Articulado, de 18 metros y sin emisiones: nos montamos en el autobús eléctrico de MAN

Con nuestro país haciendo las veces de banco de pruebas de Europa por climatología y longitud de las líneas, y con el fin de validar la autonomía real y la aplicación de los autobuses eléctricos de MAN Truck & Bus, El Confidencial se ha desplazado hasta Alicante para subir al bus eléctrico Lion’s City en su versión de 18 metros articulada. Un nuevo producto que responde a la necesidad que tienen lo consistorios de invertir en alternativas de movilidad sostenible para los ciudadanos debido a la implantación de la Ley de Cambio Climático, que, para 2023, implica que las ciudades de más de 50.000 habitantes creen Zonas de Bajas Emisiones.

De esta manera, la compañía se encuentra actualmente realizando distintas pruebas con este autobús en la ciudad mediterránea, aunque como buscan que los ensayos cubran diferentes necesidades en función del clima, la temperatura o la propia orografía del terreno, también las han hecho en San Sebastián, Zaragoza, Valencia, Alcoy, Cáceres, Sevilla, Málaga, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Badajoz, Bilbao, Barcelona, Gerona, Santander y Madrid. El primer lugar al que se desplazaron para probar fue Badajoz, y es precisamente aquí donde también entregarán las primeras unidades de su autobús Lion’s City eléctrico en España, concretamente siete unidades de la versión de 12 metros, que llegarán a la ciudad extremeña pasada la Semana Santa.

MAN ya ofrece estas dos variantes a quien esté interesado. El de 12 metros recibe el nombre de Lion’s City 12 E, recurre a una batería de 480 kWh que es capaz de cargarse a 150 kW (que para este tipo de baterías y tamaño es carga lenta, según comentaban los responsables de la marca) en unas tres horas y tiene una capacidad de hasta 88 pasajeros. Por otro lado tenemos el Lion’s City 18 E, un bus articulado cuya batería crece hasta los 640 kWh, con un tiempo de carga menor a las cuatro horas y que además añade tracción en dos ejes: en el trasero y en el central, lo que ayuda a que sea más manejable. Además, su capacidad también se ve aumentada, alcanzando los 130 ocupantes. En ambos autobuses las baterías van situadas en el techo por seguridad, pues en caso de un impacto es el lugar más seguro. Además, como el autobús se ha diseñado desde cero para ser eléctrico, el peso está bien distribuido y durante la marcha no da sensación de balanceo. Ambos packs de baterías tienen una garantía de 8 años y están ensamblados por el Grupo Volkswagen, al que pertenece MAN. La autonomía que anuncian ambos autobuses es de unos 350 kilómetros con una sola carga.

Habitualmente una línea de autobús urbano está entre los 200 y los 300 kilómetros diarios, por lo que con esta autonomía el autobús eléctrico cubriría su servicio sin necesidad de recargar, algo que ya han demostrado en sus pruebas en Barcelona, donde el autobús opera 19 horas sin necesidad de recargar sus baterías y haciéndolo únicamente por las noches, cuando las tarifas eléctricas se encuentran en su punto más 'bajo'. No obstante, en condiciones favorables la autonomía de estos autobuses puede alcanzar hasta los 550 kilómetros, de forma que, dependiendo de la zona, la línea diaria se cubriría con soltura.

Sin embargo, esta electrificación de las líneas (el 90% serían electrificables ya hoy) no pasa únicamente por la implantación de vehículos eléctricos en sustitución de los diésel, pues también deben acompañarse de un estilo de conducción concreto y de una gestión de las propias líneas que ayuden a maximizar sus beneficios. Así, los conductores de estos autobuses eléctricos tienen, con su forma de conducir, un impacto notable en las prestaciones del vehículo, por lo que hay que orientar su reciclaje al volante para conseguir un estilo de conducción rentable.

Durante nuestro breve test como pasajeros hemos podido comprobar que el autobús cuenta con unos grandes espacios de paso y un interior aprovechado al máximo, con los asientos de la última fila pegados a la carrocería al no tener motor atrás, unas ventanas que suben hasta el techo y aportan gran luminosidad al interior y unos acabados realmente agradables, con suelo en imitación de madera, asientos confortables y de un material plástico que recuerda a la piel o iluminación interior con discretas luces LED para la circulación nocturna o en el interior de túneles. Además, también nos ha sorprendido la comodidad de la suspensión, pues al tratarse de un autobús eléctrico, con semejante tamaño de baterías colocadas en el techo y su consiguiente peso extra (hablamos de toneladas en plural solo en baterías, según confirman los responsables de MAN Truck & Bus), esperábamos que quizá el tarado de suspensión fuese algo más rígido que en un equivalente diésel, pero no es así. El autobús se siente totalmente asentado, sin balanceos y con una comodidad mayor a la de un rival de combustión, pues no percibimos ni vibraciones ni ruidos del motor. En el caso del conjunto articulado de 18 metros, la compañía ha optado también por un fuelle traslúcido en la parte central, por lo que la luz penetra en esa zona también, habitualmente muy oscura.

En cuanto al precio de estos autobuses, no han querido confirmar cifra exacta, porque se fabrican a expensas de lo que el cliente les pida, y varía dependiendo de las distintas exigencias de quien lo compre. Sin embargo, nos explican que el coste inicial de adquisición es el doble que si nos hiciéramos con un equivalente propulsado por motor diésel, aunque si se hacen los cálculos en el total de su vida útil, el coste se va reduciendo conforme se va utilizando, ya que el mantenimiento es mucho más económico.