Mundimoto, el fenómeno de la compraventa online de motos de ocasión que no se detiene

En estos tiempos de pandemia el llamado negocio online se ha disparado, y la compraventa de vehículos es una de las actividades que ha florecido. En el sector de los coches estaba bastante desarrollado, pero en el de las motos había mucho terreno por explorar. Eso es lo que vieron estos dos emprendedores, Alberto Fossas y Josep Talavera, que en 2019 crearon Mundimoto, un negocio de compraventa de motos que ha crecido exponencialmente hasta alcanzar en 2021 una facturación de 15 millones de euros, y que en estos momentos se prepara para un crecimiento aún mayor, tras haber cerrado con éxito una ronda de financiación de 20 millones de euros que les permitirá seguir creciendo.

Todo empezó cuando Alberto, aficionado a las motos desde muy joven, decidió vender su propia moto. Fue una venta rápida, y al buscar una nueva moto la compró en una localidad lejana de Mataró, su lugar de residencia. Se cogió un tren y fue a recogerla. La operación se repitió tiempo después por el mismo motivo. Entonces se dio cuenta que podía comprar y vender motos de forma fácil, y llegó a desarrollar una intensa actividad. Así hasta que conoció a un empresario holandés interesado en adquirir motos en España, compradas a un precio barato para venderlas después en Holanda con una cotización mayor.

“Iba a un ritmo de una compra diaria, y al cabo del mes llegaba un camión de Holanda para recoger todas las motos y llevárselas”, nos cuenta Alberto. Pero aquello no era vida, porque todos los días viajaba de un lado a otro de España recogiendo motos. Luego pasó de la compraventa al alquiler, con una pequeña flota de 30 motos que se alquilaban de forma continuada. Su amigo Josep le convenció de que, seguramente, podrían pararse a pensar en un modelo de negocio que les permitiera desarrollar esa actividad de manera más eficaz. Y así nació Mundimoto.

Cuando abrieron su negocio en 2019 se encontraron que era un terreno con una gran capacidad de desarrollo, porque la actividad estaba basada prácticamente en el negocio tradicional de compraventa en tienda de toda la vida, un descubrimiento que les sorprendió.

“La realidad es que no hay competencia, no hay 'players' en el mercado. En motos no había nadie con estas características, y en Europa tampoco hay nadie así -responde Josep-. Cuando montamos la compañía hace tres años pensábamos que nos encontraríamos 'players' ya formados, pero no es así. Somos los únicos que estamos haciendo esta modalidad de negocio. Hay gente con coches, con bicis, con patinetes... pero con motos no. Estamos supercontentos, porque en tres años somos líderes en el mercado español y estamos preparando la expansión”.

Precisamente la ronda de financiación que tan exitosamente han terminado, cubriendo un total de 20 millones de euros entre inversores y financiación bancaria, está destinada a su proyección hacia otros mercados europeos en los que explorar su modelo de negocio, concretamente Italia, Holanda y Polonia. En estos momentos Mundimoto tiene un 15% de las ventas en Europa, pero su plan es llegar casi al 50% a final de año.

Terreno por explorar

PREGUNTA. ¿Os sorprendió encontrar ese vacío, un espacio tan libre para poder actuar?

RESPUESTA. Cuando lo explicas, la gente se pregunta cómo puede ser que no haya nadie explotando ese negocio, pero esa es la realidad. Claro, hay compraventa, tiendas pequeñas que tienen un reducido número de motos, pero no hay un gran dealer en España que diga "tengo mil motos en un sitio". Y ha sido una sorpresa muy grande. Para que te hagas una idea: nosotros hemos estado dos años entrenando, operando como una tienda tradicional, comprábamos las motos, las teníamos en la tienda. No era un comercio online, y casi el 100% de las que vendíamos era a la gente que venía a la tienda, veía la moto y se la llevaba. El cambio lo hemos hecho a raíz de la primera inversión que tuvimos, copiando los modelos que teníamos como Clicars o Autohero. El mercado de la moto siempre va hasta diez años por detrás del mercado de los coches, y lo que hemos hecho ha sido equiparar el mundo de la moto al mundo del coche”.

P. Cuando hablamos de moto, la compra por internet no se antoja fácil, porque una moto tiene un componente emocional muy especial. Te guía el instinto y el corazón, necesitas ver y tocar, la moto se mueve en un terreno mucho más sensorial que el automóvil.

R. Te sorprenderías -responde de inmediato Josep-, una moto es algo más sentimental, pero la digitalización del sector es una realidad. En el 70 u 80 por ciento de las ventas la gente ya no ve la moto, la ve cuando se la enviamos directamente a la puerta de su casa. La puedes devolver si no te convence. Y tiene un año de garantía. Damos seguridad a la gente.

Todo reducido a 24 horas

El sistema de venta es muy sencillo. Solo se tiene que rellenar un formulario y adjuntar unas imágenes de la moto, y un agente comercial de Mundimoto contacta con el vendedor para acordar un precio. Una vez cerrado el acuerdo, se presenta en el domicilio del vendedor, comprueba que la moto está conforme a lo indicado por el vendedor, le paga en el acto y se lleva la moto, haciéndose cargo de todos los trámites administrativos correspondientes. De esta forma se elimina la tediosa labor de vender una moto por tu cuenta, que en ocasiones viene acompaña de alguna mala experiencia: “Había un nicho de mercado que explotamos: una empresa que se encarga de todo, que te recoge la moto, que hace el papeleo, que te da una garantía. Todo en 24 horas”, indica Josep.

P. ¿Os encontráis con sorpresas a la hora de recoger la moto, que no corresponda con lo que habéis negociado?

R. Prácticamente nada, un valor residual -aclara Alberto-. De cada cien compras puede que haya tres o cuatro así, pero siempre intentamos buscar una solución porque ya que hemos ido hasta la puerta de la casa del vendedor intentamos llegar a un acuerdo.

Gran crecimiento

Las cifras de Mundimoto impresionan. En 2019 facturaron un millón de euros y vendieron 300 motos. En 2020, con el estallido de la pandemia, llegaron a los dos millones de euros y 650 motos vendidas. Hasta ese momento se trataba de una compañía modesta, con los dos socios y seis empleados, pero en 2021 dieron el paso adelante, decidiendo reinvertir todos los beneficios en el nuevo modelo de negocio.

“La empresa ha sido rentable desde el primer día -indica Josep-, esto es algo que para nosotros era muy importante, y decidimos posicionarnos como líder del sector en España. En enero de 2021 éramos ocho personas en la compañía y ese mes vendimos 30 motos, y al cabo de un año somos 160 personas y en enero de 2022 hemos vendido 600 motos…”

P. La verdad es que no tiene que ser fácil no perder la perspectiva de las cosas habida cuenta de semejante crecimiento.

R. Nosotros medimos muy bien los costes. Hemos sido rentables, que es muy importante. Lo que ocurre -aclara Josep- es que lo que ha pasado en un año ha sido muy bestia: hemos pasado de una tienda de 200 metros cuadrados a un local de 17.000 en el centro de Barcelona.

Y en su plan de expansión contemplan un crecimiento tal de la empresa que les llevará a tener 300 empleados a final de año. Seguirán localizados en Barcelona como única sede, porque consideran fundamental que todo el proceso, desde que reciben una moto hasta que la dan salida, esté centralizado en un mismo sitio porque con emplazamientos diferenciados el trabajo se puede complicar. La segunda mano sigue siendo el principal mercado de venta de motos en España; pues la estadística oficial dice que por cada moto nueva se venden dos y media usadas, lo que lleva a que el parque motociclista español sea el más viejo de la Unión Europea. Eso es un problema.

P. ¿Por qué consideráis que tiene tanto éxito la segunda mano en nuestro país?

R. Las grandes marcas están teniendo problemas de suministro, y también es un tema de precios. En materia de segunda mano, lo bueno es que la vida útil de una moto es bastante más larga que la de un coche. Si hablamos de un coche de diez años, nos imaginamos un coche viejo, pero con una moto de diez años, quien no entiende mucho de motos puede llegar a pensar que es nueva, el recorrido que tiene es mucho más largo.

P. ¿Os marcáis un límite de antigüedad a la hora de adquirir una moto?

R. No compramos clásicas, y la media estaría en 15-20 años como lo más antiguo, pero tenemos motos de hace cuatro meses. Te sorprenderías de los casos que nos encontramos de gente que se compra una moto y, por lo que sea, ve que no es lo suyo. O alguien la compra con la ilusión de tenerla, pero luego al cabo de unos pocos meses se da cuenta de que no la usa. Nosotros le damos la facilidad de poder venderla rápida y cómodamente.

Lógicamente, el estado de pandemia ha favorecido la venta de motos, para conseguir una movilidad más segura e independiente, sin depender del transporte público, pero Alberto también señala como causa “las restricciones de movilidad en las grandes ciudades, tanto Barcelona como Madrid; ya no solo por el distintivo medioambiental, sino también por las limitaciones de circulación y la dificultad para aparcar, pues la moto te permite tener agilidad para moverte”.

Sin duda es un gran descubrimiento ver cómo una empresa así ha crecido de forma tan rápida y con tantas perspectivas de futuro. Descartan salir de su segmento, seguirán centrados en las motos, donde están convencidos de que aún tienen mucho recorrido, tanto en España como, sobre todo, en el resto de Europa. La financiación conseguida gracias al respaldo de fondos de inversión de Italia, Israel y Estados Unidos les permitirá asumir este nuevo desafío.