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¿Deben dudar los inversores de las tecnológicas lideradas por sus fundadores?
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¿Deben dudar los inversores de las tecnológicas lideradas por sus fundadores?

Jack Dorsey insinuó la semana pasada que los fundadores pueden limitar las empresas, pero muchos mantienen el éxito durante mucho más tiempo que él en Twitter

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La carta de dimisión del cofundador de Twitter Jack Dorsey incluía algunas últimas palabras de precaución: estar “liderado por el fundador”, escribió, puede ser “una limitación severa y un riesgo potencial” para una empresa.

Probablemente, la advertencia cayó en saco roto. Como escribió Dorsey: “No hay muchos fundadores que elijan a su empresa por encima de su propio ego”. Y, en otro indicio de que la ironía es ciega, sigue siendo CEO de la empresa de pagos Square, que pronto pasará a llamarse Block, que cofundó en 2009. Pero los inversores no son tan arrogantes. ¿Deberían ser cautelosos a la hora de comprar acciones de empresas donde un fundador puede haberse quedado demasiado tiempo en la fiesta?

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En el sector tecnológico, suele haber una prima visionaria y, al menos, está justificada en cierto modo. Al rastrear los resultados de empresas públicas durante 25 años, Bain & Co. descubrió que las empresas que mejor mantenían un crecimiento rentable a largo plazo eran, de forma desproporcionada, aquellas en las que el fundador seguía dirigiendo el negocio, seguía involucrado o en las que el enfoque empresarial de los fundadores seguía en curso. Con base en un análisis de las empresas del S&P 500 realizado en 2014, Bain descubrió que las compañías dirigidas por su fundador generaban más de tres veces la rentabilidad total indexada de los accionistas de otras empresas en los últimos 15 años. No obstante, uno se pregunta hasta qué punto el estudio se ve afectado por el sesgo de la supervivencia —aquellos que fracasaron pronto no están en el estudio—.

Los fundadores son sin duda más atrevidos. Un estudio de 2016 de la Krannert School of Management de la Universidad Purdue descubrió que los CEO que son fundadores son más propensos a darle a sus empresas una nueva orientación tecnológica, proporcionando datos de que las innovaciones de firmas dirigidas por CEO fundadores crean más valor financiero que las innovaciones de firmas dirigidas por CEO profesionales.

Apple, que languideció como empresa de ordenadores en los años posteriores a que su cofundador Steve Jobs fuera destituido, ofrece un giro en dicho fenómeno. Jobs volvió como un salvador. Entre otras cosas, cambió el nombre de la compañía de Apple Computer a Apple, indicando una expansión de miras hacia un legado que ahora incluye el iPod, el iPhone, la Apple TV y más.

Los inversores activistas llevan mucho tiempo presionando para un desarrollo de producto más acelerado y unos mayores ingresos

No todos los héroes que han regresado han tenido un camino fácil. Rich Barton ayudó a fundar y dirigir el gigante de la propiedad inmobiliaria ‘online’ Zillow hasta 2010, momento en el que cedió las riendas a otro cofundador. Después volvió en 2019 para volver a liderarlo con la intención de transformar lo que era mayormente un negocio de publicidad de agencia en un ‘iBuyer’ líder. Puede que tuviera que haber dimitido cuando estaba al mando, pero vale la pena recordar que, a pesar de cientos de millones de dólares en amortizaciones, el valor actual de Zillow es casi el doble que el de principios de 2019, antes de que Barton volviera.

De hecho, el mayor defecto de Dorsey en Twitter fue una falta de dicha innovación atrevida. Los inversores activistas que empezaron a exigir su salida años antes de que llegara llevan mucho tiempo presionando para un desarrollo de producto más acelerado y unos mayores ingresos y usuarios objetivos. También discrepaban de que Dorsey dividiera su tiempo como director de dos empresas cotizadas en bolsa. Cuando se le preguntó en una junta de accionistas sobre su división del tiempo, Dorsey respondió que no era función del tiempo, sino de priorizar. Durante su segundo periodo como director ejecutivo a lo largo de más de seis años, las acciones de Twitter subieron solo una quinta parte de lo que lo hizo el S&P 500.

Foto: Jack Dorsey, durante su comparecencia virtual ante el Senado de EEUU en octubre de 2020. (Reuters)

Quizá dio prioridad a su empresa de pagos, que actualmente es 20 veces más valiosa hoy de lo que era a finales de 2015 cuando salió a bolsa. Hay muchos ejemplos actuales de empresas tecnológicas que siguen sobresaliendo con un fundador o cofundador al mando. Me vienen a la mente Nvidia y Shopify, que han ofrecido una rentabilidad a los accionistas de más del 80.000% y casi el 6.000%, respectivamente, desde sus salidas a bolsa.

La clave es construir una empresa con durabilidad. Las empresas superan la experiencia de sus fundadores o pueden verse obligadas a cambiar su rumbo con base en condiciones sociales y económicas cambiantes. Los fundadores se cansan, se aburren y, finalmente, como en el caso de Jobs en Apple, mueren.

Los riesgos de reputación pueden surgir durante el camino. Es difícil leer la carta de Dorsey sin pensar en Mark Zuckerberg, único fundador de una empresa del ‘top’ cinco del S&P 500 que sigue al mando. Zuckerberg ayudó a fundar Facebook (ahora Meta Platforms) hace más de 17 años y ahora trabaja para saltar en medio del control regulatorio de una empresa de redes sociales a una empresa del metaverso —el mismo rostro, pero con otro nombre—.

Los líderes con visión a largo plazo a menudo preparan a un posible sucesor o al menos invitan a otros a acompañarlos en su función

Por todas estas razones, los líderes con visión a largo plazo a menudo preparan a un posible sucesor o al menos invitan a otros a acompañarlos en su función. Andy Jassy reemplazó a Jeff Bezos en Amazon.com este año tras liderar el departamento de Amazon Web Services. El año pasado, el director de Contenidos Ted Sarandos fue ascendido a codirector general en Netflix junto al fundador Reed Hastings. Y la semana pasada, Salesforce.com ascendió a su presidente y director de Operaciones, Bret Taylor, a codirector general junto al cofundador Marc Benioff.

Pero una empresa no siempre está limitada simplemente porque un fundador siga altamente involucrado. La historia muestra que son casos concretos en los que algunas empresas se arriesgan a quedar limitadas por su fundador.

*Contenido con licencia de ‘The Wall Street Journal’.

La carta de dimisión del cofundador de Twitter Jack Dorsey incluía algunas últimas palabras de precaución: estar “liderado por el fundador”, escribió, puede ser “una limitación severa y un riesgo potencial” para una empresa.

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