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La mayor caída del bono español a diez años desde 2020 rebaja el atractivo de la deuda pública
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Tras la decisión del BCE

La mayor caída del bono español a diez años desde 2020 rebaja el atractivo de la deuda pública

Este retroceso coincide en el tiempo con el furor que están causando las letras del Tesoro entre los ahorradores e inversores

Foto: Foto de archivo del Palacio de la Bolsa de Madrid. (EFE/Vega Alonso del Val)
Foto de archivo del Palacio de la Bolsa de Madrid. (EFE/Vega Alonso del Val)

La rentabilidad del bono español a diez se desploma 30 puntos básicos, en lo que supone su mayor caída desde marzo de 2020. En concreto, se sitúa en el entorno del 3,02% al cierre del mercado en Europa, lastrado por la advertencia de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, sobre futuras alzas "significativas" en los tipos de interés.

Este retroceso en la rentabilidad del bono español rebaja el atractivo de la deuda pública nacional. Y eso que coincide en el tiempo con el furor que están causando las letras del Tesoro entre los ahorradores e inversores, que están generando largas colas en las oficinas del Banco de España para comprar estos activos.

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En lo que respecta al resto de Europa, la rentabilidad del bono alemán a diez años, considerado el más seguro de Europa, baja a estas horas hasta el 2,06%, frente al 2,282% en el que cerró la sesión previa. Por su parte, en Italia, cae al 3,861%, desde el 4,291% de la víspera; mientras que la deuda portuguesa desciende al 2,887%, frente al 3,187 % previo; y la de Grecia, hasta el 3,994%, desde el 4,289% en el que cerró el miércoles.

Todo esto después de que el BCE también haya anunciado este jueves que continuará reinvirtiendo íntegramente el programa de compra de activos, y que a partir de marzo, el balance de su cartera descenderá en 15.000 millones mensuales hasta finales de junio de 2023. El ritmo posterior de reducción de la cartera se determinará más adelante, según el banco central.

Como explica Bloomberg, los operadores miraron más allá de los mensajes cautelosos del Banco de Inglaterra, que ha situado los tipos en su nivel más alto en 14 años, y del BCE, centrándose en la evidencia de una desaceleración económica que creen que obligará a una pausa. Supone un cambio con respecto al año pasado, cuando los inversores se aferraron a cada última palabra de los banqueros centrales y se deshicieron de los bonos en respuesta a una campaña agresiva de aumentos de tasas.

La rentabilidad del bono español a diez se desploma 30 puntos básicos, en lo que supone su mayor caída desde marzo de 2020. En concreto, se sitúa en el entorno del 3,02% al cierre del mercado en Europa, lastrado por la advertencia de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, sobre futuras alzas "significativas" en los tipos de interés.

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