La DGT endurece el reconocimiento médico para renovar el carné de conducir

Conducir es una acción muy compleja, que conlleva estar atento a multitud de elementos de forma simultánea: el control de posición del vehículo, la manipulación de los mandos (volante, acelerador, frenos, cambio), la atención al entorno o la anticipación de los movimientos de otros usuarios, entre otros.

Con el paso de los años, se van perdiendo habilidades que pueden afectar a las capacidades motrices, perceptivas y cognitivas, como la agilidad, la visión, el oído, la memoria y la atención. Incluso puede afectar a las funciones ejecutivas, como la anticipación, la solución de problemas, la planificación o la flexibilidad mental. Todo ello puede afectar en la conducción.

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El Confidencial

La Dirección General de Tráfico (DGT) es consciente de todo ello y, por eso, es obligatorio realizar revisiones médicas a la hora de obtener y renovar el carné de conducir. Sin embargo, el organismo que dirige Pere Navarro también sabe que las pruebas psicotécnicas que se realizan en la actualidad no están a la altura y son un mero trámite en la mayoría de los casos, a no ser que se detecte una clara patología, como puede ser una ceguera o una sordera.

Guía para Centros Médicos de Reconocimiento

Para solventarlo, se puso sobre la mesa la posibilidad de facilitar al facultativo el historial médico de la persona que quiere obtener o renovar el carné de conducir, ya que muchas veces no dicen la verdad respecto a sus enfermedades y el médico no tiene ninguna forma de comprobarlo. Sin embargo, la Ley de Protección de Datos dificulta que esto sea posible.

Por tanto, la responsabilidad recae sobre los Centros Médicos de Reconocimiento de conductores, que son los encargados de dar el visto bueno (o no) al aspirante tras unas pruebas en las que interviene un médico, aunque también cuenta con el apoyo de un psicólogo y de un oftalmólogo. Para ayudar a estos profesionales, la DGT lanzó una guía de procedimiento dirigida a centros en donde explica los nuevos procesos para las pruebas médicas y psicológicas.

La DGT sabe las pruebas psicotécnicas actuales no están a la altura y suponen un mero trámite

La guía pone especial importancia en que el médico se fije en aspectos como el aseo personal, la forma de caminar, ayudas de movilidad o apariencia general, sin dejar de lado la propia exploración médica en la que se debe prestar especial atención al oído, la vista y la salud cardiovascular.

Asimismo, se recomienda la obligatoriedad de incluir en el dictamen de las exploraciones las adaptaciones necesarias en función de los problemas que puede tener el conductor, por ejemplo, los retrovisores auxiliares o similares. Elementos que permiten a los conductores seguir poniéndose al volante, pero con ayudas y limitaciones.