El aviso del FMI a Europa: "El invierno de 2022 será difícil, pero el de 2023 será peor"
La “grave crisis energética” en la que se ha sumido el continente europeo está “encareciendo bruscamente el coste de la vida y dañando la actividad económica”, explica el FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI) no ha dejado hoy lugar para la complacencia. La institución advierte de que la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania abocará a la recesión a muchas de las grandes economías del planeta. Pero el aviso se extiende más allá: los cambios en materia de energía son estructurales y el mundo que conocíamos no volverá.
“La crisis energética, especialmente en Europa, no es un shock transitorio. El realineamiento geopolítico del suministro de energía derivado de la guerra de Rusia contra Ucrania será amplio y permanente. El invierno de 2022 será difícil para Europa, pero el de 2023 será probablemente mucho peor”, se puede leer en el informe sobre ‘Perspectivas para la Economía Mundial’.
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El impacto del encarecimiento de la energía se está contagiando a todo el sistema. La “grave crisis energética” en la que se ha sumido el continente europeo está “encareciendo bruscamente el coste de la vida y dañando la actividad económica”, continúa el FMI.
Y da varios datos: el precio del gas se ha multiplicado por cuatro desde 2021, el suministro de gas ruso a las economías europeas se ha reducido en un 80% y cada vez hay más probabilidades de cortes de suministros. Tanto para este invierno como para más adelante.
La institución recomienda a los Gobiernos de la Unión Europea que coordinen su estrategia energética para mitigar en lo posible el impacto, pero también advierte contra medidas que han sido ampliamente adoptadas en el continente hasta ahora, como los controles de precios y las ayudas fiscales masivas, en lugar de enfocarse en las familias y empresas más vulnerables.
“Las señales que mandan los precios son esenciales para moderar la demanda y estimular la oferta. Los controles de precios, las subvenciones generalizadas o los vetos a la exportación son fiscalmente onerosos y llevan a un exceso de demanda, una reducción de la oferta, una ineficiente asignación de los recursos, racionamientos e incentivos para el surgimiento de mercados negros”, avisa el informe. “La historia nos demuestra que [estas medidas] muy rara vez funcionan”, continúa.
El FMI recomienda en su lugar proteger a los más vulnerables a través de ayudas fiscales “temporales” y “focalizadas”. Y en el caso de que se siga optando por subvenciones masivas, urge a los gobiernos que se estrechen el cinturón en el futuro: “Si algunas medidas de apoyo fiscal agregado no pueden evitarse [...] es importante incrustar estas políticas en un marco fiscal creíble a medio plazo”.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) no ha dejado hoy lugar para la complacencia. La institución advierte de que la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania abocará a la recesión a muchas de las grandes economías del planeta. Pero el aviso se extiende más allá: los cambios en materia de energía son estructurales y el mundo que conocíamos no volverá.