Los promotores prevén iniciar 200.000 viviendas este año, la cifra más baja desde 1994

No es de extrañar que los promotores salieran con fuerza al paso de las declaraciones del vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, en las que dejaba claro que el Gobierno no actuaría de dique de contención en el “necesario ajuste” del sector de la construcción. Y es que algunas de las cifras que maneja privadamente el sector justifican su inquietud. Los promotores no esperan iniciar este año más de 200.000 viviendas, lo que sería la cifra más baja desde 1994, año de la última gran crisis de la economía española. Hasta ahora, las previsiones apuntadas para este ejercicio rondaban las 400.000 viviendas.

“Se podrán iniciar, como mucho, 200.000 nuevas viviendas. Las necesidades del mercado se satisfarán con ellas y con una parte del stock”, aseguraron fuentes del sector. La clave precisamente está en ese excedente: “Es el principal problema –admiten-, la prioridad absoluta. Ese stock está formado por inmuebles financiados con recursos ajenos. Las empresas ya hemos asumido muchos riesgos bancarios y no podemos emprender cosas nuevas a la ligera con la crisis de crédito que sufre el sector”. En 1994 apenas se iniciaron 179.572 viviendas, después del aciago 1993, en el que la cifra caía hasta 143.158.

El análisis de las cifras provoca cierto vértigo. Según los datos del Ministerio de Vivienda, en 2007 se iniciaron 532.117 de viviendas libres, lo que supondría una caída superior al 60% en 2008 si se confirman las peores previsiones. Entre 2004 y 2006 se habían superado con claridad las 600.000 viviendas libres comenzadas. Un análisis mensual confirma ese proceso de desaceleración, que debería constatarse con más claridad en el primer trimestre del año. Por ejemplo, en diciembre de 2007 se iniciaron 34.869 viviendas, frente a las 59.263 registradas en el mismo mes del año anterior.

El propio presidente de la Asociación Española de Promotores Españoles (APCE), Guillermo Chicote, admitía el viernes que existe un exceso y que promotores y constructores “se pasaron” el año pasado al construir el doble de las viviendas demandadas –en torno a las 300.000-. Solbes ya contemplaba este escenario y recientemente avanzó una “reducción muy sustancial” del número de viviendas iniciadas en 2008. Claro que sus últimas manifestaciones, en las que rechazaba mejoras fiscales o ayudas directas del Instituto de Crédito Oficial (ICO), cayeron como un jarro de agua fría en un sector que esperaba actuaciones con efecto inmediato. Chicote no dudó calificar su discurso de frívolo y le recordó que las suspensiones de pagos “van como los higos en septiembre”.

Entre bambalinas, los diferentes agentes del sector no dudan en admitir que esa falta de medidas puede provocar que la crisis se prolongue. “El sentimiento que reina es el pesimismo. No creo que podamos superarlo en menos de tres años”, aseguran. Un escenario que no tendrá un efecto tan dramático en el empleo: “No caerá bruscamente, porque hay mucha obra en curso, y aunque más lentamente, se llegará a terminar”, aseguran.