Es noticia
La represión de Ahmadineyad que no pueden mostrar los medios extranjeros
  1. Mundo

La represión de Ahmadineyad que no pueden mostrar los medios extranjeros

La reciente expulsión de Irán de Jon Leyne, experimentado corresponsal de la BBC, da cuenta de las férreas restricciones a la labor de los periodistas y medios

La reciente expulsión de Irán de Jon Leyne, experimentado corresponsal de la BBC, da cuenta de las férreas restricciones a la labor de los periodistas y medios extranjeros que impone el Gobierno de Mahmud Ahmadineyad. Cada imagen, cada testimonio audiovisual sobre las revueltas y la brutal represión del régimen ha sido difundida por canales no tradicionales. El Gobierno no tardó en prohibir la cobertura de las manifestaciones, expulsar a los enviados especiales, bloquear Internet y obstaculizar el uso de teléfonos móviles. La confusión que reina en el país y la censura -al menos 34 reporteros han sido detenidos- han convertido la marea verde en una gigantesca laguna informativa. Solo gracias a los ciudadanos iraníes se ha salvado este escollo.  

Las manifestaciones pacíficas

El Gobierno de Teherán miente. La represión contra los reformistas de Musaví no se desató para restaurar el control y detener las protestas. La misma noche electoral, después de que los candidatos de la oposición anunciasen su victoria por Internet, las fuerzas del régimen irrumpieron en sus sedes para arrestar a cientos de opositores, según fuentes solventes consultadas por este diario. Sin embargo, en los días siguientes, cientos de miles de iraníes -quizás más- tomaron las calles para manifestarse de forma pacífica contra el presunto fraude electoral. Hasta que el gran ayatolá, Ali Jamenei, lanzó un ultimátum religioso exigiendo el fin de las protestas. "Los opositores serán responsables de las repercusiones negativas, la tensión y el caos", dijo. Fue el fin de la primavera iraní y el inicio de los disturbios.    

La brutal represión de los basiyis

Tras más de una semana de protestas y sangrientos enfrentamientos, la represión de las fuerzas del orden del régimen, apoyadas por milicianos islamistas basiyis, ha conseguido expulsar a la oposición de las calles. Ayer, el despliegue de cientos de antidisturbios en los alrededores del Parlamento impidió una marcha para exigir la repetición de los comicios, convocada horas antes por Musaví. La milicia Basij, una horda parapolicial creada por Jomeini en 1979 y fiel a Ahmadineyad, permite al Gobierno emplear la violencia como una forma de control social sin utilizar uniformados. Sus miembros proceden de las clases más desfavorecidas. Ahmadineyad es un basij y esta organización ha sido siempre una parte importante de su base de poder.

Las mujeres, en la vanguardia de las protestas

Desde que el pasado 13 de junio estalló la crisis que ha sacudido los cimientos de la República Islámica, las mujeres iraníes han ejercido de vanguardia en las manifestaciones a favor de las reformas. Se las ha visto enfrentarse desarmadas a los basiyis o proteger con su propio cuerpo a los manifestantes cuando cargaban los antidisturbios. "Las mujeres en Irán están más interesadas que los hombres en que haya cambios porque han sufrido mucho. No tenemos igualdad ante la ley. Las fuerzas del régimen nos presionan más por las leyes de vestimenta. Pero nosotras seremos claves en las futuras reformas. Nos estamos haciendo más poderosas y estamos mejor preparadas. El 60% de los universitarios iraníes son mujeres", cuenta a este diario N. Sahidi, una joven estudiante de Teherán.        

La muerte de Neda

Las terribles imágenes de Neda Agha Soltan desángrandose ante su padre tras ser alcanzada por un francotirador basiyi conmocionaron al mundo. Días después de que la violenta represión del régimen causase las primeras muertes, esta joven estudiante de Filosofía se convirtió en el más poderoso símbolo del movimiento opositor. Su presencia en aquella manifestación fue casual. "Estaba cansada y hacía mucho calor, así que se bajó del coche por unos minutos y fue en ese momento cuando pasó todo, cuando la mataron", aseguró su novio, Caspian Makan. Neda (cuyo nombre significa voz en farsí) descansa ahora en un zona del cementerio de Behest-e-Zahra, ubicado en las afueras de Teherán, destinada a los mártires.   

La reciente expulsión de Irán de Jon Leyne, experimentado corresponsal de la BBC, da cuenta de las férreas restricciones a la labor de los periodistas y medios extranjeros que impone el Gobierno de Mahmud Ahmadineyad. Cada imagen, cada testimonio audiovisual sobre las revueltas y la brutal represión del régimen ha sido difundida por canales no tradicionales. El Gobierno no tardó en prohibir la cobertura de las manifestaciones, expulsar a los enviados especiales, bloquear Internet y obstaculizar el uso de teléfonos móviles. La confusión que reina en el país y la censura -al menos 34 reporteros han sido detenidos- han convertido la marea verde en una gigantesca laguna informativa. Solo gracias a los ciudadanos iraníes se ha salvado este escollo.  

Irán Mahmud Ahmadineyad