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El caso L’Oréal lleva a Sarkozy ante la Justicia, acusado de financiación ilegal
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RECIBIÓ SUPUESTAMENTE DINERO NEGRO DE LA RICA HEREDERA

El caso L’Oréal lleva a Sarkozy ante la Justicia, acusado de financiación ilegal

Traiciones, cientos de millones de euros, evasión fiscal, apropiación indebida… y ahora financiación ilegal. El caso L’Oréal, en el que se analiza la herencia de Lilliane

Foto: El caso L’Oréal lleva a Sarkozy ante la Justicia, acusado de financiación ilegal
El caso L’Oréal lleva a Sarkozy ante la Justicia, acusado de financiación ilegal

Traiciones, cientos de millones de euros, evasión fiscal, apropiación indebida… y ahora financiación ilegal. El caso L’Oréal, en el que se analiza la herencia de Lilliane Bettencourt, ha saltado al mismísimo Eliseo. No es que es Carla Bruni haya decidido utilizar los productos de la marca, sino que Nicolas Sarkozy ha sido acusado de recibir para su campaña electoral de 2007 sobres con 150.000 euros de la rica heredera, como ha asegurado una antigua contable de la multimillonaria. Ante tales especulaciones, la Justicia francesa ha abierto una investigación preliminar para aclarar lo sucedido.

La contable, que declaró ante los investigadores encargados de aclarar varios asuntos oscuros sobre la gestión de la fortuna de Bettencourt (la segunda de Francia), ha reconocido que la heredera de L'Oréal financiaba a diversos políticos de derechas, Sarkozy entre ellos. Según su relato, cuando el presidente era alcalde la ciudad de Neuilly en los noventa, acudía en ocasiones a comidas en casa de Bettencourt donde recibía sobres de la marca kraft con dinero en efectivo. Desde el Eliseo se han apresurado a desmentir la información. “Todo es falso”, han destacado desde el Ejecutivo, palabras posteriormente ratificadas por el presidente en persona.

Al parecer, la gestora de la fortuna, Patrice de Maistre, le pidió a la contable, con autorización para sacar dinero de las cuentas de la heredera, que preparara 150.000 euros para entregárselos a Eric Woerth, tesorero del partido de Sarkozy y actual ministro de Trabajo. Y se hizo sin levantar sospechas de los servicios de lucha contra el blanqueo, retirando el dinero poco a poco de las cuentas de la millonaria.

El nombre de este ministro lleva varias semanas en la picota por conflicto de intereses. Su mujer ha trabajado como asesora fiscal a las órdenes de Bettencourt hasta que se desveló el escándalo. De hecho se ha acusado a Woerth se haber dado un trato de favor fiscal a la multimillonaria, con decenas de millones en cuentas en Suiza.

El caso Bettencourt acapara los titulares en Francia. Durante estos días se juzga al artista y fotógrafo François-Marie Banier por aprovecharse presuntamente de la anciana heredera de L’Oréal para hacerse con parte de su fortuna. Denunciado por la hija de la millonaria, debe responder sobre el presunto aprovechamiento de la debilidad de la mujer, de la que recibió varios seguros de vida, numerosos cheques y obras de arte firmadas por Picasso, Matisse, Mondrian, Léger o Man Ray, por valor de cerca de 1.000 millones de euros.

De confirmarse que fueron obtenidos bajo presión, como asegura la acusación encabezada por la hija de Bettencourt, Françoise Bettencourt-Meyers, Banier se expone a tres años de cárcel y a una multa de 375.000 euros. Sin embargo, lo más representativo son los efectos colaterales del caso que han dejado al descubierto detalles de la política del país tan interesantes como peligrosos.

Traiciones, cientos de millones de euros, evasión fiscal, apropiación indebida… y ahora financiación ilegal. El caso L’Oréal, en el que se analiza la herencia de Lilliane Bettencourt, ha saltado al mismísimo Eliseo. No es que es Carla Bruni haya decidido utilizar los productos de la marca, sino que Nicolas Sarkozy ha sido acusado de recibir para su campaña electoral de 2007 sobres con 150.000 euros de la rica heredera, como ha asegurado una antigua contable de la multimillonaria. Ante tales especulaciones, la Justicia francesa ha abierto una investigación preliminar para aclarar lo sucedido.