del agua, quisimos hacer una pequeña oración por ellos. No nos dejaron, y entonces todo el mundo se enfadó y comenzó a lanzar piedras a la Guardia Civil”.

En la pequeña sala donde está siendo atendido, Moussa se enzarza en una discusión con uno de los enfermeros, que habla sin tapujos: “Es normal que la policía emplee la fuerza en la frontera. Es la forma de que les impidan la entrada, para que todos vivamos tranquilos”. El nigerino se le encara: “Mira, no es normal que nos golpeen así”, le espeta antes de salir del hospital, al que han llegado cuatro agentes de la policía secreta marroquí para echar un vistazo.

“Ahora voy a cargar el móvil y a llamar a la familia de mi amigo, para decirles que le he encontrado y que está muerto. Mi sueño en Níger era viajar, pero si llego a saber que entrar a España iba a ser así, jamás habría emprendido el viaje”, explica. Lleva más de dos años de viaje y un año y medio en Marruecos. Ha intentado pasar ocho veces, casi todas por Melilla. “No sé quévoy a hacer. Quizás será mejor volver a Níger”. Antes, seguirá buscando a su primo, que continúa desaparecido.

En la tarde de ayer la Guardia Civil rescató el cuerpo de un inmigrante subsahariano que apareció flotando en aguas de Ceuta, perteneciente al grupo de entre 200 y 400 inmigrantes que intentaron llegar a España el jueves pasado a través del paso de El Tarajal, que conduce a la ciudad autónoma. Fuentes de la investigación en España aseguran aEl Confidencialque todavía hay cinco cadáveres en el agua, junto al Espigón, en el lado marroquí y que Marruecos no quiere hacerse cargo de ellos. En la frontera, las fuerzas auxiliares marroquíes en el paso fronterizo aseguran también que hay cinco cadáveres, pero en el lado español.

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