El Rey Felipe VI ha reconocido durante su discurso de Navidad que este ha sido “un año difícil para nuestra vida en común; un año marcado, sobre todo, por la situación de Cataluña”, una situación que ha enmarcado en “una España abierta y solidaria, no encerrada en sí misma; una España que reconoce y respeta nuestras diferencias, nuestra pluralidad y nuestra diversidad, con un espíritu integrador; una España inspirada en una irrenunciable voluntad de concordia”.