Marsans se suma a la moda del sale & lease back: vende su sede corporativa por 115 millones

Otra sede corporativa que cambia de manos. No es un inmueble singular, pero sí un destacado complejo acristalado en el Campo de las Naciones de Madrid bautizado como 'Edificio Pórtico'. Esta vez ha sido el grupo turístico Marsans quien acaba de cerrar la venta de su cuartel general por un importe de 115 millones de euros bajo el popular formato de sale and leaseback.

 

El comprador, como ocurrió con la red de oficinas del Santander, es también extranjero. En este caso se trata del fondo alemán Union Investment Real Estate (UIRE), con más de 40 años de experiencia en el mercado y con un portfolio de 200 inversiones. La operación ha contado con la financiación del también alemán Eurohypo, uno de los cuatro bancos que participa como acreedor de Colonial.

Marsans será arrendatario del inmueble por un plazo inicial de ocho años, con la facultad de prorrogar por dos períodos sucesivos adicionales de tres años de duración cada uno. Además, varias de las empresas de Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán que no forman parte del grupo turístico podrán continuar en calidad de subarrendatarias, con derecho a ocupar los espacios del edificio que venían usando.

El despacho Uría Menéndez ha asesorado al Grupo Marsans en la operación de compraventa y arrendamiento de su sede corporativa, mientras que el fondo alemán ha contado con los servicios de Gómez-Acebo & Pombo, cuyo equipo inmobiliario asistió a la inmobiliaria Martinsa-Fadesa hasta la decisión final del concurso voluntario de acreedores, la mayor en la historia empresarial española. Por su parte, la consultora Knight Frank participó como asesor independiente.

La alternativa de la venta y posterior alquiler se ha revelado como una de las soluciones más empleadas por las compañías para obtener liquidez en la actual coyuntura. El último en hacerlo ha sido el Banco Sabadell. Precisamente, bancos y cajas de ahorro han sido los más activos a la hora de emplear este sistema, hasta el punto de llegar a saturar el mercado por la abundancia de oferta.