Es noticia
Deportividad en estado puro
  1. Motor
CONTACTO/MERCEDES SLS AMG

Deportividad en estado puro

El nuevo Mercedes SLS AMG está llamado a convertirse en una leyenda del automóvil en los próximos años y he tenido la suerte de poderlo conducir.

Foto: Deportividad en estado puro
Deportividad en estado puro

El nuevo Mercedes SLS AMG está llamado a convertirse en una leyenda del automóvil en los próximos años y he tenido la suerte de poderlo conducir. Lo que más me ha llamado la atención es que por fín, Mercedes se ha puesto a hacer un deportivo de verdad, con las sensaciones propias de un Ferrari o un Porsche.

El Mercedes SLS es mucho más que un coche nuevo de Mercedes. Es el heredero de uno de los más míticos representantes de la historia del automóvil, el 300 SL Alas de Gaviota. Pero al mismo tiempo rompe claramente con el concepto de las versiones más radicales de Mercedes, los AMG.  

Por ejemplo, un SL 63 AMG tiene 525 caballos que le permiten correr mucho, pero por encima de todo es un coche pensado para ofrecer confort, suavidad, lujo y elegancia. Pues bien, lo que he podido sacar después de hacer unas cuantas vueltas al circuito de Montellano, en Huelva, es que este SLS es mucho más deportivo que aquel. Sólo un dato más para comprender la diferencia entre el SL 63 AMG y el SLS. El primero pesa 2.000 kilos y el segundo se queda en 1.650 kilos.

En el SLS hay menos concesiones al confort, y por el contrario es un coche que transmite las sensaciones de un verdadero deportivo. Su conductor escucha su motor situado en posición delantera pero muy retrasado, como si se tratara de un coche de carreras. Y su capacidad de aceleración y de frenado están a la altura de un buen Ferrari o de un Porsche de gama alta.

Por supuesto, encontramos levas en el volante para realizar los cambios, que son muy rápidos, gracias a una caja de doble embrague situada en el eje trasero. Y lógicamente también cuenta con toda la tecnología necesaria para hacer del SLS una máquina del siglo XXI y un buen heredero del aquel emblemático 300 SL.

El árbol de transmisión que lleva la potencia del motor V8 atmosférico, por cierto 571 caballos, a la caja de cambios es de fibra de carbono. Pero contrariamente a lo que ocurría en el SLR fabricado por McLaren para Mercedes, su carrocería es normal, es de chapa.

Eso sí, su aspecto estético está muy bien trabajado, al menos para mi gusto. Esa parte delantera afilada, y esa trasera más redondeada le proporcionan un aspecto increíble. Aunque sin duda lo más interesante en este sentido son sus puertas.

Para abrirlas desde fuera sólo hay que accionar la manija en el centro de la puerta y hacer un poco de fuerza hacia arriba y esta sube por si sola hasta su posición más alta. Eso sí, hay que tener bastante cuidado porque al salir del coche y levantarse, lo normal es darse con la cabeza. Menos mal que al estar rodando en un circuito llevábamos casco, pero nos dimos alguna vez con el borde de la puerta.

Lo que es un poco más complicado es cerrarla desde dentro. El coche tiene mucha tecnología, pero solo de la dedicada al funcionamiento del coche. Por ello, la puerta no tiene un sofisticado sistema de apertura y cierre, sino que el conductor, al entrar y antes  de sentarse en el asiento debe tirar la puerta hacia abajo.

Los responsables de Mercedes nos comentaron que después de unas cuantas veces se coge la práctica de hacerlo, el tirar de la puerta al mismo tiempo que uno se está metiendo en el asiento, pero a nosotros nos ayudaron a cerrarla.

Y para abrila desde dentro eso es más fácil. Para evitar una maniobra peligrosa, hay que desbloquear las puertas con un botón típico de cierre centralizado y posteriormente accionar la manija. Una presión hacia arriba y la puerta se abre. Pero nuevamente, cuidado al salir.

Sensaciones fuertes

Por su filosofía, el SLS es un coche pensado para hacer disfrutar a sus propietarios al volante, pero no para ser una pieza de colección. De hecho, mientras que el SLR era una edición limitada, en el caso del SLS es un coche más de la gama Mercedes y de producción en serie.

¿Qué significa esto? Pues simplemente que Mercedes quiere venderlo y le ha puesto un precio que creo bastante razonable. Por supuesto, yo no me voy a comprar uno, pero 200.000 euros por un coche como este, cargado de tecnología, con un motor de 571 caballos, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos, sinceramente creo que es razonable.

Aún no han llegado a sus clientes las primeras unidades, pero la filial española de Mercedes tiene asignadas para este primer año, es de decir de mayo a diciembre, 50 unidades y ya están vendidas 30 de ellas. Y eso a pesar de la crisis.

Si para realizar esta presentación Mercedes hubiera elegido unas carreteras abiertas al tráfico, probablemente los que fuimos a probar este coche tendríamos algún punto menos en nuestro carné. Pero con muy buen criterio eligieron un circuito en Huelva. Una pista muy ancha y en perfecto estado, aunque con algo de agua, y muy divertida. Y la verdad es que la experiencia fue inolvidable.

Nos advirtieron que no desconectaramos el ESP por razones de seguridad, pero funcionando en la posición Sport + el coche ya es más que divertido, permite algunas licencias como tomar alguna curva de lado, sobre todo si al salir de la misma se tienen demasiadas ganas de pisar el acelerador pronto.

Pero es increíble el tacto del volante y la cantidad de sensaciones que transmite a su conductor, simplemente en condiciones normales o en alguna situación más apurada, con el coche un poco atravesado.

Se puede conducir con las levas del volante, lo que requiere mucha más experiencia y atención, pero simplemente en el modo automático y con la posición Sport + es una delicia poder hacer unas cuantas vueltas al circuito.

Nuestra unidad de pruebas estaba equipada con los frenos cerámicos, que son una de las pocas opciones que tiene este vehículo. Son increíbles y se pueden apurar las frenadas hasta estar casi en la misma curva. Además, su capacidad de frenada no varía entre el comienzo del cirucito y el final del mismo después de al menos seis o siete frenadas a muerte.

Y como fin de fiesta pudimos completar unas cuentas vueltas con varios modelos de la familia AMG de Mercedes. Modelos como el SL 63 AMG, el nuevo Clase E, el Clase C y hasta una unidad del SLK 55 AMG. La verdad es que fue un día inolvidable pero lo que yo destacaría de toda esta jornada de pruebas es que por fin, Mercedes se ha decidido a hacer un coche deportivo de verdad, un vehículo con clase y personalidad, pero al mismo tiempo un modelo para competir con Ferrari o Porsche.  

         

El nuevo Mercedes SLS AMG está llamado a convertirse en una leyenda del automóvil en los próximos años y he tenido la suerte de poderlo conducir. Lo que más me ha llamado la atención es que por fín, Mercedes se ha puesto a hacer un deportivo de verdad, con las sensaciones propias de un Ferrari o un Porsche.

Mercedes Milá