El 'monstruo de Cleveland' se enfrenta a la pena de muerte por homicidio

Ariel Castro, que mantuvo cautivas durante diez años a tres mujeres, se enfrenta a la pena de muerte por un delito de homicidio con agravantes. La Fiscalía que lleva el caso ha presentado formalmente 329 cargos contra el monstruo de Cleveland tras finalizar la primera parte de la investigación y casi dos meses después de que se produjera la llamada desesperada de Amanda Berry, una de las secuestradas, a la policía.

El fiscal Timothy J. McGinty ha presentado el cargo de homicidio con agravantes por el hecho de que se maltrató a Michelle Night para que abortara, un delito que puede ser castigado con la pena de muerte. En el estado de Ohio no existe este castigo, excepto en el caso de delitos federales. Además, el monstruo de Cleveland está acusado de 139 delitos de violación, 177 de secuestro, siete de agresiones sexuales violentas, tres de secuestro contra la voluntad y uno de posesión de armas criminales. Ariel Castro se declaró no culpable tras su detención en mayo y mantendrá esta declaración en el juicio. 

Los cargos le serán comunicados a Castro la próxima semana, cuando se asigne un juez para llevar a cabo el juicio popular. Estas acusaciones abarcan los hechos sucedidos entre  2002, cuando tuvo lugar secuestro de Michelle, que entonces tenía 21 años, y febrero de 2007, antes de que naciera Jocelyn, la hija de Amanda Berry y Castro. Por otro lado, la segunda parte de la investigación, sobre lo ocurrido desde 2007 hasta mayo de 2013, continúa abierta y los resultados serán hechos públicos durante el juicio.

La semana que viene se informará sobre si se permitirá o no la entrada de las cámaras de televisión o la retrasmisión en directo del juicio al monstruo de Cleveland. Castro permanece en prisión sin fianza, aunque en un primer momento se estableció la cantidad de 8 millones de dólares para que pudiera salir de la cárcel antes del juicio. La fianza se retiró por el temor de que el acusado pueda quitarse la vida, según se ha sabido esta semana. 

“Depredador sexual”

Ariel Castro fue detenido el pasado 6 de mayo, después de que la policía de Cleveland recibiera una llamada telefónica de Amanda Berry. El arresto tuvo lugar en un McDonald’s cercano a la casa de Castro, hispano de 52 años. 

Berry, la primera de las mujeres en salir de la vivienda, había desaparecido en abril de 2003, un día antes de su 17 cumpleaños, y las autoridades habían emprendido sin éxito varias búsquedas de su cadáver. Cuando comenzó el cautiverio de Berry, Michelle, madre soltera de un niño, tenía 22 años y llevaba ya uno encerrada en la casa. La policía apenas investigó su desaparición porque ya era mayor de edad y, además, tenía problemas de integración familiar. A Gina Dejesus, la tercera joven, la secuestró también en 2003, cuando tenía 14 años. Gina era amiga de la sobrina de Castro.

Michelle, según ponen de manifiesto las primeras investigaciones, fue la que peores malos tratos recibió, aunque las tres sufrieron un auténtico calvario. Durante una década no salieron de casa -salvo de forma esporádica al jardín- y fueron víctimas todo tipo de vejaciones, maltratos físicos y psicológicos.

El FBI encontró una carta en la que se autoincriminaba y se identificaba como un “depredador sexual” que necesitaba ayuda. Además, culpaba a las tres jóvenes de lo sucedido, ya que se habían subido “por su voluntad al coche de un extraño”.

Desde el día de su liberación, Gina Dejesus está en su casa de sus padres, Amanda Berry y su hija viven con su hermana y se desconoce el paradero de Michelle Night. Las tres serán testigos principales del juicio, durante el cual los medios de comunicación podrán recoger sus declaraciones.