El cinturón de 3 puntos lleva 50 años salvando vidas

Realmente hay pocos inventos que hayan permitido salvar tantas vidas humanas como el cinturón de seguridad para el automóvil. Las estadísticas en este tipo de asuntos siempre son complicadas pero se puede estimar que son varios cientos de miles de personas las que han salvado su vida o han reducido la gravedad de sus lesiones producidas en un accidente de tráfico por llevar este mecanismo.

Hoy en día vemos como una cosa normal que todos los vehículos nuevos lleven sus cinturones de seguridad de 3 puntos de anclaje para todos y cada uno de los asientos del vehículo. Pero esto no siempre fue así. Inicialmente algunos vehículos empleaban un cinturón de sólo dos puntos de anclaje, los llamados de bandolera, y solo en las plazas delanteras.  

Además, no era obligatorio montarlos en un vehículo y por supuesto su uso era opcional. Y lo peor es que los asientos traseros no tenían cinturones. En la época, en los años cincuenta y sesenta, se consideraba que las personas  que viajan detrás estaban perfectamente bien protegidas en caso de golpe. Los asientos les pararía en caso de choque y sus lesiones serían mínimas. Ahora sabemos que esto era un grave error.

Volvo, de la mano de Bolin, introdujo en el año 1959 los primeros cinturones delanteros de tres puntos de anclaje. Algo que al principio sorprendió a los usuarios de la marca sueca pero que pronto se mostró un eficaz sistema de retención en caso de choque, evitando graves lesiones para el conductor y el acompañante.  

Sin duda el cinturón de seguridad es uno de los inventos más relevantes en el mundo del automóvil desde su creación. De hecho, ha sido nombrado por los registros de patentes de Alemania como una de las ocho patentes de mayor relevancia para la humanidad durante el periodo que abarca desde 1885 hasta 1985. Bohlin comparte este honor con otros titulares de patente como Benz, Edison y Diesel.

Lo que más sorprende de esta historia es el saber cómo Bohlin se sintió interesado por la protección de los ocupantes de un vehículo. En 1942 este ingeniero aeronáutico sueco estaba trabajando en el desarrollo de asientos eyectables para aviones de combate. Pero al mismo tiempo estaba muy interesado en el problema contrario, en cómo sujetar a una persona al asiento.

Y así fue como empezó a trabajar en la marca Volvo, cuando en 1958 el presidente de la compañía le contrató como ingeniero responsable de seguridad. Entonces, la marca sueca ya estaba muy interesada en este campo que luego ha sido su prioridad.

En 1957 los Volvo montaban de serie los anclajes para los cinturones de dos puntos. Pero este sistema no se mostraba muy eficaz, entre otras cosas porque la hebilla se situada justo en el pecho del ocupante del vehículo, lo que hacía que sus lesiones se agravaran en caso de un choque fuerte.   

En 1958 Volvo patentó el sistema de cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje desarrollado por Bohlin y en 1959 comenzó a montarlo como equipamiento de serie en  algunos de sus modelos pero sólo para los mercados nórdicos. Pero hubo que esperar hasta 1967 para que los Volvo, precursores en este aspecto de la seguridad, comenzaran a montar los cinturones traseros.

En la actualidad, y gracias en parte al trabajo de Bohlin, todos los vehículos nuevos matriculados en España, en Europa y en casi todo el mundo, deben tener cinturones de seguridad en todas sus plazas y además muchos países obligan a su utilización tanto en ciudad como en carretera.

Además, hoy en día todos los sistemas de seguridad que lleva un vehículo están basados en la utilización del cinturón de seguridad. El ejemplo más claro son los airbags. Estos colchones de aire están calculados para ofrecer una protección óptima a los usuarios que llevan el cinturón abrochado. Los desplazamientos del cuerpo cuando se produce un accidente están optimizados en base a llevar el cuerpo sujeto con el cinturón.

Sin duda hablar de seguridad en el automóvil es hacerlo en primer lugar del cinturón de seguridad y posteriormente de los airbags, de los sistemas electrónicos de ayuda a la conducción, de los sistemas que se ocupan de preparar al viajero para aguantar mejor el choque cuando el vehículo detecta que el siniestro ya es inevitable, etcétera. Pero el primer paso, sin duda, es el cinturón  de seguridad.