Obama desoye las críticas de China y recibe al Dalai Lama

La Casa Blanca dijo en un comunicado que el Dalai Lama reconoció la importancia de las colaboración entre Estados Unidos y China. Por su parte, Obama instó a entablar un diálogo directo entre China y Tíbet, según la nota.

Las últimas disputas entre Washington y Pekín, provocadas por la oferta de Estados Unidos para vender armas a Taiwán y el primer encuentro presidencial de Obama con el Dalai Lama, podrían complicar los esfuerzos de Estados Unidos para conseguir que China apoye nuevas sanciones contra Irán para disuadirle de seguir adelante con su programa nuclear, así como para solucionar el contencioso nuclear norcoreano y lograr un nuevo acuerdo sobre el cambio climático.

La víspera de la visita del Dalai Lama, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que la relación entre Washington y Pekín es una "relación madura" capaz de soportar desacuerdos. No obstante, la Casa Blanca, consciente de las sensibilidades chinas, ha intentado mantener el equilibrio durante la visita del Dalai Lama. Así, Obama -al igual que sus predecesores- negó al Dalai Lama el simbolismo de recibirle en el Despacho Oval y el encuentro tuvo lugar en la Sala de Mapas, enviando a Pekín la señal de que el monje tibetano no fue recibido como un líder político.

El Dalai Lama entró en la Casa Blanca lejos de las miradas de los periodistas y la reunión no tuvo cobertura mediática. La Casa Blanca planea difundir una fotografía.

Tras la reunión, el Dalai Lama dijo que hablaron de la necesidad de promover la paz, los valores humanitarios y la armonía religiosa. En sus declaraciones a los reporteros, el Dalai Lama señaló que había manifestado a Obama su admiración por Estados Unidos como un "campeón en democracia, libertad y valores humanos", además de creatividad.