"Indetectables" y con efecto Doppler: así multan los nuevos radares de la Guardia Civil

La cruzada de la Dirección General de Tráfico (DGT) contra el exceso de velocidad va en serio. Prueba de ello es que las fuerzas y cuerpos de seguridad ya están usando nuevas armas como los veloláser, unos cinemómetros "indetectables" pensados para convertirse en la pesadilla de aquellos que circulen a más velocidad de la que deberían; o los radares de vehículos uniformados, que utilizan ondas de efectos Doppler para pasar también desapercibidos.

El primero de estos aparatos, que mide menos de 50 centímetros, puede colocarse en cualquier punto kilométrico, bien sobre un trípode o adosado al lateral de un coche de la Guardia Civil. Incluso una patrulla de motoristas puede realizar una verificación de alcoholemia, una verificación de drogas o una verificación de velocidad con los nuevos modelos. Al contar con tecnología 4G, puede operarse a distancia y es indetectable, al utilizar un sensor láser de tecnología 'LIDAR', según explica la Benemérita en un comunicado.

El segundo de los métodos también es indetectable para los sensores convencionales, pues las ondas de efecto Doppler —cambio de frecuencia aparente de una onda producido por el movimiento relativo— funcionan en bandas distintas a los detectores de radares. "Este es el nuevo concepto que la agrupación quiere trasmitir: que todos los conductores que circulan por las carreteras sepan que cualquier vehículo, uniformado o no, incluso las motocicletas, pueden portar un equipo radar capaz de controlar las velocidades desde el mismo vehículo o a distancia", explica el cuerpo.

Todos los vehículos, incluso las motocicletas, pueden portar un radar capaz de controlar las velocidades desde el mismo vehículo o a distancia

De hecho, componentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de León han denunciado a dos personas por sendos delitos contra la seguridad vial con motivo de controles de velocidad efectuados en la A-6 y A-66, donde se detectó a uno de ellos cuando circulaba a una velocidad de 212 kilómetros por hora y otro vehículo de alta gama a 217 kilómetros por hora. Las infracciones fueron detectadas por radares de tráfico durante los días 15 y 16 de febrero.

Estas personas, que ya han sido puestas a disposición de los Juzgados de Instrucción de La Bañeza y de León, podrían ser condenadas a penas de prisión de seis meses a dos años, o multas de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo de uno a seis años.

¿Dónde opera el veloláser?

En un principio, estos sistemas detección del exceso de velocidad se encuentran de manera más habitual en las vías convencionales, aquellas en las que se producen mayor cantidad de accidentes mortales. Normalmente, estas carreteras no tienen una velocidad constante, sino que cuentan con tramos sinuosos que son más lentos y con cruces en los que es necesario disminuir drásticamente la aceleración. Estos puntos conflictivos suelen ser ideales para el veloláser.

Los radares indetectables se anunciaron en 2018, pero no fue hasta principios de 2019 cuando comenzaron a estar operativos. Se calcula que hay más de 200 distribuidos por toda España, que evidentemente van variando de localización a lo largo de los días e incluso durante las propias jornadas. Pese a ello, la aplicación SocialDrive elaboró un mapa de sus ubicaciones más habituales desde que comenzaron a estar disponibles.

De acuerdo con esta misma fuente, los radares de la DGT suelen ser más activos por la mañana y habitualmente están fijos en un mismo punto durante una media de 70 minutos. Los veloláser ya están empezando a multar en las carreteras españolas. Y no solo eso, sino que también operan en entorno urbano