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Sacyr acomodará el precio al que contabiliza Repsol tras el dividendo extraordinario
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pasará de 19,7 a 19,2 euros por acción

Sacyr acomodará el precio al que contabiliza Repsol tras el dividendo extraordinario

La constructora podría rebajar de 19,7 a 19,2 euros el precio al que tiene contabilizada cada acción de Repsol, lo que juega en favor de mayores plusvalías latentes

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Con dos panes debajo del brazo ha llegado a Sacyr la decisión de Repsol de repartir un dividendo extraordinario de un euro por acción tras la venta de la argentina YPF. El primero son los 122 millones de euros que le corresponderán de este jugoso pellizco; el segundo, el impacto que tendrá en la valoración que realiza la constructora de esta participación.

Los 122 millones de títulos que la empresa presidida por Manuel Manrique posee de la petrolera están valorados actualmente a 19,7 euros por acción. No obstante, lejos de tratarse de un precio fijo, la constructora lo revisa periódicamente, en función de variables que van desde la evolución del valor hasta los cash flow futuros.

En medio de este abanico de posibilidades, el dividendo extraordinario es uno muy positivo, ya que permitirá al grupo de infraestructuras destinarlo a amortizar el principal del préstamo de 2.400 millones que tiene ligado a la compra de su participación en Repsol, lo que jugará en favor de las conversaciones para refinanciar dicha deuda, proceso que tiene de plazo hasta enero del próximo año.

Pero, además, todos estos factores jugarán en favor de la revisión del precio al que tiene contabilizado Repsol. De hecho, según fuentes financieras, la constructora trabaja con la hipótesis de poder abaratar en medio euro su valoración, lo que supondrá rebajar al entorno de los 19,25 euros el precio al que tendrá contabilizada a la compañía presidida por Antonio Brufau.

Suma y sigue, porque si se cruza esta cifra con los 20,7 euros que el consenso de analistas concede a Repsol (actualmente ya cotiza en 20,6 euros) se extrae que la compañía puede vislumbrar una plusvalía latente del entorno de los 175 millones de euros, gracias a la creciente brecha entre el precio de mercado de la petrolera y el que está anotado en sus libros.

Estas potenciales ganancias tienen impacto en el balance de Sacyr, ya que del mismo modo que cuando la petrolera cayó en bolsa eso hizo saltar las alarmas en la empresa presidida por Manuel Manrique, ahora que está recuperando posiciones y se mueve en máximos de dos años, se beneficia de esa subida en forma de beneficios contables.

Además, esta mejora del valor también puede tener positivas consecuencias en Testa, la joya de la corona del grupo, que siempre ha estado como garantía del crédito de Repsol y que ahora, con la subida de la petrolera en bolsa, podría dejar de estar pignorada. Algo que, no obstante, la constructora nunca ha visto necesario hacer, ya que el crédito está sobregarantizado.

Esto significa que, además de Testa, otras filiales actúan como garantía del crédito. Pero, el cambio de tercio que supone la subida de Repsol en bolsa es especialmente importante de cara a los procesos de venta que estudia llevar a cabo la constructora sobre parte del capital de su filial de alquileres, la cual es vista por los analistas como el verdadero tesoro del grupo, hasta el punto de que algunas firmas, como Findentiis, asegura que Testa esconde el 84% de todo el valor que concede a Sacyr.

Con dos panes debajo del brazo ha llegado a Sacyr la decisión de Repsol de repartir un dividendo extraordinario de un euro por acción tras la venta de la argentina YPF. El primero son los 122 millones de euros que le corresponderán de este jugoso pellizco; el segundo, el impacto que tendrá en la valoración que realiza la constructora de esta participación.

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