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El híbrido de carreras
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PORSCHE 918 RSR

El híbrido de carreras

Porsche llevaba semanas anunciando una espectacular novedad para el Salón de Detroit, que finalmente se ha plasmado en el 918 RSR, una versión de competición derivada directamente

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El híbrido de carreras

Porsche llevaba semanas anunciando una espectacular novedad para el Salón de Detroit, que finalmente se ha plasmado en el 918 RSR, una versión de competición derivada directamente del concept 918 y cuyo principal foco de atención es, sin duda, su sistema híbrido con dos motores eléctricos y un gran acumulador inercial.

Con su entrada como miembro de pleno derecho en el grupo Volkswagen, y como consecuencia de la buena salud financiera del consorcio de Wolfsburg, Porsche sigue adelante con todos sus proyectos, aunque estos deberían llegar en un plazo un poco más largo. Hablamos, por supuesto, de las nuevas versiones de los modelos actuales, pero sobre todo del deportivo de acceso por debajo del Boxster y también del todocamino pequeño, el Cajún, para rivalizar en el segmento del BMW X3.

A falta de nuevas noticias sobre estos dos importantes modelos, nos centraremos en el 918 RSR, la gran novedad de Porsche en el Salón de Detroit. Se trata de un vehículo pensado así, para la competición. Por ello, su mecánica es muy potente para estar con los coches de cabeza.

El motor V8 es una evolución del propulsor de inyección directa utilizado por el conocido RS Spyder de carreras, que ahora en el 918 RSR desarrolla una potencia de 563 CV a 10.300 rpm. Un motor sin duda para su uso en competición. Lo novedoso es que a este motor que acciona las ruedas traseras se unen dos motores delante, uno en cada rueda, que pueden aportar cada uno otros 102 caballos cuando la carga de electricidad es suficiente.

Con ello, el pico de potencia que puede proporcionar el conjunto motriz de este 918 RSR es de 767 caballos. Esa potencia adicional procede de la energía generada durante la frenada, que es almacenada en un acumulador inercial. Este acumulador se situa en lo que normalmente sería el asiento del copiloto.

Este acumulador es un motor eléctrico con un rotor que gira a 36.000 rpm para almacenar energía. La carga se realiza cuando los dos motores eléctricos del eje delantero invierten su funcionamiento durante el proceso de frenado y operan como generadores.

Al pulsar un botón el piloto puede disponer de la energía cargada y almacenada en el acumulador inercial, y utilizarla durante una aceleración o en una maniobra de adelantamiento. En ese caso, el acumulador invierte su función, generando la energía eléctrica suplementaria para los dos motores de 102 caballos cada uno, es decir, un total de 204 CV adicionales en el eje delantero.

Los dos motores eléctricos del 918 RSR ofrecen la función “torque vectoring”, que varía la distribución del par para el eje delantero en las curvas en función de las solicitaciones en cada momento.

 Montado por delante del eje trasero, el motor central va acoplado a una transmisión de competición que también está basada en la del RS Spyder de carreras. Esta caja de cambios de seis velocidades tiene piñones de dientes rectos y ejes longitudinales. Se acciona mediante dos levas colocadas detrás del volante de carreras.  

La tecnología de competición también está presente en un monocasco particularmente ligero y con una gran rigidez torsional, hecho de fibra de carbono con refuerzos plásticos. Y por supuesto en los diferentes elementos del vehículo, como sus frenos o su dirección.  

Con la llegada del nuevo laboratorio de competición, el 918 RSR, Porsche eleva su concepto híbrido para las carreras a un nivel experimental y demuestra su apuesta firme por los vehículos híbridos. De ellos ya tiene a la venta Cayenne y en funcionamiento una versión de competición, el 911 GT3 R Hybrid.

Porsche llevaba semanas anunciando una espectacular novedad para el Salón de Detroit, que finalmente se ha plasmado en el 918 RSR, una versión de competición derivada directamente del concept 918 y cuyo principal foco de atención es, sin duda, su sistema híbrido con dos motores eléctricos y un gran acumulador inercial.

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