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¿Cuánto pagarías por un té con Greenspan, su mujer y el subprime?
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¿Cuánto pagarías por un té con Greenspan, su mujer y el subprime?

Todo en la vida tiene un precio. No es la primera vez que algún personaje famoso se subasta frente a la galería para compartir una cena,

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¿Cuánto pagarías por un té con Greenspan, su mujer y el subprime?

Todo en la vida tiene un precio. No es la primera vez que algún personaje famoso se subasta frente a la galería para compartir una cena, un estreno de cine o unas clases de tenis, como ha hecho Andre Agassi. Ahora, la moda de comprar la compañía de determinadas celebridades ha llegado al mundo de la economía. Abrió la veda el pasado año Warrent Buffett -que adjudicó a Mohnish Pabrai, un californiano de 43 años enamorado del estilo del oráculo de Omaha, una comida por 650.000 dólares- y ahora Alan Greenspan no ha querido ser menos.

El que fuera presidente de la Reserva Federal antes de la llegada de Ben Bernanke y uno de los más polémicos en relación con la crisis de las hipotecas de alto riesgo, no deja escapar la oportunidad de hacerse un hueco en la prensa económica. Cada poco tiempo realiza nuevas declaraciones, escribe algún que otro artículo incendiario o propone el antídoto definitivo a las turbulencias financieras que atraviesan los mercados de todo el mundo, hay quien dice, provocada que por culpa de su gestión.

Ahora, su gusto por la notoriedad le ha llevado a ‘venderse’ en la red. El pack incluye un té con Greenspan, su mujer, Andrea Mitchell y unas cuantas pinceladas del subprime en el Four Seasons en Washington D.C. Ayer por la tarde se cerraba el plazo de la subasta, aunque de momento la expectación no ha sido tan buena como cabría esperar. El precio por el que se está vendiendo el ex presidente de la Fed dista mucho de los 650.000 dólares obtenidos por la comida con Buffett. De momento, la puja se encuentra en los 16.000 dólares, a la espera de que algún oportunista esté dispuesto a elevar la puja a los 18.500 dólares antes de que espire el plazo.

En cualquier caso, la grandeza de este acto no reside en tomar el té con Greenspan, es de justicia decir que el ex presidente de la Fed se ha prestado a semejante iniciativa con fines benéficos.

Todo en la vida tiene un precio. No es la primera vez que algún personaje famoso se subasta frente a la galería para compartir una cena, un estreno de cine o unas clases de tenis, como ha hecho Andre Agassi. Ahora, la moda de comprar la compañía de determinadas celebridades ha llegado al mundo de la economía. Abrió la veda el pasado año Warrent Buffett -que adjudicó a Mohnish Pabrai, un californiano de 43 años enamorado del estilo del oráculo de Omaha, una comida por 650.000 dólares- y ahora Alan Greenspan no ha querido ser menos.