Hacienda espera una reducción del 10% en las aportaciones a planes de pensiones

Nuevo recorte en la deducción máxima de las aportaciones a los planes de pensiones. El Ejecutivo estima que esta limitación supondrá un descenso en la bonificación por estas aportaciones del 9,8%, hasta los 844 millones. El Estado se ahorrará 89 millones en el sistema de previsión social.

Una de las sorpresas del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022 es que se vuelve a recortar el tope en las aportaciones a los planes de pensiones individuales y otros sistemas de previsión social, al pasar de 2.000 euros anuales a 1.500 euros anuales. Anteriormente, estaba en 8.000 euros, pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez aplicó un recorte histórico amparándose en un estudio de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), aún con el ministro José Luis Escrivá al frente, sobre que se beneficiaban de esta ayuda en mayor medida las rentas altas.

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El recorte viene acompañado de un incremento desde 8.000 euros a 8.500 euros en las aportaciones a planes de empleo, con la condición de que el empleador ponga al menos tanto al fondo como el empleado. La idea de Escrivá en todo momento ha sido incentivar los planes de empleo frente a los individuales.

En cualquier caso, la bonificación por aportaciones a sistemas de previsión social caerá en 2022 desde los 933 millones estimados para el presente ejercicio hasta los 842 millones. Se trata de un descenso del 9,8% en aportaciones para los pilares de ahorro de cara a la jubilación de forma complementaria al sistema público.

La aportación a planes de pensiones, con el tope de 1.500 euros, se deduce posteriormente en la declaración de la renta de la base imponible. Las aportaciones a planes de empleo también reducen la base imponible. En ambos casos, eso sí, tributan en el momento de rescatar el dinero sumándose a dicha base para el cálculo del IRPF, en vez de como ganancias del capital, algo que ocurre con el resto de instrumentos de ahorro o inversión.