Cómo mantener la agudeza mental hasta los 80 años (y más allá)

Vernon L. Smith, de 97 años, es un hombre muy ocupado. El economista de la Universidad de Chapman acaba de terminar de escribir un libro sobre Adam Smith y trabaja unas ocho horas al día, siete días a la semana, en su despacho de Colorado Springs, Colorado. Le gusta charlar con sus amigos en Facebook y asistir a conciertos con su hija.

"Aún me quedan muchas cosas por hacer. Quiero seguir en ello", dijo Smith, que ganó el Premio Nobel de Economía en 2002.

Los recientes fallos de memoria del Presidente Biden, de 81 años, y del expresidente Donald Trump, de 77, han suscitado el debate sobre cómo mantener la agudeza mental a partir de los 80 años.

Los científicos del envejecimiento afirman que no existe una solución milagrosa para mantener la agudeza mental o evitar la demencia. Pero una combinación de genética, hábitos de vida saludables y factores como un aire más limpio y una buena educación se han relacionado con una agilidad mental prolongada.

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M. Redondo

Tres de los abuelos de Smith vivieron hasta los 90 años, y un antepasado por parte de madre vivió hasta los 105 años. Pero la genética es una pequeña pieza del rompecabezas, dicen los científicos. Smith nunca ha fumado, come alimentos sanos y se mantiene físicamente activo y socialmente comprometido, todos ellos comportamientos relacionados con la longevidad y el mantenimiento de la agudeza mental hasta una edad avanzada.

"Cuanto más sano esté el organismo, mejor responderá el cerebro al proceso de envejecimiento", afirma el Dr. David Wolk, neurólogo de la Universidad de Pensilvania. Según Wolk, el rendimiento cognitivo de los adultos sanos alcanza su punto máximo entre los 20 y los 30 años. Con el tiempo, el cerebro se encoge, su capa externa se adelgaza, las regiones más profundas se cicatrizan y la comunicación entre neuronas puede perder eficacia.

Mantenerse activo

Estos cambios cerebrales pueden erosionar la memoria, el razonamiento y otras capacidades cognitivas. Pero algunas personas pueden evitar el deterioro cognitivo mejor que otras, afirma Yaakov Stern, neuropsicólogo de la Universidad de Columbia.

Sus cerebros pueden ser más resistentes a los cambios o tener una mayor "reserva cognitiva", la capacidad de adaptarse a los cambios cerebrales, afirma Stern.

Se cree que la genética influye en el mantenimiento del cerebro, al igual que la dieta, el ejercicio y el riesgo de enfermedad vascular. Una mayor educación, estimulación mental y conectividad social se han asociado a una mejora de la reserva cognitiva.

El rendimiento cognitivo de los adultos sanos alcanza su máximo entre los 20 y los 30 años

Un mejor mantenimiento del cerebro y de la reserva cognitiva podría ayudar a mantener a raya los síntomas de la demencia. Casi el 50% de las personas mayores de 40 años creen que es probable que desarrollen demencia, según una encuesta de la AARP (acrónimo en inglés de Asociación Americana de Jubilados) de 2021.

El número real de estadounidenses mayores de 65 años con demencia se acerca al 10%, según un estudio de 2022.

Muchas personas no saben que unos hábitos más saludables pueden reducir el riesgo de desarrollar demencia, afirman los científicos. Según un informe publicado en 2020 en la revista médica The Lancet, alrededor del 40% de los casos de demencia en el mundo podrían retrasarse o prevenirse con cambios en el estilo de vida o el entorno, como reducir la obesidad y limitar la exposición a la contaminación atmosférica.

Prueba el taichí

Dormir poco —o demasiado— también puede provocar problemas cognitivos. Los estudios sugieren que actividades como el yoga y el taichí —el arte marcial chino—, podrían ayudar a mejorar la función cognitiva.

La pérdida de audición también es un factor de riesgo de demencia. La pérdida de audición puede hacer que el cerebro se atrofie más deprisa y que las personas se aíslen más, afirma el Dr. Dung Trinh, jefe médico de la Clínica Healthy Brain. Los audífonos pueden ayudar a conservar la salud mental.

"Nuestro cerebro es como un músculo. O se usa o se pierde", afirma.

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Los investigadores que estudian a los "superenvejecientes", personas de más de 80 años que tienen facultades mentales de personas décadas más jóvenes, afirman que unas relaciones sociales sólidas son importantes para mantener el cerebro ágil.

Lo mismo ocurre con las personas que viven más de 100 años, afirma Stacy Andersen, neurocientífica del comportamiento de la Universidad de Boston y codirectora del Estudio de Centenarios de Nueva Inglaterra. "Tienen un propósito. Tienen cosas que quieren hacer todos los días", afirma Andersen.

Smith afirma que su trabajo y su familia le mantienen motivado e impulsado. "Quiero llegar al menos a los 106", afirma.