Es noticia
La última idea para no usar el claxon en el coche: 'multarte' con semáforos eternos
  1. Motor
PUESTO EN PRÁCTICA EN BOMBAY (INDIA)

La última idea para no usar el claxon en el coche: 'multarte' con semáforos eternos

Una de las ciudades con más atascos del mundo ha decidido crear una iniciativa curiosa para frenar la contaminación acústica: que los semáforos se reinicien si hay mucho ruido

Foto: Atasco en Bombay (India), una imagen demasiado habitual. (EFE)
Atasco en Bombay (India), una imagen demasiado habitual. (EFE)

La contaminación acústica es, posiblemente, una de las actividades más dañinas para el ser humano. El excesivo ruido al que tenemos que hacer frente cada día puede generarnos efectos negativos en nuestra salud física y mental siendo, en muchos casos, evitable. Las molestias generadas por industrias, aviones o barcos pueden ser muy perjudiciales, pero hay una que provocamos nosotros y que podríamos evitar en la gran mayoría de los casos: el claxon del coche.

Es bastante habitual encontrarnos en un atasco y, de repente, escuchar cómo comienza una verdadera serenata de cláxones. Todos los coches están detenidos por algo que ocurre más adelante, en muchos casos incluso lejos de nuestra vista, pero un conductor comienza a pitar ante la impaciencia de no poder avanzar en la carretera. A ese usuario le sigue un segundo, un tercero y, en pocos segundos, el número de 'nerviosos' al volante se ha multiplicado. ¿Les suena?

Foto: Control de tráfico de la DGT. (EFE)

Esa situación es cada vez más común en las ciudades con más atascos del mundo, lo que provoca unos niveles de ruido en muchas ocasiones difíciles de asumir. Por ello, algunos países han decidido tomar una serie de medidas con el objetivo de afrontar esta problemática: desde prohibiciones a multas a los conductores, pero en muchos casos no terminan de ser una solución real... ante lo que la India se ha inventado un nuevo -y polémico- sistema: obligarte a perder tiempo.

Bombay puede 'presumir' de ser una de las cinco ciudades con más atascos del mundo y, por ende, una de las más ruidosas del planeta. Por ello, la policía ha decidido poner en práctica una novedosa iniciativa: cuanto más ruido haya, más durarán los semáforos. O, dicho de otra manera, si los conductores pierden la paciencia mientras esperan a que se ponga la luz verde para reanudar la marcha, el color rojo durará mucho más. El claxon es la clave.

Y es que han decidido cambiar todos los semáforos de la ciudad por otros que cuentan con medidores de decibelios. Si el ruido que hay en la calle supera el límite de los 85 db, el semáforo automáticamente se reinicia y vuelve a comenzar la cuenta atrás: "Cuanto más toque el claxon, más tendrá que esperar. Siéntase libre de tocar el pito si no le importa esperar", es el lema de la campaña con la que han puesto en marcha esta iniciativa para frenar la contaminación acústica.

Sin embargo, no todo el mundo se lo ha tomado bien. Un importante número de conductores indios ha protestado por la falta de información al respecto, lo que ha generado que la desesperación les lleve a tocar el claxon mucho más habitualmente, sin ser conscientes de que en realidad están provocando más atasco con esta decisión. Consideran que ha habido una importante desinformación al respecto y que no se ha comunicado bien la nueva iniciativa.

Solo lleva unas semanas en marcha, por lo que aún no se sabe cómo de exitosa ha sido esta campaña para acabar con la contaminación acústica, pero lo cierto es que tiene visos de seguir hacia adelante en los próximos meses. La intención es conseguir que los conductores locales acaben con el uso indiscriminado del claxon: ¿se exportará a otros países en los próximos años? El éxito o fracaso de esta novedosa medida será el que lo determine.

La contaminación acústica es, posiblemente, una de las actividades más dañinas para el ser humano. El excesivo ruido al que tenemos que hacer frente cada día puede generarnos efectos negativos en nuestra salud física y mental siendo, en muchos casos, evitable. Las molestias generadas por industrias, aviones o barcos pueden ser muy perjudiciales, pero hay una que provocamos nosotros y que podríamos evitar en la gran mayoría de los casos: el claxon del coche.

El redactor recomienda