Mercedes ML, un todocamino muy campero

El Mercedes ML es uno de los precursores del segmento todocamino de lujo. Ofrece un gran confort de marcha, motores muy potentes y un interior elegante y bien equipado. Pero lo que poca gente sabe, y lo que le hace diferente al resto de sus rivales, es que ofrece como opción un kit con el que se convierte en uno de los todoterreno más eficaces del mercado y capaz de superar cualquier obstáculo. Y su precio es de 4.480 euros.

Es decir, que Mercedes ha logrado combinar con este modelo la utilización que el 99 % de los usuarios de este tipo de coches hace, rodando siempre por asfalto y deprisa, con la  posibilidad de utilizarlo en los sitios más difíciles fuera del asfalto. Y en este sentido este todocamino de Mercedes es único en el mercado.        

La versión que hemos probado corresponde a una unidad del ML 320 Cdi que incorpora un motor de 6 cilindros en V con 224 caballos. Un motor muy elástico que funciona por igual desde poco más de las 1.500 vueltas hasta superar las 3.000. Un motor muy agradable para su utilización diaria. Gracias a este propulsor el coche se mueve con mucha alegría pese a su peso elevado.

Es una motorización intemedia dentro de la gama. Para los que no necesiten tanta potencia el vehículo se ofrece con un motor de 190 caballos, también turbodiesel, y para los que buscan siempre el máximo existe una versión V8 con 306 caballos, desde mi punto de vista exagerada para un coche pesado y voluminoso como este.

Pero el Mercedes ML esconde un as en la manga. Es la opción del Kit off-road con el que este todocamino lujoso se puede transformar en sólo unos segundos en un todoterreno extremo. Y para ello sólo hay que apretar dos o tres teclas en la consola central.

Kit mágico

Ese kit que transforma un vehículo de un todocamino de lujo en un todoterreno extremo, cuesta 4,480 euros. Y está disponible en toda la gama.

A cambio de este precio tendremos en nuestro ML una tira maravillosa añadida en la consola central, bajo la del climatizador y de aspecto muy similar a aquella. En ella tendremos disponibles las marchas reductoras, los bloqueos de los diferenciales central y trasero y la suspensión neumática de altura regulable como cosas más destacables, además del control de descenso.

Sin embargo, dentro del kit off-road también se incluyen otros detalles importantes aunque menos llamativos a la hora de contarlos, como es la protección de los bajos. Este es un detalle muy importante si realmente queremos  salir del asfalto y pasar por sitios complicados, sin demasiados peligros.  

Con ello, el Mercedes ML con el Kit off-road se puede convertir en función de las necesidades del usuario en cada momento en un todocamino lujoso y eficaz en carretera o en un vehículo campero casi imparable en una utilización todoterreno extrema.

Para realizar esta prueba hemos realizado una comparación entre un ML 320 CDi sin el kit y una unidad del ML 280 Cdi, con el motor de 190 caballos con este equipamiento opcional instalado. Y de verdad que es increíble las posibilidades que ofrece el vehículo equipado con este sistema cuando tratamos de pasar un obstáculo, de superar una pendiente muy pronunciada o de pasar por una zona de barro muy deslizante. Otro aspecto que me sorprendió mucho fue la protección de sus bajos, que es perfecta.

En condiciones normales, sin tocar ninguno de los botones de esta parte de la consola central, el coche se comporta como cualquier otro ML. Es un vehículo que funciona muy bien en carretera, que es para lo que está pensado en principio el coche. Hay pocos balanceos de carrocería, el coche frena bien y el conductor siempre tiene la sensación de tener todo bajo control.

Gracias al eficaz control de tracción 4ETS, el vehículo adapta de manera automática el reparto del par motor entre cada una de las ruedas. Tan solo en carreteras de montaña muy viradas el coche tiene algunos problemas, consecuencia de su peso y su volumen elevados, para que su conductor pueda meterlo en las curvas.

Pero es un coche más, como un turismo o una buena berlina, en su funcionamiento por carretera y combina de buena manera confort y estabilidad en marcha.

Pero todo cambia cuando queremos hacer conducción fuera de carretera. Una simple tecla en la consola central nos permite conectar las marchas reductoras, un primer detalle para hacer de él un todoterreno de verdad.

Altura regulable

A ambos lados de esa tira mágica de la consola central encontramos, a la izquierda el mando giratorio para subir o bajar la carrocería, gracias a la suspensión neumática de altura regulable. Esta ofrece tres posibles alturas ajustables en función de las complicaciones del terreno. Eso sí, en la más elevada es muy rígida.

Y a la derecha encontramos el control de los bloqueos de diferencial, con una posición automática, una que bloquea el diferencial central mandando el 50% del par sobre cada eje y una segunda posición, para situaciones más complicadas. En este caso se bloquea no solo el central sino también el trasero. Con ello aseguramos en las condiciones peores un 25% de par sobre cada una de las ruedas traseras. De esta forma es díficil quedarse parados con este vehículo.

Además, en el centro del cuadro de instrumentos el conductor siempre tiene una información completa de todo lo que está ocurriendo, si la suspensión está subiendo o bajando o si está ya en la posición, si llevamos los bloqueos de diferencial puestos o no, si vamos con marchas normales o con reductoras, o si llevamos conectado el control de descenso que nos asegure un descenso seguro por una pendiente pronunciada.

Lo mejor desde mi punto de vista es que todas las posibilidades camperas del vehículo están escondidas. No hay ninguna obligación de utilizarlas y si no se hace uso de ellas el coche va como un ML normal, como uno de tantos ML que ruedan por las calles. Pero el día que hace falta ahí estarán todos los mandos que posibilitan salir de las zonas más complicadas.

El Mercedes ML es un coche que con frecuencia se ve en cacerías. Pero es un vehículo que se utiliza para llegar a la finca y luego todos los desplazamientos se hacen con otros coches más camperos. Si nuestro ML lleva el kit off-road y hay un problema, o no hay bastantes coches para moverse, con el Mercedes ML con el Kit Off-road podremos movernos fuera del asfalto, incluso por los sitios más complicados, como si fuera un todoterreno de verdad.

En el coche sin el kit todoterreno instalado, tan solo la tecla para activar el modo “off-road” y el control de descenso, nos indican que es un coche con ciertas posibilidades fuera del asfalto, mientras que en el otro encontramos de todo. Lo dicho, un todoterreno de verdad. Y la diferencia entre ambos tipos de conducción solo son 4.480 euros.