El Consejo de Caja Madrid forzará la salida de Pablo Abejas de la Comisión de Control

Nuevo capítulo en el escandaloso (por obsceno y obvio) episodio que enfrenta a Esperanza Aguirre con la presidencia de Caja Madrid, el Ayuntamiento de la capital y la propia dirección del Partido Popular. Miguel Blesa ha decidido desalojar de su cargo al principal infiltrado de Aguirre en la institución, Pablo Abejas, presidente de la determinante Comisión de Control: el  Consejo de Administración de la Caja se reunirá el lunes con carácter extraordinario para obligar a Abejas a convocar una reunión de la citada Comisión, con el único punto en el  orden del día de la continuidad del propio Abejas.

La guerra que enfrenta a Aguirre contra todos por el control de Caja Madrid conoció su punto álgido el lunes 29 de diciembre, cuando la Asamblea de Madrid aprobó en el último minuto una polémica modificación de la Ley de Cajas de Ahorro de la Comunidad que de facto supone un golpe de mano para desalojar a Miguel Blesa de la presidencia, impidiendo su reelección (lleva 12 años en el cargo) y colocando en su lugar a un hombre más dúctil a las políticas de la presidenta Aguirre, hombre que, al decir de los mentideros, podría ser el propio vicepresidente autonómico, Ignacio González.

Pieza clave en la batalla es Pablo Abejas, un fiel a Aguirre, que preside la Comisión de Control de la caja madrileña y que está empleando “todo tipo de artimañas”, al decir de la Caja, para obstaculizar la marcha del proceso electoral que oficialmente se abrió el pasado 20 de octubre, al objeto de que al proceso entero le sea de aplicación la normativa autonómica recién aprobada, la cual modifica drásticamente la representación de los Ayuntamientos en la Asamblea General a favor de aquellas Corporaciones favorables a Aguirre. Así, el de Madrid (Alberto Ruiz-Gallardón), que pasa de los 70 representantes que le correspondían hasta ahora a 24.

Ocho de los trece miembros con voz y voto que formar la Comisión de Control han pedido de forma reiterada la dimisión de Abejas al frente de la misma, petición que el aludido rechaza de plano. El último episodio en este sentido tuvo lugar anteayer mismo: además de volver a decir “nones”, Abejas reconoció ante sus críticos que tiene “instrucciones políticas que seguir” contrarias a esa pretensión. Conviene aclarar que la Comisión de Control pasa a ejercer funciones de Comisión Electoral una vez abierto oficialmente el proceso. De ahí su importancia.

De modo que ante la negativa de Abejas, la mayoría de miembros de dicha Comisión –solo tres le apoyan- ha optado por pedir el amparo del Consejo de Administración de la Caja, que ayer adoptó la decisión de reunirse con carácter extraordinario el próximo lunes 12 de enero para instar al presidente de la Comisión de Control a reunir el organismo con un único punto en el orden del día: la continuidad del propio Abejas al frente del mismo.

La salida de Abejas es capital en la defensa que Blesa plantea de su cargo: se trata de saber si al proceso electoral en marcha le es de aplicación una modificación legal aprobada con posterioridad. Para el Ayuntamiento de Madrid la respuesta es un no rotundo, lo mismo lógicamente que para el propio Blesa, que cuenta con el apoyo de un Mariano Rajoy que lo último que desea es ver a Esperanza Aguirre manejando a su antojo un acorazado financiero como Caja Madrid. La batalla apunta a una cruenta y extenuante guerra jurídica que, de entrada, tiene ya un perdedor claro: el Partido Popular.