Iberdrola pide a un juez de EEUU que pare su proyecto estrella (4.000M): no salen las cuentas

Ignacio Sánchez Galán ha explicado en reiteradas ocasiones que Iberdrola invierte más en Estados Unidos que en España por la inseguridad jurídica del país donde la eléctrica tiene su histórica sede social. Sin embargo, la compañía energética acaba de acudir a un tribunal para frenar la puesta en marcha de uno de sus grandes proyectos en territorio americano, la creación de un parque de energía eólica marina valorado en 4.000 millones de dólares. La primera eléctrica española solicita su paralización porque la infraestructura se ha convertido en una inversión ruinosa por la subida de los tipos de interés.

Según un escrito a la Corte Superior de Suffolk, Nueva York, Avangrid, la filial estadounidense de Iberdrola, ha pedido la suspensión por vía judicial de los permisos para construir este parque eólico con una capacidad de 1.232 megavatios (MW) y que abastecería a 755.000 habitantes de Massachusetts. El proyecto, conocido como Commonwealth Wind, adjudicado en diciembre de 2021, es uno de los grandes logros al otro lado del océano de la multinacional presidida por Sánchez Galán, que incluye esta infraestructura como una de las más destacadas dentro de su plan de inversión en Estados Unidos por 21.500 millones de dólares.

El Commonwealth Wind, adjudicado en diciembre de 2021, es uno de los grandes logros al otro lado del océano de la multinacional

La petición al juzgado de Nueva York se produce después de que el pasado mes de octubre presentase una moción al Departamento de Servicios Públicos de Massachusetts para suspender el proyecto hasta que pudiera renegociar las condiciones de financiación, al estimar que ahora esa obra sería ruinosa para Iberdrola. Principalmente, por “los aumentos históricos de precios de los productos básicos globales, los aumentos bruscos y repentinos en las tipos de interés y las restricciones prolongadas en la cadena de suministro”.

Sin embargo, las autoridades estadounidenses declinaron su petición el pasado 30 de diciembre, mientras las empresas que se habían comprometido a comprar la luz generada por Commonwealth Wind a un precio determinado y cerrado no aceptaron modificar las condiciones. Iberdrola sostiene que esta infraestructura es la mejor opción para que Massachusetts alcance sus ambiciosos objetivos de cambio climático, pero que su puesta en marcha es inviable por los cambios en los mercados de financiación, dado que los tipos de interés han pasado de estar en negativo a superar el 4,5%, tras ocho subidas consecutivas por parte de la Reserva Federal estadounidense. Por ello, Avangrid ha recurrido ante este tribunal de Suffolk para intentar al menos una medida cautelar que no le obligue a iniciar las obras el próximo mes de abril.

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En medio de esta batalla, Iberdrola emitió un comunicado el pasado lunes en el que aseguraba que "la estabilidad regulatoria y el compromiso de las diferentes administraciones con la descarbonización han contribuido a quee Iberdrola, la principal compañía eléctrica de Europa y una de las cuatro mayores del mundo por capitalización bursátil, refuerce su apuesta por Estados Unidos, el principal destino de las inversiones del grupo".

Foto con Biden, no con Sánchez

El comunicado, en el que la eléctrica vasca añadía que el número de empleados de Avangrid ya superaba los 7.500 y que generaba con sus inversiones 70.000 puestos de trabajo en el país, iba acompañado de una foto de Sánchez Galán con Joe Biden, presidente de Estados Unidos. Hace dos semanas, el presidente de Iberdrola plantó en el foro de Davos (Suiza) a Pedro Sánchez, con el que mantiene un enfrentamiento directo, al considerar que España no da estabilidad jurídica al sector, por la subida de los impuestos a las energéticas.

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Iberdrola, con una deuda de 45.000 millones de euros, ha iniciado un plan de venta de activos por 8.000 millones para reducir su pasivo y conseguir socios con los que compartir su esfuerzo inversor. Por ello, ha llegado a un acuerdo con Norges Bank para desarrollar una cartera de proyectos en España por 600 millones, ha puesto en el mercado parte de su negocio de gas, eólico y solar en nuestro país y también sondea desprenderse de una parte de su división de renovables en Estados Unidos. Aunque asegura que el 80% de toda su deuda es a tipo fijo, los restantes 9.000 millones son a tipo variable, por lo que los costes se le han disparado.

Una de las operaciones estrella de su nuevo plan estratégico hasta 2025 es la adquisición de PNM Resources, la compañía estadounidense cuya compra fue paralizada en diciembre de 2021 por la Corte Federal de Texas por los problemas reputacionales de Iberdrola, inmersa en ese momento en el caso Villarejo. Sin embargo, la eléctrica se ha librado de ese problema al decidir la Audiencia Nacional que cualquier presunto delito estaría ya prescrito, por lo que la toma de PNM se ha convertido en un objetivo clave para este año. El acuerdo para la fusión expira el próximo 20 de abril.