El futuro presidente de la UE dispondrá de un presupuesto de seis millones de euros

A tan sólo pocas horas del comienzo de la cumbre europea extraordinaria de hoy jueves para elegir a los dos nuevos cargos que establece el Tratado de Lisboa, esto es, al presidente del Consejo Europeo y al Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, los Gobiernos europeos siguen sin haber hecho una selección de candidatos. El documento que sí está sobre la mesa es el del presupuesto, que otorga una partida anual de seis millones de euros para el puesto de presidente de la UE.

 

Los Veintisiete se reúnen con la intención de nominar estos dos puestos claves en el nuevo organigrama europeo, dos posiciones diseñadas para dar más visibilidad y coherencia a la Unión en la escena internacional. Suecia, que ocupa la presidencia rotatoria de la UE, ha tratado de acortar la lista de candidatos usando la diplomacia a golpe de teléfono, pero todas las opciones se han ido al traste por choques políticos, nacionales e ideológicos.

Desde principios de esta semana la prensa internacional se ha hecho eco del incesante abanico de candidatos. En lo que respecta a España, este martes José Luis Rodríguez Zapatero mostraba su satisfacción por el hecho de que el nombre de su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, sonara como candidato para el cargo de Alto Representante de la UE. A este respecto, Moratinos ha declarado: “No soy candidato… aunque se habla de mí. No soy candidato porque no aspiro a este puesto”. En todo caso, uno de los aspirantes que más se valoran para este cargo es el de ex primer ministro italiano Massimo D’Alema.

Lo que sí está claro, dado el creciente caos que se ha generado por la multiplicación repentina de los nombres que suenan, es que el resultado de la cumbre de este jueves pende de un hilo. De hecho, se sopesa la posibilidad de que termine sin resultados. Por el momento, son numerosas las fuentes que se muestran escépticas a una conclusión para este jueves noche. Es el caso de la ministra sueca de Asuntos Europeos, Cecilia Malmström, quien dijo que si no se alcanzaba un acuerdo, "está el viernes, y está el sábado, y está el domingo".

El presidente, sueldo y aspirantes

El presidente del Consejo Europeo será elegido por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para un mandato de dos años y medio, renovables una sola vez. El borrador del presupuesto comunitario de 2010 prevé que el salario neto de este cargo esté en línea con el de los presidentes de la Comisión Europea (CE) y del Parlamento Europeo, algo más de 300.000 euros al año. A ello se suma el pago de la seguridad social estimado en unos 13.000 euros y otros complementos que ascienden a 91.000 euros. Si además se tienen en cuenta los gastos del personal a su servicio, la seguridad, viajes y demás, el nuevo cargo costará un total de seis millones de euros anuales.

El objetivo es que esta nueva estructura institucional merme los gastos de los países que ocupen la presidencia rotatoria de la UE. Está previsto que España sea el primer país en sacar provecho, ya que asume la presidencia de la UE el próximo 1 de enero de 2010.

La presidencia española de la UE tiene asignado un presupuesto de 90 millones de euros. Todos los países que presiden la UE, mandato que rota cada seis meses, reciben fondos europeos para ayudar a sufragar los gastos de la presidencia. La presidencia sueca actual dispone de una partida de similar a la española. Entre las más caras y malgastadoras está la presidencia francesa (160 millones de euros) con escabrosos detalles que ha destapado a posteriori la prensa: cena para unos 40 jefes de Estado y de Gobierno (1.100.00 euros), construcción de estrado (330.000 euros), moqueta (99.000 euros), ducha de Sarkozy (275.000 euros), entre otros.

Van Rompuy, el favorito

En cuanto a las candidaturas, el primer ministro belga Herman Van Rompuy continúa como uno de los favoritos para ocupar el puesto de presidente, aunque algunos diplomáticos no descartan aún a Tony Blair. También los líderes de Luxemburgo y Holanda siguen en la lista de supuestos. Los Estados miembros parecen estar de acuerdo en que el puesto de presidencia de la UE deben ir a alguien de centro-derecha, mientras que el trabajo de política exterior debe ir a un político de centro-izquierda.

En cuanto a la representación femenina, la Eurocámara ha protagonizado la oposición al actual curso de la carrera por el reparto de dirigentes del Consejo, que junto con la de la CE, diezma aún más las posibilidades de presencia femenina. Pero Suecia ha hecho doble movimiento de ficha, y queda descartada de la criba de aspirantes, al proponer a Cecilia Malmström como comisaria para el nuevo equipo de la CE.