Contundente denuncia del CEU contra Zapatero, Rajoy y Sánchez por el 'blanqueo' de Bildu

El mismo día, ayer, en el que el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, desató la polémica al definir a la banda terrorista ETA como “un grupo armado”, el Centro de Estudios del CEU, a través del Observatorio de las Víctimas del Terrorismo, dirigido por María San Gil, y que patrocina esa Universidad, dio a conocer un documento de 40 páginas que aborda el largo proceso de blanqueo político de EH Bildu.

El informe recoge tres trabajados coordinados y complementarios. El primero del exdelegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo (Guía para entender el proceso de homologación democrática de la banda terrorista ETA); el segundo ensayo lo firma el experto en temas de terrorismo, especialista en la trayectoria de ETA y de la violencia de igual signo en Irlanda, Rogelio Alonso, también catedrático de Ciencia Política en la Rey Juan Carlos (Bildu y la legitimación nacionalista: causas y consecuencias) y el tercero corre a cargo del periodista de El Mundo, igualmente especializado en la información sobre el terrorismo de ETA, Fernando Lázaro (La lucha por el relato y la verdad: contra el blanqueo de ETA).

Carlos Urquijo, Rogelio Alonso y Fernando Lázaro, tres especialistas en la materia, analizan la política de blanqueo de Bildu

Los tres ensayos son directos y documentados en datos, fechas, referencias bibliográficas a obras de expertos en la materia y remisiones a las hemerotecas. Y preceden a la celebración la semana que viene de la II Asamblea Internacional de Víctimas del Terrorismo (24 y 25 de abril) en el que van a participar desde la colombiana Ingrid Betancur, que abrirá el evento, a Fernando Savater. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, inaugurará la asamblea junto al presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alonso Bullón de Mendoza.

Los tres autores del documento lo justifican en la fuerte emergencia de EH Bildu. Consideran que “su cada vez mayor protagonismo en la vida política española lleva al Observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEFAS) a elaborar este informe, que trata de explicar cómo ha sido posible legitimar democráticamente una opción política basada en la violencia, la extorsión y la ruptura de la unidad de España”

La legitimación de Bildu se atribuye también al PNV que se considera "el germen" político de la banda terrorista

Estiman que “la legitimación del brazo político de una organización terrorista de clara ideología totalitaria trae consigo, de manera implícita, la deslegitimación del sistema democrático que pretende descomponer. Esta estrategia ha sido compartida y articulada tanto por los representantes políticos de ETA -EH Bildu y sus múltiples marcas anteriores- como por el Partido Nacionalista Vasco, que tiene la grave responsabilidad histórica de haber sido el germen político del nacimiento de ETA”.

Sostienen que el "el PSOE no dejó solo al PNV en la legitimación del brazo político de ETA"

La política antiterrorista del Gobierno de Aznar es valorada positivamente pero no así la del de Rodríguez Zapatero. Afirman que “el discurso maniqueo que defiende la falta de garantías democráticas para justificar el uso de la violencia fue clave en el proceso de negociación de ETA con el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. El modelo del final del terrorismo de este proceso contribuyó también a la deslegitimación de la democracia, al aceptar como interlocutores válidos a quienes justificaban el terrorismo. El PSOE no dejó solo al PNV en la legitimación del brazo político de ETA, quebrando primero la unidad de los partidos constitucionalistas y después traicionando el pacto con el PP, anteponiendo sus intereses partidistas a los intereses del Estado. Fue Zapatero quien devolvió a ETA a las instituciones, un precio político imprescindible para erigirse en el protagonista del final de la violencia y garantizar así su permanencia en el Ejecutivo.”

A Zapatero le reprochan haber incorporado a "ETA a las instituciones" y a Rajoy su renuncia "a articular una estrategia contra Bildu"

Tampoco sale bien parado el Ejecutivo de Mariano Rajoy porque en su etapa "el Partido Popular renunció a articular una estrategia contra EH Bildu, la cual no iba más allá de manifestar su indignación a la hora de oponerse al proyecto político ilegítimo de los terroristas". Como destacó Mikel Azurmendi, el PP “no tuvo arrestos morales ni políticos para taponar esta vergonzosa relajación democrática cuando tuvo la mayoría absoluta”.

La mayor severidad de los autores de estos análisis se dirige, sin embargo, a Pedro Sánchez, cuya llegada al poder, califican de “anómala” y al que acusan de "consolidar y ampliar la estrategia iniciada por Rodríguez Zapatero de legitimar políticamente a los herederos de ETA". Es más, no solo han pactado leyes y presupuestos a nivel nacional, sino que ahora, tras la investidura de noviembre de 2023, son socios imprescindibles del PSOE para gobernar el país.

Subrayan que "ahora, tras la investidura" Bildu es "socio imprescindible del PSOE para gobernar"

A cuatro días de las elecciones vascas, mantienen que "en la actualidad, PNV y EH Bildu se disputan la hegemonía política del País Vasco, tras condonarse al nacionalismo la deuda contraída por legitimar a ETA. Eximidos los criminales de la premisa básica que debió ser su inhabilitación permanente para la vida política y maquillada su sangrienta trayectoria, resulta lógico su fortalecimiento electoral". Y añaden que "el problema no radica solo en la presencia de exterroristas en las listas de EH Bildu, sino en la de un partido que justifica sus crímenes, creando y trasmitiendo así una memoria que garantiza la impunidad del terrorismo nacionalista a una sociedad que asiste apática al triunfo de este engaño".

"Los medios de comunicación españoles han ofrecido una visión sesgada del fenómeno terrorista que, a la postre, ha resultado definitiva"

Constatan, por fin, que "si primero fue la batalla del silencio y después la del lenguaje, ahora toca afrontar la batalla del relato, la cual debiéramos denominarla mejor como la batalla por la Verdad. Salvo contadas y honrosas excepciones, los medios de comunicación españoles han ofrecido una visión sesgada del fenómeno terrorista que, a la postre, ha resultado definitiva para imponer un relato interesado que ha normalizado la presencia del proyecto político de ETA en la sociedad. La corriente buenista imperante ha terminado por considerar que la participación del brazo político de los terroristas en nuestras instituciones es un triunfo de la democracia, cuando precisamente significa todo lo contrario: permitir su regreso a quienes consideran válido el recurso de la violencia para conseguir objetivos políticos, solo contribuye a una mayor degradación institucional y a rebajar la calidad de nuestra democracia".

El reproche último es al socialismo: "El PSOE ha terminado asumiendo las necesidades del nacionalismo para evitar que los fines que compartieron con ETA, aunque en muchas ocasiones discreparan de sus medios, contaminen su futuro. Tan acertada ha sido la impostura que […] la ETA política supera ya en votos al nacionalismo tradicional, haciendo peligrar su hegemonía. Desgraciadamente, ha terminado por confirmarse la tesis que vaticinó Joseba Arregui en 2019: "No solo es preciso hacer política como si ETA no existiera, sino como si ETA no hubiera existido".