Polonia, Rumanía, Hungría y la República Checa salen en defensa de sus divisas
Los bancos centrales de Polonia, Hungría, la República Checa y Rumanía se han visto obligados a salir en defensa de sus respectivas divisas tras los fuertes
Los bancos centrales de Polonia, Hungría, la República Checa y Rumanía se han visto obligados a salir en defensa de sus respectivas divisas tras los fuertes recortes registrados en los últimos días. Las monedas locales de estos cuatro países han caído a plomo frente al euro por el miedo a los efectos negativos que puede tener una recesión sobre sus economías. Tal es así que los bancos centrales han lanzado al mercado y de manera coordenada varios mensajes en los califican de injustificada la debilidad de sus divisas y en los que aseguran que están considerando la opción de tomar medidas conjuntas para defender sus monedas, aunque no han aportado mayores detalles sobre cuándo las tomarían, según informa Financial Times y la BBC.
Las divisas de estos cuatro países -el zloty de Polonia, el forint de Hungría, la corona de la República Checa y el leu de Rumanía-, así como las bolsas, cayeron con fuerza la semana pasada después de que la agencia de calificación Moody’s advirtiera de que las condiciones económicas en la región podrían pasar factura a las filiales de los grandes bancos europeos con negocios en esos países. Los inversores comienzan a percibir Europa central como un barril de pólvora a punto de explotar, comenta un experto. La depreciación de estas divisas está incrementando los temores sobre la estabilidad de los bancos locales, cuyos problemas podrían salpicar a otros países como Austria o Italia, con una importante presencia bancaria allí.
No comparten esta opinión en Polonia. El gobernador del Banco Nacional, Slawomir Skrzypek, ha dicho que la situación macroeconómica no justifica la debilidad de la moneda local, el zloty”. Por su parte, el gobernador del banco central de Rumanía, Mugur Isarescu, ha dicho que la institución estará preparada para utilizar las herramientas necesarias para sostener su divisa, incluyendo políticas de tipos de interés. Hay riesgos regionales, pero las informaciones están presentando esta región como la Europa subprime, y aunque no lo podemos probar, éste no es el caso, ha dicho, recoge Financial Times. Opiniones muy parecidas son las que comparten Hungría y la República Checa.
Entre las medidas que se utilizan generalmente para fortalecer las divisas se encuentran el uso de las reservas extranjeras para comprar moneda local o el aumento de los tipos de interés, una estrategia especialmente arriesgada en un contexto de desaceleración económica, según los expertos. Precisamente la fuerte caída experimentada por las divisas locales ha propiciado que estos bancos centrales se muestren reacios a contiuar rebajando los tipos de interés para impulsar el crecimiento económico.
La divisa polaca, la más castigada
La semana pasada, la divisa polaca cayó a mínimos de en cinco años, mientras en la República Checa la corona rozó su menor nivel desde octubre de 2005. El zloty polaco cae desde julio un 40%, y se convierte en la moneda más castigada del mundo, pese a que los expertos pronostican que Polonia escapará a la recesión en 2009. Tras las palabras de los bancos centrales, las monedas de Polonia, Hungría y República Checa se han dispardo un 3% frente al euro, mientras que la moneda rumana apenas ha experimentado cambios.
El castigo sufrido por las divisas de estos países ha obligado a los bancos centrales a plantearse una actuación conjunta en los mercados de divisas. De hecho, algunos de estos países ya habrían intervenido con anterioridad para evitar el hundimiento de sus monedas locales.
Polonia comenzará en dos semanas varis reuniones oficiales con el Banco Central Europeo (BCE) tendientes a ingresar con su divisa en el mecanismo europeo de cambio (ERM) en vista de la adhesión al euro. El país debe integrarse al ERM a principios de junio para adoptar el euro en 2012. Los otros tres países se encuentran menos avanzados en los temas relacionados con la adopción de la moneda europea.
Los bancos centrales de Polonia, Hungría, la República Checa y Rumanía se han visto obligados a salir en defensa de sus respectivas divisas tras los fuertes recortes registrados en los últimos días. Las monedas locales de estos cuatro países han caído a plomo frente al euro por el miedo a los efectos negativos que puede tener una recesión sobre sus economías. Tal es así que los bancos centrales han lanzado al mercado y de manera coordenada varios mensajes en los califican de injustificada la debilidad de sus divisas y en los que aseguran que están considerando la opción de tomar medidas conjuntas para defender sus monedas, aunque no han aportado mayores detalles sobre cuándo las tomarían, según informa Financial Times y la BBC.