Los precios del gas en Europa sufren la mayor caída semanal en un año

Los precios del gas natural en Europa se dirigen hacia su mayor caída semanal en lo que va de año, mientras la región se continúa abasteciendo y la demanda del combustible se mantiene tibia, según informa Bloomberg.

A pesar de la subida de los contratos de futuros del mes anterior, los precios han descendido más del 60% en lo que llevamos de 2023. El desplome se produce en un momento en el que el almacenamiento de combustible se encuentra lleno en más de un 80% y los flujos de Noruega -el principal proveedor de Europa- continúan recuperándose tras las obras que aún afectan a algunas de las instalaciones del país.

El continente corre el riesgo de no contar con el espacio suficiente para dar cabida a nuevas inyecciones en septiembre, lo cual pone en duda la cantidad en la que podrían bajar los precios antes de alcanzar un exceso de oferta. Según Morgan Stanley, los precios podrían llegar a caer en torno a un 15% en perspectivas de un invierno suave.

El punto de referencia para el mercado europeo, el gas holandés (TTF), cotizaba con subidas de un 1,1% esta mañana en la bolsa de Ámsterdam, aunque afronta el transcurso del día con ligeras caídas.

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Otros riesgos a los que se enfrenta el mercado del gas en Europa son los trabajos de mantenimiento y cómo pueden afectar a los suministros mundiales de gas licuado. En esta línea, el aumento de la dependencia al GNL podría aumentar la volatilidad, en respuesta a la incertidumbre generada sobre la respuesta de los precios asiáticos.

A la espera de que la plataforma noruega Troll vuelva a su máxima capacidad, preocupa también que las elevadas temperaturas que se están produciendo en el sur de Europa puedan tener un impacto en los precios. En cuanto al regreso de la planta de procesamiento asentada en Nyhamna, la delegación en noruega de Shell apuntó a principios de semana la vuelta a la actividad de la instalación el 15 de julio. Aun así, los comerciantes seguirán de cerca las actualizaciones oportunas, por si los problemas técnicos que ya afectaron a la instalación pudieran ahora retrasar de nuevo su puesta en marcha.