Ofensiva de Rentamarkets para captar inversores con un configurador de carteras

Las entidades financieras preparan apuestas comerciales para captar clientes el año que viene, cuando esperan que el cambio radical del régimen de las sociedades de inversión de capital variable (sicavs) dispare la competencia. Este es el caso de Rentamarkets, la ‘boutique’ de inversiones de Emilio Botín O’Shea, que ha lanzado un servicio de configurador de carteras de fondos para captar inversores.

La herramienta ya se está probando con clientes de la casa, y ya hay 170 clientes. La han denominado Versa y, según fuentes cercanas a Rentamarkets, se lanzará una ofensiva comercial tras el verano. El servicio permite a los inversores que no son clientes (o que ya lo son) evaluar su cartera de fondos comparándolos con el universo disponible en España a través de Allfunds.

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Así, se recibe un diagnóstico con una nota en función de la diversificación y la calidad de los fondos contra otros comparables, con un análisis de rentabilidad y riesgo a tres años, además de los costes implícitos. A partir de ese momento, el inversor recibe una propuesta de cartera para mejorar la que tiene, pudiendo elegir la importancia que asigna a la rentabilidad, la popularidad de los fondos, la aversión al riesgo, el ahorro en costes implícitos, la diversificación y la sostenibilidad.

El siguiente paso, que es el que quiere explotar Rentamarkets, consiste en una propuesta de cartera de entre 12 y 18 fondos. En este punto, se ofrece la contratación mediante un contrato de gestión discrecional de carteras con clases limpias de fondos de terceros (sin retrocesiones) y con un coste explícito de entre el 0,75% y el 0,9%.

Rentamarkets tiene 900 millones entre gestión y asesoramiento. En mandatos de gestión discrecional, tiene algo menos de 300 millones, principalmente con clientes institucionales. También cuenta con una cartera de clientes minoristas después de comprar en 2017 la cartera que tenía Ahorro Corporación.

Con Versa, Rentamarkets pretende escalar el servicio tanto con inversores institucionales como con minoristas, para dar un empujón comercial en un contexto en el que el sector espera más movimiento. Los inversores en sicavs suelen considerarse clientes cautivos, pero el año que viene habrá un trasvase desde estos productos a vehículos como fondos de inversión, donde es más fácil llevarse clientes.

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En concreto, el cambio de régimen que ha aprobado el Gobierno consiste en que, para mantener la tributación del beneficio del 1%, las sicavs deberán tener al menos 100 accionistas con 2.500 euros de inversión cada uno, requisito que no se suele cumplir, ya que son vehículos usados en banca privada a medida de un alto patrimonio y para el que el banco pone otro centenar de accionistas simbólicos, llamados ‘mariachis’, que son con los que quiere acabar el Ejecutivo dando la supervisión a Hacienda.

No obstante, el cambio de régimen permite la reinversión en otras instituciones de inversión colectiva (IIC) con diferimiento fiscal, sin tener que tributar por las plusvalías generadas. Así, se espera un trasvase importante de sicavs a fondos que disparará la competencia. En este caso, Rentamarkets lanza una ofensiva comercial con el mensaje de que, a través de Versa, hará trajes a medida en forma de cestas de fondos articuladas con un contrato de gestión discrecional.

Rentamarkets está presidida por Emilio Botín O’Shea, hijo del expresidente de Banco Santander. Recientemente, fichó a Pedro Dañobeitia, ya exjefe de Banca Privada de Banco Sabadell, como asesor sénior de inversores. Además, está contratando agentes financieros para impulsar una banca privada con la que crecer entre el público minorista además de en el institucional.